El Colegio de Contadores, Economistas y Administradores del Uruguay (Cceau) rechazó el proyecto del Ejecutivo para reformar la Caja de Profesionales, al considerar que carga excesivamente a los pasivos y desalienta a los activos. En su lugar, propuso una alternativa solidaria que no implicaría costos adicionales para pasivos, activos ni el Estado. La presidenta del Cceau dialogó con La Mañana sobre la propuesta y advirtió que, de no tomarse medidas urgentes, “corre riesgo el pago de las pasividades”.
Las autoridades del Cceau, encabezadas por su presidenta, Cristina Freire, se reunieron la semana pasada con los diputados integrantes de la Comisión Especial sobre la Caja de Profesionales que estudia el proyecto de ley presentado por el Poder Ejecutivo. Tras el encuentro, Freire informó que no están de acuerdo con las propuestas planteadas en el proyecto, ya que se estaría cargando de manera abusiva el bolsillo de los profesionales pasivos y desalentando la pertenencia de los activos que ya aportan –o aportaron–.
“La institución tiene 110.000 profesionales que se declararon en no ejercicio. Por eso, planteamos que esos 110.000 comiencen a aportar, pero sin afectar su bolsillo, sino que parte de lo que la mayoría de ellos ya aportan a las AFAP se destine a la caja”, explicó.
Ese monto que plantea la presidenta del Cceau como aporte sería equivalente a la primera franja de aportes de la caja, ubicada en la actualidad en unos $ 6500. “Eso le va a permitir al dependiente tener un aporte alternativo y seguir su propia carrera dentro de la misma caja si así lo quiere, con todos los derechos que se generan por ello”, indicó. Agregó que de esta forma “se respeta el principio de solidaridad que está presente en todas las cajas paraestatales”.
A futuro, lo que no percibirá de renta por AFAP lo compensará con una pasividad por la Caja Profesional.
Los diputados escucharon las propuestas y, para llevarlas a cabo, será necesario adecuar algunas leyes, así como contar con información confidencial que hoy manejan únicamente el BPS y la Caja Profesional. “El Colegio no tiene acceso a esa información, pero sí es fácil obtener entre los organismos”, comentó.
“La idea cayó bien en la comisión y ahora deben estudiarla. Con lo que nosotros no estamos de acuerdo es con que se hable solamente de un mayor aporte de los pasivos, que sería mucho más gravoso que el propio IASS (Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social), y a su vez un aumento de aporte de los activos que sería de 4% adicional, lo que agravaría la situación porque llevaría a elevar la cantidad de profesionales que se declaren en no ejercicio”, sostuvo Freire.
Otra de las medidas presentadas por el Cceau fue la adecuación del artículo 71, correspondiente al costo de los timbres profesionales. El planteo es que no sean fijados en base a un promedio de dos índices, sino solamente al Índice Medio de Salarios (IMS), al igual que se ajustan las pasividades de la caja.
El Colegio de Contadores, al igual que la Caja de Profesionales, se pronunció en contra del proyecto de reforma del Poder Ejecutivo. ¿Cuáles son las principales preocupaciones con respecto al articulado?
Nos preocupa la situación financiera de la caja que requiere una urgente solución. Nos preocupa asimismo el error que dice tanto el Poder Ejecutivo como la propia caja acerca de la solución, que repite los conceptos de la ley exprés rechazada y aumenta el daño que le produce al sistema. La solución que han planteado es tan elemental como aumentar la recaudación subiendo la cuota a los activos, bajar las pasividades con una nueva contribución, y que el Estado ponga menos de lo que nos saca.
Usted mencionó que el proyecto carga “abusivamente” sobre los pasivos y desalienta a los activos. ¿De qué manera sucedería esto?
Exacto, si a los activos les aumentan su cuota y por otro lado les reducen la posibilidad de jubilarse, unido a que la solución no se presenta con las garantías de ser definitiva, eso los desalienta. Y a los pasivos que ya pagan el IASS sobre sus pasividades que no son las más altas del sistema, se les pretende agregar una tasa mayor que el IASS. Eso es abusivo.
¿Qué lectura hace sobre la realidad de que haya 110.000 profesionales en no ejercicio?
Este es el principal problema, que se genera a partir de la posibilidad de ejercer la profesión como dependiente sin aportar a la Caja Profesional. Esto se dejó crecer y termina con esta situación que refleja la falla del pilar fundamental, que es el de la solidaridad entre todos los profesionales, más allá de la forma de ejercicio.
¿Qué mecanismos proponen para asegurar que esos profesionales comiencen a aportar sin afectar directamente su bolsillo?
El Cceau ha propuesto que de los 110.000, los que aportan al BPS y a la AFAP, de su aporte a la AFAP se destine lo mismo que la cuota de la primera categoría mensualmente a la caja. Esto alcanzaría a los mayores remunerados (más de $ 140.000 nominales aproximadamente) y con una cuota mensual de $ 6500 tendrán los derechos que da la caja a jubilarse y a facturar como profesionales independientes. La carrera profesional se adecuaría al sistema común de jubilación, con escalas progresivas para los mayores. Nuestros cálculos indican que, con una aportación en primera categoría, se obtiene una jubilación más ventajosa que la renta vitalicia que otorgaría una AFAP por ese ahorro de $ 6500.
¿Se han estudiado los impactos que implicaría redirigir parte del aporte actual a las AFAP hacia la Caja Profesional?
Los impactos son todos positivos en relación con el proyecto de ley planteado. En primer lugar, se opta por una solución genuina, ampliando la base de aportantes entre los profesionales, recuperando la esencia solidaria de la caja. En segundo término, no se requiere asistencia del Estado ni por vía de Rentas Generales ni del BPS. En tercer lugar, no se incrementa el aporte de los activos. En cuarto lugar, no se reducen las pasividades. Y, finalmente, si se adecua la escala de aportes y la carrera profesional, se ajustan los valores de los timbres al IMS, con la base de aportantes ampliada, esta solución asegura la viabilidad por más tiempo que el propuesto.
¿Tienen estimaciones sobre cuánto se podría recaudar con su propuesta y si eso sería suficiente para la sostenibilidad de la caja?
El déficit es de US$ 51.000.000 a un tipo de cambio de $ 42. Equivale a $ 2.142.000.000. Asimismo, esto equivale a unos 28.000 nuevos aportantes en la categoría 1, de aproximadamente $ 6500 cada uno.
¿Qué ventajas tendría que el costo de los timbres profesionales se ajuste por el IMS, que es una propuesta en línea con lo que plantea la caja?
Los diferentes ítems de la caja se ajustan al IMS (por ejemplo, las escalas de categoría, las pasividades). Por lo tanto, ajustar los timbres al IMS sería coherente con las actuales prestaciones de la Caja Profesional.
¿Cómo fueron recibidos sus planteos por parte de la comisión que estudia el tema en el Parlamento?
Es muy difícil de definir. Pensamos que fue una idea novedosa, que no se había planteado hasta ahora, y por lo tanto requiere estudio. Así lo manifestaron algunos diputados de la comisión.
¿Qué se puede esperar a futuro de la Caja Profesional si no se implementan correcciones con la urgencia que se requiere ahora?
La situación es realmente preocupante. De no atenderse a la Caja Profesional, sería su default. Corre riesgo el pago de las pasividades, llevando a la preocupación de los interesados.
La solución que planteó el Colegio es la más equitativa y solidaria. No modifica las escalas de aportes a los activos, ni recae una nueva prestación a los pasivos. Y tampoco el Poder Ejecutivo tiene que aportar. Con el aporte de una parte de los que hoy figuran como no aportantes, se cubre el déficit actual de la caja.