Por Gerardo González Dolci
El próximo viernes 21, a las 19 y 30 horas, en el Club de Residentes de Treinta y Tres en Montevideo, ubicado en la calle Maldonado 1582 casi L. Carnelli, se presentará un nuevo tomo de Breves Historias de Treinta y Tres, un emprendimiento de divulgación histórica de mi autoría, que se compondrá de una colección de cinco tomos y que fuera iniciada en 2021.
Los libros, que me gusta calificar como ventanas abiertas al pasado regional, tienen como característica común el integrar capítulos multitemáticos, redactados en formato de artículos periodísticos, hecho que conlleva las enormes ventajas de haber sido escritos en lenguaje coloquial, y constituyen cada uno un relato completo, que también aporta facilidad y amenidad a la lectura y los hace accesibles para cualquier franja etaria. Los artículos históricos cuentan con la debida rigurosidad y soporte documental emanado de años de investigación de la historia regional en repositorios documentales, y están en su mayoría ilustrados con fotografías de época, relativas al hecho que se narra.
En ellos no se realiza una narración continua y cronográfica de los hechos, sino que en cada uno hay artículos referentes a distintos aspectos de la historia: la revolución oriental, la evolución de la propiedad de la tierra, de la villa hasta ser capital y luego su organización administrativa, hechos sociales, de progresos en las comunicaciones, el comercio y el trabajo, sin obviar las crónicas rojas y apuntes biográficos de una veintena de personas y familias de honda repercusión en la región.
Brevemente, podemos sintetizar el contenido de los primeros tres tomos de la siguiente manera. El primero comienza por tiempos previos a la fundación de la ciudad, en 1853, con temas de la propiedad de las tierras, episodios de la revolución oriental, la problemática de la época de secuestro de esclavos, el viaje de Giró y la fundación de la villa, el departamento y su administración, los caminos, pasos y centros poblamos y la llegada del ferrocarril (1911). Termina con varios artículos de la crónica roja, donde se destacan los crímenes de Avestruz del Clinudo y otros, y mis versiones de los más famosos hechos conocidos: Dionisio Díaz y el crimen de la Ternera.
El segundo tomo encara un aspecto más social y cultural, la creación de algunos barrios, los monumentos y mojones, festejos patrios y la descripción de un casamiento de principios de siglo; la primera exposición ganadera y la sociedad de fomento, y un episodio destacado de la historia local donde blancos y colorados se juntan por la paz y el progreso, hecho que culmina con la construcción del Puente Viejo sobre el Olimar.
El tomo tercero, por su parte, se ocupa casi en su totalidad a familias, personas y emprendimientos que hicieron el Treinta y Tres de hoy: los Perinetti del Molino, los Jefferies, ganaderos de punta, Carlos Alonso y su vida novelesca, los vascos Zabalegui desde el martillo a la fábrica, el club rural Armonía, en Leoncho, el “altillo” de Iza, en el Carmen, Juan María Lago, abogado y político de Avestruz; Marcelino Barreto, soldado de la patria, fundador de Treinta y Tres; Angelo Passano, el italiano que dio nombre a un pueblo; El coronel Agustín Urtubey, militar y político de familia patricia; Fructuoso del Puerto; el coronel Amaro, el de los cerros, y Javier de Viana en los primeros años treintaitresinos.
La anunciada nueva ventana al pasado
La aparición del Tomo 4 de Breves historias de Treinta y Tres (edición de autor, Tradinco SA, Montevideo, setiembre de 2025) constituye entonces un hito más del ambicioso proyecto homónimo, y en esta oportunidad el libro incluye una quincena larga de artículos que recorren distintas temáticas y épocas históricas.
Comienza con el desarrollo de la vida y obra de un polémico inmigrante vasco español llegado a la hoy ciudad de Treinta y Tres para ser dependiente de comercio, siendo aún menor de edad en 1855, don Lucas Urrutia, que con esfuerzo viendo las carencias del medio volvió a Montevideo y en un par de años se recibió de escribano, volviendo a ejercer a la Villa donde en poco tiempo se convirtió en la persona más influyente, odiado y amado por sus contemporáneos, pero sin dudas unos de los hombres que más hizo por el progreso de nuestra ciudad en la segunda mitad del siglo XIX, considerándose el creador del departamento, en el año 1884. Junto a sus diferentes acciones en favor del progreso, aparecen documentos generados por él que nos van pautando el crecimiento de la villa.
Otro de los artículos se refiere a la historia de dos familias rurales, los Fabeiro y los Desplats, narradas en torno a los libros de una pulpería y comercio de la zona del Yerbalito, conservados desde 1892 los primeros y hasta el año 1947, en el mismo local donde funcionó el comercio y a los que tuvimos acceso y constituyen una verdadera revelación del modo de vida rural de la época. Un desfile de personajes de relevancia en los primeros años del siglo XX en el medio citadino, como el doctor Miguel Bañales, el poeta Julián Silva Serrano y el filántropo y progresista doctor Francisco N. Oliveres se complementan con docentes de más adentrados los años, como Aramís Mancebo Rojas y Homero Macedo, o el recordado Pancho Oliveras, olimareño donante de más de 200 mil piezas al museo Nacional de Antropología.
Finalmente, se destacan un artículo detallando una veintena de cementerios rurales en un estado de abandono tal que han sido invadidos por la flora, con más olvido que patrimonio, y una investigación referente a las primeras escuelas del departamento y la enorme campaña llevada a cabo por el primer inspector departamental, que en su primer año de gestión duplicó las escuelas rurales, logrando además triplicar el número de alumnos escolarizados.
El autor
Investigador histórico, integrante del Centro de Estudios Histórico-Culturales de Treinta y Tres (CEHC), ponente y participante de Jornadas de Geohistoria Regional, Gerardo González Dolci es periodista colaborador en medio de prensa capitalinos (La Comarca, El Faro) en los años 90 fundador de un par de medios escritos en la capital olimareña y columnista habitual de los medios Carta del Olimar, Revista Caba y responsable del blog Del Olimar. Además de los cuatro tomos referenciados, es autor del libro El Cabito y más recuerdos de otro Treinta y Tres, y ha participado en tres tomos colectivos de Mirada para una Geohistoria Regional.




















































