Unas 427 familias cubanas residentes en Uruguay exigieron al gobierno uruguayo que acelere los trámites para poder reencontrarse con sus familiares que quedaron en la isla. Al mismo tiempo reclaman una solución a Nicaragua por el inminente cierre de la embajada de ese país en Uruguay.
En los últimos cinco años el flujo de emigrantes cubanos que han llegado a nuestro país es el más numeroso después de la diáspora argentina y venezolana. Pero los cubanos requieren un proceso de regularización más complejo que el resto porque se les exige una visa de ingreso. Por ese motivo, muchos se arriesgan a atravesar los territorios de Guyana, Brasil, hasta llegar a Uruguay por la frontera seca del norte del país, donde solicitan el refugio para “regularizar” su ingreso en función de lo que prevé la Ley 18.076, referente al derecho de los refugiados.
Cuando un matrimonio (o uno de los padres) se radica en Uruguay, inician la documentación para renunciar al estatus de refugiado y poder dar comienzo a la regularización de los trámites. Los cubanos pueden obtener la anhelada visa siempre y cuando acrediten llevar más de un mes trabajando formalmente -con aporte jubilatorio al Banco de Previsión Social (BPS)- o con una carta de invitación de un familiar uruguayo tras medio año de estancia en el país.
Pero la pandemia de la covid-19 enlenteció todavía más el proceso de regularización de los cubanos que, desde noviembre, reclaman mayor celeridad. Informes publicados recientemente en El País y La Diaria dan cuenta que, entre las familias afectadas, hay quienes llevan más de cuatro años separados de sus hijos, parejas y padres.
Más allá de que, en el marco de la emergencia sanitaria por la pandemia, Uruguay mantiene sus fronteras cerradas para los extranjeros (de forma parcial desde febrero), se permite el ingreso excepcional ante determinadas situaciones. Una de las cinco excepciones es la “reunificación familiar” (con padres, cónyuges, concubinos, hijos solteros menores o mayores con discapacidad) según lo que prevé el artículo 10 de la Ley 18.250 (ley de Migración) y el Decreto 159/2020.
Para estos casos, la persona que se encuentra en Uruguay debe gestionar la autorización de ingreso de su familiar, para lo que deberá adjuntar los testimonios de las partidas que acrediten el vínculo, debidamente apostilladas o legalizadas. En los casos de unión concubinaria, deberá ser probada mediante sentencia judicial de reconocimiento de unión concubinaria, o con un certificado notarial que acredite dicho vínculo, por un período no menor a los cinco años.
Reclamaron en cancillería y entregaron un comunicado
El martes de la semana pasada, un grupo de ciudadanos cubanos que ingresaron a Uruguay en calidad de refugiados y residen en el país se manifestó enfrente a la cancillería para entregar una carta firmada por 100 personas, en la que solicitan que se retomen y se agilicen los procesos de aprobación de las visas y los trámites de residencia que quedaron trancados desde el inicio de la emergencia sanitaria.
Según consignó La Diaria, desde el Ministerio de Relaciones Exteriores afirmaron que desde la reapertura parcial de fronteras se comenzaron a normalizar dichos trámites y en lo que va del mes de febrero ya fueron aprobadas 33 solicitudes. Desde esa cartera, aseguraron que las residencias también se están empezando a tramitar nuevamente, a través de la Dirección Nacional de Migración, y todos los viernes por la web se libra una cantidad de cupos para la semana siguiente. Pero explicaron que el problema es que, por lo general, “hay más solicitudes que cupos”.
3 de cada 10 niños o adolescentes cubanos llegó a Uruguay sin la compañía de un adulto, según un informe de Unicef y el Programa de Población de la Udelar.
Los residentes cubanos que quieren reencontrarse con sus familiares expresaron en la carta: “no pedimos hacer viajes de turismo. Estamos abogando por el estatus migratorio para hacer el trámite de reunificación de niñas y niños alejados de sus padres y familias, quienes estamos sufriendo la distancia por la situación mundial que nos dejó la pandemia. Entendemos que debemos aprender del coronavirus sin alejarnos aún más de nuestros seres queridos”.
Un informe sobre Dinámicas Familiares de las Personas Migrantes en la ciudad de Montevideo, publicado en noviembre por Unicef y el Programa de Población de la Universidad de la República, da cuenta de que 3 de cada 10 niños o adolescentes cubanos llegó a Uruguay sin la compañía de un adulto. Advertía además que, en el año 2018, las familias cubanas estaban compuestas por 2,48 miembros y casi una persona (0,78) de esa familia todavía vivía fuera de Uruguay.
De las 427 familias de cubanos que reclaman al gobierno uruguayo que se aceleren los trámites de visas, residencia y reunificación familiar, un 60% necesita reencontrarse con sus hijos, un 20% con su pareja y otro 20% con sus padres.
Perjudicados por cierre de embajada de Nicaragua en Uruguay
Además del reclamo frente a cancillería, una centena de cubanos se concentraron a lo largo de la semana pasada frente a la embajada de Nicaragua para reclamar soluciones ante la suspensión de los trámites de las visas, debido al inminente cierre de la sede diplomática que, según informó cancillería, pasará a funcionar desde Santiago de Chile, mientras que, simultáneamente, Uruguay cerrará su sede en Managua (capital de Nicaragua), la que pasará a funcionar desde Guatemala.
Los denunciantes alegaron que no fueron informados en tiempo y forma sobre el inminente cierre de la sede diplomática de Nicaragua y que varios de ellos tenían pasajes comprados para viajar hacia ese país. El tema crucial es que la embajada nicaragüense en Uruguay funcionaba desde hace tiempo como la vía más utilizada para que los migrantes cubanos puedan ingresar a Cuba de forma legal. La embajada exigía a los cubanos que deseaban obtener la visa turista para entrar a Nicaragua, contar con el pasaporte vigente y un boleto de avión comprado.
Según comunicó el blog Cubanos en Uruguay, este flujo migratorio se acrecentó en los últimos meses, y debido a esta masividad, fue suspendido (15 días atrás) el otorgamiento de visas a cubanos en dicha embajada. “Esta decisión desmedida, unilateral y poco solidaria, ha afectado a un gran número de migrantes de la comunidad de cubanos en Uruguay, debiéndose esta afectación a los propios requisitos que exige la representación nicaragüense para otorgar visas”.
“Al no realizar con antelación el comunicado referente a la medida a adoptar, no existir una publicación en medio alguno y no contestar a los tantos contactos tratados de realizar por parte de la comunidad afectada”, el colectivo de cubanos culpabiliza a la embajada de Nicaragua por los “daños y perjuicios ocasionados”.
Agregaron que “las personas que decidieron tiempo atrás realizar este trámite, y ya habían comprado boletos para viajar a Nicaragua (y solo esperaban realizar los trámites de la visa, para poder viajar legalmente) están afectados ahora, sin respuesta, sin saber si perdieron su dinero o no; y lo más triste de muchos casos es que ya varios que tienen fecha de vuelo para el actual mes, por lo que han cancelado los trabajos y vendido muchas pertenencias para realizar ese sueño”.
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