¿Cómo surgió tu vocación?
Cuando miro hacia atrás y conecto los puntos me doy cuenta de que siempre tuve la vocación del desarrollo. En mi juventud practiqué deporte de alto rendimiento y lo que más disfrutaba era aprender y mejorame. Luego, desde la arquitectura me encantaba formar equipos en las obras o en los proyectos, acompañar el desarrollo de las personas y aprender de ellas. Hoy me apasiona poder compartir mi experiencia, aprendizajes, errores y contribuir en su crecimiento.
¿Cómo fueron tus primeros pasos en este camino?
Lo primero fue escucharme y entender que quería hacer un cambio. Serme fiel a lo que sentía en ese momento. A pesar del miedo y la incertidumbre del cambio, salir de mi comodidad. Hubo algo de suerte o casualidad en encontrar la posibilidad de trabajar en Xn. Y a eso se le agrega el prepararme, estudiar y estar dispuesta a fracasar en el intento. Como dice Séneca: “La suerte es donde confluyen la preparación y la oportunidad”.
Convencida de que tenía mucho sentido dedicarme a algo que podía tener un gran impacto en las personas. Entender que los estudios no terminan nunca y que seguir aprendiendo en nuestra vida adulta es clave. Sobre todo, cuando llegamos al mundo de las organizaciones y nos enfrentamos ante el desafío de interactuar con personas, algo que no hemos aprendido en nuestro oficio o profesión.
Un consejo para alguien que está empezando y quiere hacer lo mismo que tú.
No dejarte llevar por el día a día, por el piloto automático o por la deriva. Parar, reflexionar, escucharte, serte fiel a lo que querés y tener tú mismo las riendas de tu destino. Y entender que el dueño y el responsable de llevarte más lejos también sos tú.
¿Qué te inspira?
Me inspira ayudar a otros a lograr sus resultados y a que sientan satisfacción y orgullo por lo que hacen. Me inspira trabajar con personas, compartir lo que sé y aprender de los demás.
¿Qué desafíos has tenido que sortear?
En el camino hay muchas dificultades. No ha sido fácil, hay que estar dispuesto a pagar el precio. He tratado de poner foco, tiempo y energía en aquellos problemas que están dentro de mi zona de influencia para resolverlos. Y sobre los que no dependen de mí, aceptarlos y trabajar en mi actitud, con la cual enfrentarlos.
¿Tu lugar en el mundo?
Me encanta Barcelona, es una ciudad en donde viví y tiene un gran significado para mí. Adoro Punta del Este, me transporta a mi infancia, al verano y a la playa.
¿Un referente en tu vida o alguien que confió en ti?
He tenido varios referentes que han confiado en mí en diferentes ámbitos de mi vida. Mi entrenadora en el deporte, mi familia, mis líderes en el mundo laboral y más recientemente a Enrique Baliño, quien fue mi coach y luego me abrió las puertas de Xn y me invitó a ser parte.
¿Una asignatura pendiente o proyecto por realizar?
He intentado hacerle check a mi lista de sueños. No olvidarla y de a poco buscarle un lugar a esas cosas que quiero hacer. Le hice check a correr una maratón de 42 km. Le hice check a cruzar 100 km en los Andes. Le hice check a aprender a cantar. Le hice check a viajar. Le hice check a ver los Juegos Olímpicos.
Algo pendiente era volver a nadar, que es una de mis pasiones y la tenía olvidada. Pero lo retomé este año. Y seguramente surja algún nuevo check por hacer.
¿Qué valores fundamentales buscas transmitir con tu actividad?
A través de todo lo que hacemos en la academia y en Xn, queremos mejorar la calidad de vida en los lugares donde trabajamos, una persona, un líder, un equipo, una organización a la vez.
¿Qué es la felicidad para ti?
La felicidad para mí está en esa coherencia personal, en el equilibrio entre lo que hago y el sentido que eso tiene. Trato de encontrar la felicidad en soñar en grande y disfrutar de lo pequeño. En algún momento soñé con ser una deportista olímpica y no lo logré. Sin embargo, disfruté del proceso del entrenamiento. Hoy disfruto de trabajar en construir mi mejor versión y hacer cosas que me gustan como el deporte, mi trabajo, pasar tiempo con la gente que quiero, un café, el amanecer, la música, la naturaleza.
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