El presidente de la Confederación de Sindicatos Industriales, Danilo Dárdano, dialogó con La Mañana acerca de la posición de la organización frente al proyecto de instalación de la planta de hidrógeno verde en Paysandú. Aclaró que el grupo no está en contra de las inversiones extranjeras de gran porte, pero subrayó que debe respetarse rigurosamente el marco legal, en especial la normativa ambiental y laboral.
El pasado jueves 13 de marzo se realizó el debate titulado “Hidrógeno verde: ¿Transición o colonialismo?” en la sede de la Agrupación de Funcionarios de UTE (AUTE), donde se discutió acerca del futuro de este combustible en América Latina y el rol que juega en Uruguay. Allí participó, entre diversas instituciones, la Confederación de Sindicatos Industriales.
El titular de la organización, Danilo Dárdano, fue entrevistado por La Mañana y enfatizó la necesidad de que estas inversiones tengan contrapartidas concretas para el país. Explicó que no se trata solo de generar empleo en la fase de construcción, sino también de articular una red de proveedores nacionales de diversos rubros.
A su entender, este tipo de proyectos deberían contribuir a dinamizar la economía local de forma sostenible en el tiempo. Dado que estas empresas multinacionales reciben importantes exoneraciones fiscales, reclamó que se les debe exigir compromisos de estabilidad laboral que eviten situaciones como la del reciente cierre de Yazaki, que dejó sin empleo a miles de personas.
Consultado sobre las cifras de empleo que podría generar el proyecto, Dárdano reconoció que es difícil oponerse a una iniciativa que podría significar algunos años de trabajo directo e indirecto para sectores que han sido profundamente golpeados por el cierre de fábricas.
El Pit-Cnt ha reclamado una evaluación previa de impactos ambientales y sociales que podría generar la instalación de una planta de hidrógeno verde en Paysandú. Como confederación, ¿comparten la visión? ¿Cuáles son las mayores preocupaciones que tienen en este sentido?
Como Confederación de Sindicatos Industriales, nosotros no estamos en contra de que vengan inversiones extranjeras directas de gran porte. Lo que sí hemos reclamado en el marco del Pit-Cnt y teniendo en cuenta que formamos parte como filiales de la central, es que primero que nada se respete el medioambiente, se respete la normativa del país, o sea, la Constitución, las leyes en general, toda la normativa laboral, especialmente de la seguridad, la seguridad social, los grupos salariales que corresponden.
El gobierno anterior afirmó que este proyecto creará unos 3000 empleos.
Nosotros exigimos una contrapartida, no solamente en mano de obra para la construcción de la planta, sino también, por ejemplo, que haya una red de proveedores nacionales, especialmente de las pequeñas y medianas empresas (pymes) y de empresas que tengan diferentes rubros que puedan proveer tanto equipos como servicios a este proyecto de gran porte. Es fundamental dinamizar la zona. Si estamos hablando de Paysandú, es esencial, por ejemplo, tener en cuenta que muchas fábricas metalúrgicas podrían trabajar por ahí, alguna del plástico y todo lo que es construcción, es decir, hay diferentes ramas que podrían ser proveedoras del proyecto antes, durante y después de la construcción. Como contrapartida, además, como se les exonera de una cantidad de millones de dólares a este tipo de proyectos tan importantes, debería haber alguna garantía de estabilidad por determinada cantidad de años, o sea, buscar un sistema a través del cual, considerando que les damos esto como sociedad, como país, nos den ciertas garantías. Entonces, no nos puede pasar lo de Yazaki, que de un día para el otro cerró y dejó en la vía a miles de personas.
¿Considera viable que el desarrollo de proyectos de hidrógeno verde forme parte de una estrategia más amplia que beneficie a los trabajadores?
Nos parece importante desde dónde cada uno opina. Nosotros opinamos como sindicatos industriales, por un lado, y también dentro de los sindicatos industriales están los trabajadores que podríamos estar involucrados directamente, no solamente la gente del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca), ahí te hablo como metalúrgico. Yo no sé los cientos de trabajadores al detalle que podrían ingresar acá, pero está difícil hacerle la contra a algo que podría implicar por lo menos dos o tres años de trabajo directo más los indirectos. Entonces, están bien las críticas que se puedan hacer, está bien el control estricto del medioambiente y varias cuestiones que tienen que ver con todas esas áreas que son fundamentales, pero también, de alguna manera, como confederación, hay que tener cuidado con la defensa del derecho de la gente al trabajo. Esto es bien simple, si yo en mi casa tengo la heladera llena es una cuestión, pero si estoy sin trabajo hace meses e incluso si estoy hace algún año sin aportar y me dan la posibilidad, seguramente me tire de cabeza. Entonces, nosotros somos respetuosos de todas las opiniones y también de aquellos compañeros que nos dicen y con razón, “no me tranquen esto que me quedo sin laburo y sin alimentación y sin tener una vida digna como trabajador”.