El buque español de investigación oceanográfica Hespérides recaló en Montevideo, finalizando una nueva campaña antártica y fue el centro de una conferencia sobre ciencia y cooperación internacional. La visita reafirma los lazos entre ambos países en la exploración científica de uno de los entornos más desafiantes del planeta.
El pasado lunes se realizó en el Centro Cultural de España la conferencia titulada “Ciencia en la Antártida: España y Uruguay”, con motivo de la presencia en Montevideo del buque español de investigación oceanográfica Hespérides. La embarcación recala en el puerto uruguayo como una de las escalas finales de su Campaña Antártica 2024-2025.
El panel de oradores estuvo integrado por el comandante del buque, capitán de fragata Fernando J. Moliné, junto a los investigadores uruguayos Diego Aguirrezábal y Bárbara de Feo. También participaron del evento el embajador de España, Javier Salido, el agregado militar coronel César Lardies y el consejero cultural de la embajada española, Juan Manuel López, así como la cónsul general María Victoria Scola.
Hespérides es un nombre de la mitología griega y refiere a las ninfas que cuidaban de un jardín que estaba más allá del horizonte. El nombre de la embarcación nos remite a esa vocación de exploración en regiones remotas, como lo es la Antártida para los españoles. Pero también al cuidado de la naturaleza, vinculado al estudio del medioambiente y la biodiversidad.
El Hespérides es el único buque oceanográfico español diseñado para efectuar investigación científica multidisciplinar en todos los mares y océanos del planeta. Construido en 1988 y entregado en 1991, tiene una eslora de 82,5 metros de eslora y un desplazamiento de 2832 toneladas a plena carga. Su autonomía es de 12.000 millas a 12 nudos, y puede operar hasta 60 días sin necesidad de reabastecimiento.
El buque está fabricado en casco de acero de alta resistencia, con quilla reforzada para poder operar entre hielos. Tras la entrada en vigor del Código Polar de la IMO (Organización Marítima Internacional), y su aplicación a partir del 1º enero de 2018, el Hespérides cuenta con su certificado de operación en aguas polares como buque de la clase C.
Entre enero y marzo de 2025 se desarrollaron siete proyectos científicos a bordo del Hespérides, que le llevaron a navegar por el mar de Bellingshausen, más allá del Círculo Polar Antártico hasta el mar de Weddell y las islas Orcadas del Sur a lo largo de la Península Antártica. En total, sumando los proyectos realizados en las dos bases antárticas españolas (Juan Carlos I y Gabriel de Castilla), se desarrollaron 29 proyectos científicos en áreas tan variadas como la oceanografía, el estudio del cambio climático, la biodiversidad y la geología.
En febrero de 2019 se firmó un Memorando de Entendimiento en materia Antártica entre el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y el Instituto Antártico Uruguayo buscando reforzar la cooperación entre ambos países en este tipo de investigaciones. El intercambio y la cooperación comprende, por ejemplo, investigaciones conjuntas en biología, ecología y ciencias ambientales, geociencias, ciencias de la atmósfera, ciencias planetarias y astronomía. También prevé intercambio de personal científico y de estudiantes, de información y datos sobre proyectos y facilitación para el acceso a instalaciones, entre otras disposiciones.
“Uruguay ha sido el país con el que más hemos colaborado”
Desde junio de 2024 el CF Fernando Moliné es el comandante del buque de investigación oceanográfica A-33 Hespérides. Durante su intervención en la conferencia, destacó que “España está en vías de tener una estrategia polar”. “De momento tenemos unas guías, unas directrices para esa estrategia polar española, que emanan del Ministerio de Ciencia que tiene un organismo que es el Comité Polar Español que articula toda la actividad en la Antártida”, agregó. “Con un gran apoyo del Ministerio de Defensa, a través de la Armada, pone a disposición el buque de investigación Hespérides y el ejército de tierra que opera una de las bases que tiene España en Antártida”, indicó.
El comandante consideró que la Antártida es “el continente más desconocido y donde posiblemente se encuentre la llave para dar con las soluciones que ayuden a que el resto del mundo funcione”. Recordó, asimismo, que la actividad antártica española se circunscribe al compromiso con el Tratado Antártico, que es un “tratado de éxito”, en el que están prácticamente todos los países del mundo y del que España forma parte y es miembro consultivo desde 1988.
Durante la reciente campaña el buque Hespérides permitió, entre otras cosas, llegar a la base Gabriel de Castilla en la Isla Decepción, en una zona de volcán, y facilitar su renovación a través de la construcción de un nuevo módulo científico que estará en servicio para la campaña próxima y será uno de los tres laboratorios limpios que va a disponer la Antártida para analizar datos durante el desarrollo de las investigaciones. Esta construcción ha sido una de las noticias que más repercusión han generado en España en las últimas semanas, considerado un verdadero salto cualitativo.
España ya cuenta con tres buques científicos oceanográficos. El Hespérides, que pertenece y opera la Armada, con capacidad para 37 científicos y 60 miembros de dotaciones. También existe el buque Sarmiento de Gamboa, con capacidad de 26 científicos y 16 miembros de dotaciones que opera la Unidad de Tecnología Marina. Y una reciente adquisición que es el Odón de Buen, perteneciente al Instituto Español de Oceanografía, que fue entregado en noviembre de 2024 y durante esta campaña ha hecho su certificación polar. “Como hito histórico el 11 de febrero coincidimos los tres buques en la Isla Decepción”, subrayó Moliné.
“Todos dependemos de todos, porque los medios son muy escasos. las condiciones son muy demandantes. Me gusta estar aquí en Montevideo y poder mostrar que Uruguay ha sido el país con el que más hemos colaborado. Dos proyectos españoles han desarrollado ciencia en la Base Artigas y el buque Hespérides ha llevado al personal de la Armada uruguaya a la estación científica antártica”, sostuvo.
Ante una consulta desde el público, Moliné indicó que “la Armada uruguaya tiene buques en la Antártida, de hecho, hasta hace unos años era el Vanguardia, ahora nos hemos cruzado con el Gral. Artigas. Son buques que no se diseñaron para operar en aguas antárticas, pero no sé hasta qué punto los han acondicionado”. “Hasta donde yo sé, la Armada argentina tiene el Almirante Irizar y la armada chilena el Almirante Viel, que tienen categoría de rompehielos y ejercen como tal. No disponer de buques con esas capacidades te limita”, añadió.
Participación de científicos uruguayos
Del panel participaron los investigadores uruguayos Diego Aguirrezábal y Bárbara de Feo, que comentaron su experiencia y los resultados de su participación en la reciente campaña.
Aguirrezábal es docente e investigador del Laboratorio de Arqueología del Paisaje y Patrimonio del Uruguay de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de la República (Udelar). Desde 2021, se desempeña como responsable científico de un proyecto de investigación en el marco del Programa Nacional Antártico, centrado en las primeras ocupaciones humanas en la Antártida.
De Feo es licenciada en Biología y estudiante de maestría del Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas (Pedeciba), en el área de Geociencias. Su vínculo con la investigación antártica comenzó con su tesis de grado y continúa actualmente en el marco del Proyecto AntarPLAST, lo que le ha permitido participar en cuatro campañas antárticas de verano. Su trabajo de investigación se centra en evaluar el transporte de microplásticos en distintos arroyos de deshielo de la península Fildes, con diferentes grados de impacto antropogénico.
Uruguay y la Antártida
Uruguay tiene presencia activa en la Antártida desde 1984 y es miembro consultivo del Tratado Antártico desde 1985. Tiene personal durante todo el año en la Base Científica Artigas y durante el verano en la Estación Elichiribehety, ambas en la isla Rey Jorge. Coordina sus acciones a través del Instituto Antártico Uruguayo, dependiente del Ministerio de Defensa.
En 2019 se aprobó la Política Nacional Antártica, con sus lineamientos generales, principios rectores, objetivos principales y objetivos estratégicos. En 2020 se publicó la Hoja de Ruta 2020-2045 elaborada con el objetivo de guiar al Programa Nacional Antártico durante 25 años, con lineamientos definidos por el Gabinete Interministerial en Asuntos Antárticos.
Apunta, entre otras cosas, a consolidar la posición de Uruguay dentro del Sistema del Tratado Antártico, especialmente de cara a la revisión del Protocolo sobre Protección del Medio Ambiente prevista a partir de 2048.
TE PUEDE INTERESAR: