El riego y los seguros deben ser política de Estado, y requieren inversión pública porque invertir en la prevención ayuda a dar estabilidad a uno de los principales ejes de la economía nacional, dijo el presidente de la CNFR.
El jueves 27 de octubre se llevó a cabo la 107ª Asamblea Anual Ordinaria de la Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR), al cierre de la misma el presidente de esa institución, Fernando López, dijo a La Mañana que se trataron los temas formales y otros que están en la agenda y preocupación de todo el medio rural, entre los que destacó “la sequía y la afectación en los rubros productivos, el rol de la producción familiar, la sustentabilidad alimentaria”.
Respecto al déficit hídrico, López dijo que actualmente “es un problema generalizado en todo el país, no porque sí el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) declaró la emergencia para todo el territorio, pero hay matices según la zona y el tipo de producción” que se practique.
Desde la CNFR se dieron “dos mensajes al Ministerio”. El primero es que “compartimos la declaración y atención de emergencia que corresponde para todos los sectores productivos, pero hacemos un llamado de atención porque las medidas que se implementen deben ser aplicadas lo más rápido posible. A veces las buenas medidas llegan tarde, esa es una de las observaciones que hicieron nuestros delegados de todo el país. Hay que tener medidas adecuadas y que se apliquen cuando se necesitan”.
El “otro mensaje es que este tema del cambio y variabilidad climática, el fenómeno de La Niña que se decía que no iba a suceder más de un año, pero ya estamos en el tercer año Niña, todo eso nos lleva a tener que evaluar medidas mucho más estructurales y de fondo que las que se pueden tomar como emergencia en este momento”.
La medida de fondo “es que Uruguay ya tendría que tener políticas de Estado para hacer frente a la variabilidad y los impactos del cambio climático en el sector agropecuario”, porque “ya está claro para todos que estas situaciones se dan y se van a seguir dando cada vez de forma más seguida y con mayor impacto”.
El razonamiento de la CNFR es que así como “para otras cosa la inversión pública se ha desarrollado de forma importante, también debería haberla para este tipo de cosas, para ir previniendo o bajando la vulnerabilidad del sistema productivo”.
“Se necesita inversión pública” porque “invertir en la prevención ayuda a dar estabilidad uno de los principales ejes de la economía nacional”.
En Uruguay, los efectos más generalizados y nocivos del problema climático han sido las sequías, “pero también hay situaciones en las cuales se pasa, en pocos días, de una emergencia por sequía a una emergencia por inundaciones, eso se ha dado en la zona este”, precisó.
Por eso, “cuando pedimos políticas de Estado para atender los efectos del clima, hablamos en toda la dimensión del problema, porque se da la paradoja de que se intensifican las sequías y las inundaciones. O se que hay que estar preparados para ambas circunstancias”.
Riego y seguros agropecuarios
Consultado López sobre la pertinencia del riego y/o de los seguos, dijo que la CNFR apoya “todo lo que es el desarrollo de fuentes de agua y sistemas de riego”, y ambas cosas deben ir juntas. “No olvidemos que algunos sectores han desarrollado mucho los sistemas de riegos pero no tanto la fuente de agua y hoy hay lugares donde hay capacidad de riego pero falta fuente de agua”.
El subsecretario del MGAP, Ignacio Buffa, que participó del cierre de la Asamblea dijo que esa Secretaría de Estado piensa apoyar un programa de realización de pozos semisurgentes “lo cual nos parece bien”, pero hay varias zonas del país donde los pozos están sufriendo el déficit hídrico acumulado, advirtió.
Por lo tanto, “la atención de los efectos del clima debe tener más de un instrumento para su atención y todo lo que podamos hacer para bajar la vulnerabilidad es bienvenido: fuentes de agua, sistemas de riego, el manejo de los sistemas productivos”.
Por otro lado, el presidente de la CNFR dijo que “sería positivo contar con el seguro de riesgo climático, esa es una herramienta imprescindible para estos tiempos y es lo que más se ha desarrollado hasta ahora en el sector granjero. Hay un convenio entre el MGAP y el Banco de Seguros del Estado que ofrece una cobertura importante, hay programas pilotos para la agricultura, hubo programas pilotos sobre seguros por sequía para ganadería, pero todavía no se termina de consolidar”.
El del riego y el seguro “son dos temas que tiene que tratarse a fondo y como política de Estado, porque para la urgencia del momento se puede tratar de una forma puntual, pero lo que va a mejorar las condiciones para enfrentar estos fenómenos van a ser las medidas a largo plazo y más permanentes”.
“Son temas en los que se está trabajando, pero falta mucho. En un país de base agropecuaria da la sensación que a nivel político no se ha tomado toda la dimensión de lo que significa invertir en seguros climáticos ya que eso bajaría la inestabilidad productiva y económica, económica del sector agropecuario pero también del conjunto de la economía por la importancia que tiene la producción”.
Importancia económica y social de la producción rural familiar
Sobre la producción agropecuaria familiar Fernando López dijo que es de gran importancia para la economía como la estructura social del país: “El 30% del valor bruto de la producción agropecuaria es familiar; y entre el 70% y 80% de las unidades de la producción a nivel país son de tipo familiar, siendo la mayoría de esas unidades productivas de tipo ganadero”.
“El total de la agropecuaria familiar genera el 30% del valor bruto agropecuario, y la mayoría de los productores familiares en Uruguay son ganaderos, aunque la visión urbana piensa algo diferente. La base del sector criador en la ganadería es de base familiar, luego está la lechería y el sector granjero”, dijo a La Mañana.
Además, “la producción familiar es importante en la producción de alimentos básicos”, porque “la canasta básica de los uruguayos se produce a partir de la producción familiar, lo cual no quiere dejar de reconocer al resto del sector productivo”.
“Es muy importante el componente social que genera esa composición familiar, sobre todo en lo vinculado al arraigo del medio rural”, porque hay empresas que “según la situación económica o la fluctuación del mercado puede cambiar de lugar o de tipo de producción”, entonces, mientras otros dejan el lugar la familia sigue haciéndolo allí donde tiene su establecimiento, y continúa con el tipo de producción que su familia desarrolla a través de las generaciones. “Eso hace que el productor familiar sea clave en la agropecuaria”, subrayó.
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