Durante el período anterior hizo públicas sus discrepancias con el manejo y funcionamiento del Sistema Nacional Integrado de Salud. En entrevista concedida a La Mañana, el senador por el Partido Nacional Sergio Botana hizo un análisis de la situación económica actual de ASSE.
Con el resultado de la elección nacional, uno de los temas planteados por la nueva administración fue respecto de las deudas contraídas por ASSE en la gestión anterior y el manejo de recursos. Desde su posición, ¿en qué situación está y cuáles habrían sido las causas?
Es un tema que estaba complicado y que no sé cómo se va a manejar en este período, porque todavía no surge información de cómo se va a manejar. Hubo allí alguna cuestión que a mí me preocupó, así como creo que es excesivo todo lo que critica el nuevo gobierno respecto del anterior. Porque en realidad este gobierno en su performance del manejo de los recursos, Lacalle Pou con el Ministerio de Azucena Arbeleche fue bastante mejor que las administraciones anteriores en materia del manejo del déficit, el manejo de certezas de las previsiones, de control de la inflación, de la generación de estabilidad, de la mejora del empleo, del crecimiento de la economía, aún en situaciones complicadísimas de la formalización del empleo. Acá hubo un gobierno que trabajó con seriedad, que trabajó bien, pero ahí tenemos unas salidas bastante extemporáneas. Muchos dirigentes frenteamplistas, para justificar su inacción o para justificar lo que sabían que eran críticas mentirosas, aumentan las críticas para justificar incluso movimientos.
Ahora, así como te digo todo esto en general, en materia de salud había alguna práctica allí en ASSE que era complicada. Por lo pronto, la de contabilizar cuando se pagaba. Entonces se generó una diferencia entre el presupuesto y el gasto que existió. Para nosotros, eso es así, no hay mucha vuelta, en algún momento fue una diferencia absolutamente necesaria, porque con una pandemia arriba el país tenía que hacer lo que hizo. Después, en otros momentos, no sé cuánto se justificaba, incluso hay una salida en plena campaña electoral del Cr. Behrend, quien se encargaba de la hacienda, diciendo que se había quedado sin recursos. En realidad lo que había hecho era que había administrado muy mal los recursos. Entonces, ligeramente había una situación complicada en esta área en particular. Obviamente, lo otro que dicen es todo mentira.
Desde sectores como la FUS cuestionaron al Sistema Nacional Integrado de Salud, responsable de la situación financiera del mutualismo. Hoy, “el padre de la criatura”, Daniel Olesker, es el vicepresidente de ASSE, ¿qué puede cambiar Olesker en esa posición?
Que el padre de la criatura sea Olesker es bueno para que el propio Olesker haga evolucionar el sistema. El problema es lo que él piense, porque si creó el sistema, lo conoce bien y debería tener la capacidad de superar los defectos del sistema. El problema que vemos es que allí hay, primero, un brutal juego de intereses que es gravísimo; segundo, hay una ineficiencia en la prestación de los servicios, estamos hablando de que un sistema que cuesta a los uruguayos 3000 millones de dólares por año, es decir, el valor de la tierra de todo un departamento es como si cada año se nos fuera en la salud, la decimonovena parte del valor del territorio nacional, pero además le tenemos que agregar 800 millones de dólares más. Lo peor de todo es que le ponemos toda esa plata ¿y cuál es el resultado? Que los especialistas demoran cada día más en atender a la gente, que la gente está cada día más desguarnecida. ¿Cómo me explican a mí lo que le hicieron a Casa de Galicia, o lo que le han querido hacer a Casmu? La verdad es que ahí, en eso, está todo mal.
La pregunta es por qué hasta ahora no ha habido solución. Es más, la política al respecto de las deudas planteadas sigue siendo la misma, se dilata la solución, pero se aumenta el problema, a la vez que no se paga y se sigue contratando.
Uruguay le ha venido entregando sus grandes sistemas a los profesionales de cada área y eso termina mal, ¿no? Le entregamos la salud a los médicos, le entregamos la seguridad a la Policía, le entregamos la educación a los educadores, y bueno, y han creado como sistemas endógenos en los cuales los profesionales de esas áreas tratan de servirse a sí mismos, no al país. Tienen una visión de que el sistema sirva al sistema y no a la sociedad, como debe ser. Se tapan demasiadas cosas, los docentes no van a trabajar un día de cada cinco y no pasa nada, el tema de la salud demora todos estos meses y cuesta plata, de la seguridad no quiero hablar. Entonces, ahora quiero ver de estos políticos, que están nada más para el qué dirán, quién le pone el cascabel al gato. Y claramente tenemos una política de políticos que están no para hacer bien, sino para quedar bien.
Hay quien plantea que ASSE y las RAP no deberían existir en las condiciones actuales. ¿Está usted de acuerdo con que sea el Ministerio de Salud Pública quien brinde los servicios y controle el orden total de la salud?
A mí lo de ASSE me parece bien, tener una administración de los servicios de salud con una organización de ese tipo. Lo único que también me gustaría ver allí, en esos lugares, es a representantes del pensamiento político-ciudadano, gente que dé la cara políticamente por esas cosas, porque si lo sigo o se lo entregué a los que son técnicamente de esa área y lo arruinan, yo sé que tengo muy poca esperanza de renovar el sistema.
¿Existe voluntad política para lograr estos cambios?
Pero qué va a haber, es más, no existe voluntad política y no sé cuántos se animan a hacerlo. O sea, tengo el temor de que siquiera se animen mucho.
Para sorpresa de las nuevas autoridades, la gente sigue haciendo largas colas para obtener un medicamento y pasando toda una noche para conseguir hora con una especialista. ¿Se puede buscar una solución, en especial para los pacientes del interior profundo?
En Cerro Largo conseguimos que a la gente se la atienda en plazos de entre una semana y quince días.
¿Estamos hablando de especialistas?
Lo que pasa es que nosotros ahí llevamos una ventajita. El doctor Pablo Duarte es el director del el Centro de Imagenología Molecular [Cudim] y la verdad es que ha servido al interior de la república atendiendo con otra cabeza, de otro modo. Ahí el Uruguay ha mejorado bastante y ahí hubo cambios, porque el Cudim es de los organismos que ha buscado descentralizarse y, de hecho, está instalándose en Salto, en Melo, se está instalando en el Hospital del Cerro, se instaló en el Hospital Militar. Hay allí un fuerte trabajo de descentralización. En Durazno también, no hay otro servicio, hay una fuerte intención de descentralizar que, justamente, cambia lo que es el resto de la atención de los demás servicios.