Mientras Rosario se convertía en el epicentro de una violencia inédita en Argentina, un periodista se empeñaba en contar lo que ocurría más allá del tiroteo y el titular policial. Germán de los Santos no solo narra la historia; la investiga, la contextualiza y, sobre todo, la vive. Su libro Los Monos es la obra definitiva para entender la metamorfosis de una ciudad, pero su trayectoria es la de un cronista que hizo del rigor y la valentía un solo oficio.
Antes de que el nombre Los Monos resonara en todos los medios nacionales, Germán de los Santos ya caminaba las calles de Rosario con una libreta en la mano. Su carrera comenzó en la redacción de El Ciudadano, un diario local donde forjó las bases de un periodismo cercano al suelo, alejado de los despachos oficiales. Esa formación en el periodismo de proximidad le dio una comprensión única de la geografía social y urbana de la ciudad. Aprendió que, para entender el crimen organizado, primero hay que entender el barrio, sus dinámicas, sus silencios y sus miedos.
Este conocimiento lo llevó, más tarde, a desempeñarse como corresponsal en Rosario para medios de alcance nacional como La Nación y El Litoral. Desde allí, sus crónicas comenzaron a tejer una narrativa más compleja y profunda que la simple nota roja. No se limitaba a informar sobre un homicidio; rastreaba su conexión con una disputa territorial entre bandas, la posible connivencia policial o la estructura familiar detrás de un clan narco.
La publicación de Los Monos. La historia de la familia narco que convirtió a Rosario en el infierno (escrito en coautoría con Hernán Lascano) en 2017, fue un punto de inflexión. El libro no fue solo un éxito de ventas; se convirtió en un material de consulta obligatoria para fiscales, periodistas y académicos. Su valor radica en la minuciosa investigación que logra reconstruir, con lujo de detalles, el ascenso del clan narco más temible de la ciudad, liderado por Ariel El Guille Cantero y los hermanos Claudio, Marcelo y Alejandro El Loco Machuca.
La investigación para el libro fue un trabajo de alto riesgo. En una entrevista previa, De los Santos reveló que, al momento de la publicación, ningún miembro de la banda había sido condenado. Esto significaba que la organización criminal aún operaba con total impunidad y poder. La publicación fue interpretada por Los Monos como una afrenta directa.
Las amenazas se materializaron de inmediato. El periodista y su coautor sufrieron amedrentamientos tan concretos que debieron contar con custodia policial por un tiempo prolongado. Vivir bajo custodia en la propia ciudad que se cubre es una experiencia que marca a cualquier profesional, y De los Santos no fue la excepción. Esa etapa lo obligó a medir cada paso, a evaluar cada fuente y a convivir con la presión constante de saber que su trabajo había tocado fibras sensibles del poder criminal.
Un dato que suele quedar opacado por su expertise en seguridad es que Germán de los Santos es también un corresponsal de guerra experimentado. En 2001, viajó a Afganistán para cubrir el conflicto en los inicios de la Guerra contra el Terrorismo liderada por Estados Unidos. Dos décadas después, en 2022, volvió a enfundarse el chaleco antibalas para reportear desde Ucrania tras la invasión rusa.
Esta experiencia en conflictos bélicos armados le proporciona una perspectiva única al analizar la violencia en Rosario. Él mismo ha hecho paralelismos, señalando que la estrategia de las bandas narco para controlar territorios, el uso de armas de guerra y la psicología del miedo impuesta a la población tienen puntos en común con lo visto en zonas de conflicto internacional. Esta mirada amplía el foco y evita el facilismo de catalogar la violencia local como un mero problema “policial”.
Consciente de que el periodismo tiene un rol social fundamental, Germán de los Santos dedica una parte de su tiempo a la docencia. Es profesor de la cátedra de Periodismo de Investigación en la Universidad de Concepción del Uruguay (UCU) y también ha impartido clases en la Universidad Católica Argentina (UCA).
En sus clases, insiste en la rigurosidad y el contexto. Transmite a las nuevas generaciones la importancia de ir más allá del periodismo policial, de chequear cada dato en un tema donde un error puede costar caro, y de entender que el narcotráfico es, ante todo, un negocio económico con profundas ramificaciones políticas y sociales. Su misión es formar periodistas que puedan contar estas historias con precisión y profundidad, sin sensacionalismo.
Su trabajo no ha pasado desapercibido y su trayectoria ha sido respaldada por los premios más prestigiosos del periodismo argentino. Ha recibido en dos ocasiones el Premio Adepa (2015 y 2022) a la mejor investigación periodística. En 2017, la Fundación Konex le otorgó un Diploma al Mérito en la disciplina Periodismo Gráfico, reconociéndolo como uno de los periodistas más destacados de la década. Más recientemente, en 2023, la Academia Nacional de Periodismo le concedió la Pluma de Honor, un galardón que destaca una carrera de ética y excelencia.
Estos reconocimientos no son solo para él, son un espaldarazo a un tipo de periodismo que, en tiempos de inmediatez y titulares fugaces, se empeña en profundizar, conectar los puntos y asumir riesgos para contar una verdad incómoda pero necesaria.
Germán de los Santos es mucho más que el autor de Los Monos. Es un arqueólogo de la violencia, un periodista que decidió quedarse en su ciudad para contarla en toda su complejidad, aun cuando eso significó poner en riesgo su propia seguridad. Su trabajo ha servido como una alerta para Argentina y, como se ve en su reciente visita a Uruguay, para toda la región.
Su mayor lección, hasta ahora, es haber demostrado que el crimen organizado no surge de la nada. Florece en un caldo de cultivo de complicidades estatales, oportunidades económicas perdidas y un Estado que, a menudo, llega tarde. A través de sus artículos, su libro y sus clases, Germán de los Santos no solo explica el pasado de Rosario, ilumina los riesgos del futuro de otras ciudades, como Montevideo.




















































