Aunque no es un destino destacado, en los últimos diez años Uruguay ha incrementado sus importaciones de maíz que lograron un promedio del entorno a las 250 mil toneladas.
Uruguay es el cuarto destino del maíz paraguayo. La asesora de comercio exterior de Capeco (Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosa), licenciada Sonia Tomassone, dijo a La Mañana que somos un mercado “interesante” que “seguirá creciendo” porque así lo señala la tendencia desde hace diez años. Si miramos la última década, en 2010 las exportaciones a Uruguay no llegaban a 20.000 toneladas, pero en los últimos años se logró un promedio de 240.00 o 270.000 toneladas, expresó.
El principal destino del maíz paraguayo es Brasil que representa el 71% de las exportaciones, en segundo lugar se encuentra Chile (11%) que desplazó a Corea del Sur que tradicionalmente era el segundo destino. Un poco más abajo está Uruguay y Arabia Saudita.
Tomassone explicó que el año pasado Paraguay tuvo una disminución del área de maíz que se tradujo en una reducción de casi un millón de toneladas en la producción. En ese contexto local Uruguay se colocó como cuarto destino: “En 2020 se vendieron a Uruguay unas 122.000 toneladas, pero en 2019 habían sido 215.000 y en 2018 fueron 276.000”, apuntó.
Opypa analizó los rendimientos del maíz por departamento, encontrando que las diferencias se vinculan, entre otras, a la capacidad de almacenaje de agua de los suelos.
La menor exportación se debió a que hubo menos producción, y esa caída se explica por el clima que afectó a la soja. Al haber retrasos en la producción de soja, muchos productores que solían hacía maíz de verano no lo hicieron y se limitaron al maíz zafriña (fuera de época).
En 2020 otra vez “tuvimos condiciones climáticas adversas” con la siembra de soja empezando de forma tardía “a mediados de octubre o noviembre cuando tradicionalmente en setiembre ya no se siembra. Eso va a llevar a que probablemente la zafra de maíz 2021 se mantenga con el área de 2020 y no se llegue a los niveles de los 5,5 millones que tuvimos en la zafra 2018/2019”, estimó.
Lo climático es clave y hay áreas en las que la soja “se empezó a cosechar con rindes muy bajos y eso también va a determinar cuánto sería el futuro del maíz, pero creemos que puede aumentar un poco el área de cultivo por la alta demanda de maíz por parte de Brasil y los buenos precios”, vaticinó.
Las principales empresas paraguayas exportadoras de maíz son Cargill con prácticamente 18%, seguida de las locales Agrofértil, LAR y Copagra, entre otras. “En el caso del maíz hay muchas exportadoras locales, cosa que no ocurre con la soja que principalmente son multinacionales”, dijo la asesora.
Las exportaciones a Uruguay se realizan a través de Cargill, SHS, Oleaginosas Raatz, Sereli SA, TGL entre otras que suman un total de 22 empresas.
El agro evitó una mayor caída del PIB paraguayo
En otro orden Tomassone dijo que la agropecuaria guaraní no ha tenido problemas graves debido al covid-19 y que la pandemia no le ha quitado ritmo a la actividad agroindustrial.
Recordó que en marzo ese país declaró una cuarentena total, período en el que “el sector agropecuario quedó exceptuado junto a todas las industrias productoras de alimentos. Obviamente hubo que cumplir con el protocolo sanitario establecido por el Ministerio de Salud, tanto en los cruces de frontera como los embarque fluviales, lo que fue rápidamente incorporado por todas las empresas exportadoras”.
“En sector agropecuario no ha sufrido efectos por el covid, sino que es al revés, gracias al sector agropecuario el PIB de Paraguay solo bajó 2% con la mejor performance de toda Sudamérica”, subrayó.
La asesora de Capeco precisó que los problemas de Paraguay están más en la bajada de los ríos que en aspectos sanitarios: “Hemos tenido problemas en los embarques por las condiciones del río Paraná y el río Paraguay”, pero se hizo “un trabajo muy fino con la Cancillería y ambas binacionales (represas Itaipú y Yacyretá) para ir liberando ventanas de agua que permitieron que los buques puedan salir tanto para exportación como importación. Eso ha retrasado mucho las exportaciones hasta junio, pero desde julio se fueron recuperando”.
“En sector agropecuario paraguayo no ha sufrido efectos por covid, sino que es al revés, gracias al agro el PIB de Paraguay solo bajó 2% logrando la mejor performance de toda Sudamérica”
El año pasado Brasil, con quien Paraguay tiene comercio terrestre, se convirtió en el segundo destino de la soja a pesar de que desde hace muchos años Paraguay no exportaba la oleaginosa a ese país. El aumento se debe a la “alta demanda que tiene Brasil por sus exportaciones a China y necesita reponer sus stock”.
El tránsito de mercadería normal entre Paraguay y Brasil para el traslado de maíz, trigo, arroz y otros productos era de entre 400 o 500 camiones diarios, pero en los últimos meses se duplicó y “subió a más de 800” y “si a eso le sumamos los controles en frontera incrementados por las estrictas intervenciones sanitarias, el resultado es que se generaron importantes demoras en el cruce de camiones hacia Brasil”.
Precios favorables impulsan la siembra
El Anuario 2020 de la Oficina de Planificación y Política Agropecuaria (Opypa) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) señala que el ciclo 2019/20 la cosecha de maíz fue inferior a la zafra anterior debido a una retracción de la superficie sembrada, lo mismo ocurrió con el sorgo.
El texto especifica que “las cosechas deficitarias para la sostenida demanda interna de granos forrajeros para la producción ganadera de carne y leche, determinaron niveles de importación del orden de 200.000 toneladas”.
No obstante, los precios internacionales favorables, particularmente desde noviembre, son un incentivo a la siembra “a pesar de las condiciones de déficit hídrico imperantes desde fines del invierno y la incertidumbre sobre el comportamiento de las precipitaciones durante el verano, dado la mayor probabilidad de que se mantengan en niveles menores que lo normal, debido al fenómeno de La Niña”.
Hasta la semana pasada el maíz era de los cultivos más afectados por el déficit hídrico, justo en la floración que es el momento decisivo para concretar el resultado de la cosecha, pero las lluvias generalizadas de los últimos días cambian las perspectivas de los rendimientos.
Opypa también analizó los rendimientos del maíz por departamento, encontrando que “las diferencias en el comportamiento de los rendimientos estarían vinculadas a características edafológicas y capacidad de almacenaje de agua de los suelos, diferencias de manejo del cultivo (fecha de siembra, fertilización, etc.), proporción del área con siembras de primera y de segunda, así como la superficie con riego por departamento”. Asimismo Estadísticas Agropecuarias (DIEA) del MGAP publicó a fines de diciembre los datos referidos a la intensión de siembra del maíz con destino grano seco: para el de primera, se indicaron 101.127 hectáreas y el de segunda 47.905 hectáreas, lo que hace un total de 149.332 hectáreas, casi un 28% por encima del registrado en la zafra anterior en la que ya se había dado un incremento similar con relación a la zafra 2017/18.
Flete muerto
La Lic. Tomassone dijo que Paraguay y Brasil tienen un acuerdo terrestre que facilita el flete entre ambos países. “Un camión paraguayo que lleva determinado producto a Brasil, llega a destino, lo descarga y regresa con otra carga, por ejemplo fertilizantes. Podemos usar tanto camiones paraguayos como brasileños, y eso no sucede con Uruguay ni con Argentina”.
“El camión paraguayo que va a Uruguay vuelve con flete muerto, pero el que va a Brasil no, y eso hace que sea muy rentable la exportación terrestre con este país”.
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