Tras el fuerte temporal que afectó principalmente al departamento de Canelones, de los 92 productores que declararon algún daño, solo el 30% está registrado como productor hortofrutícola y el 10% tiene algún tipo de seguro. Entre los principales reclamos de los productores aparecen los altos costos y la baja adaptación de los seguros a la realidad granjera actual. La principal complejidad que las autoridades de la Dirección General de la Granja (Digegra) del MGAP encontraron fue la desactualización de la información del sector para dar respuesta rápidamente a los productores afectados.
¿Cuál es la cobertura de seguros de los productores afectados por el fuerte temporal de los últimos días de abril en algunas localidades de Canelones?
Junto con el Consejo Agropecuario Departamental de Canelones hicimos un registro para que todos aquellos quienes sufrieron daños en la unidad productiva o en sus viviendas estuvieran registrados. Vinculados a rubros granjeros u hortofrutícolas, tenemos 92 productores que declaran algún daño vinculado con los rubros que manejamos en Digegra. Hay un grupo de cuatro o cinco productores que declaran avicultura y otros tres o cuatro productores que no tenemos muy claro cuál es el grado de afectación. En este momento los técnicos de las agencias zonales de Digegra están haciendo el relevamiento en territorio para verificar que lo declarado tiene que ver con lo que sucedió y analizar en el marco de esa visita la vinculación con alguna de las propuestas que maneja el ministerio para atender esa situación. Dentro de esos 92 productores, hay un 30% que está declarado como productor hortícola-frutícola en el registro de Digegra, o sea que es muy bajo el nivel de declaración. Y solo el 10% cuenta con algún tipo de seguro. Según un reporte del Banco de Seguros del Estado (BSE) que recibimos del 21 de abril, de ocho denuncias de invernáculo, en total cubrían tres o cuatro estructuras, lo cual habla de un nivel bastante bajo de seguros. En este reporte no había ninguna denuncia por cultivos hortícolas a campo, sí algunos de manzanas.
¿Esta situación puede transformarse en una oportunidad para aumentar la cobertura de seguros en el sector granjero?
En este momento justamente estamos elaborando el comunicado anual vinculado a la ventana de apertura para el registro frutihortícola que va a ser durante el mes de junio. Queremos hacerle la mayor difusión para motivar a los productores y productoras a que se registren. Lo hemos dicho en otros espacios, en las mesas de desarrollo que hemos participado y en reuniones con gremiales y organizaciones que una de las líneas que queremos reforzar y trabajar dentro de la Digegra es tener buena información, eso significa tener un buen registro, que sea veraz, donde la información que esté sea la correcta, que además nos ayude para tomar decisiones de política pública. Y para ser más agiles en estas cuestiones. Porque si nosotros hubiéramos tenido un buen registro solo con nombre y cédula, sabríamos qué rubro tienen estos productores afectados, por ejemplo, y al otro día ya podríamos estar planificando estrategias de apoyo. Sin embargo, con esta falencia de registros lo que tenemos que hacer primero es que todos los productores afectados se anoten, luego tenemos que hacer el listado y luego tenemos que salir a validar que esa información a nivel de campo sea tal cual. Entonces es muy complejo tomar decisiones de política pública con mecanismos de este estilo. Vamos a retomar el vínculo con la Dirección de Estadísticas Agropecuarias (Diea) para empezar a tener nuevamente las encuestas anuales que se hacían otrora. Lo mismo intentar que el registro sea obligatorio, pero que sea auditable de manera de tener las herramientas para que si un productor bajo declaración jurada declara algo que no es correcto tenga penalización para que nosotros podamos fiarnos de esos registros y seguir avanzando en términos de política pública.
¿En términos generales cuál es la situación de cobertura de seguros para el sector granjero?
Esa es información que estamos generando porque no tenemos una base de datos actualizada. El convenio con el Banco de Seguros del Estado existe y está vigente. Nos va pasando los reportes y Digegra está al día con los pagos al BSE. Pero no tenemos ese análisis sobre cuánto han variado las coberturas o las superficies aseguradas. Estamos retomando a través de la propia Digegra un tema que no se venía trabajando, que había pasado a la órbita de Opypa (Oficina de Programación y Política Agropecuaria) exclusivamente. Y Opypa analiza en términos globales. En este caso lo que estamos haciendo es un análisis de los últimos siete años para ver cómo se ha modificado el acceso al seguro, pero también las superficies a asegurarse. Queremos empezar a analizar cómo nos paramos frente a este tema. El convenio sufrió un cambio en el año 2022, en la administración anterior, donde se bajaron los porcentajes de subsidios y además se modificaron las franjas. Esto, sumado a que no hay una actualización en los costos de producción, ha llevado a que la impresión que tenemos es que la cobertura de seguros ha ido bajando. Es lo que por lo menos plantean todas las gremiales, que es muy caro el seguro, que no se ajusta a la realidad actual.
¿Cuáles son las mayores preocupaciones que le transmiten los productores granjeros?
En realidad, hay varios planteos. Uno es en relación con los costos y a la baja adaptación que tiene los seguros en los términos actuales a lo que es la realidad. La otra preocupación es que es una herramienta necesaria pero que se tiene que adecuar mejor al sector, a las escalas y a los rubros porque no es lo mismo fruticultura que horticultura. Frente a estos avatares climáticos que cada vez son más frecuentes y cuando vienen son más dañinos, es una herramienta que hay que potenciar. Y lo otro que plantean es que cuando se recupera, se recupera parte del capital invertido y obviamente no se recupera el núcleo cesante. Ahí me parece que hay que trabajar también sobre la difusión para lograr penetración de los seguros dentro del sector y que se adapten a la realidad hortofrutícola, avícola y demás rubros comprendidos en la granja.
¿Cuáles son los principales lineamientos de su gestión al frente de Digegra?
Nosotros estamos trabajando de cara al presupuesto quinquenal y venimos delineando tres grandes bloques de acción. Uno tiene que ver con todo lo que es la inocuidad vinculada al concepto de soberanía alimentaria. Como Dirección de la Granja tenemos un componente muy importante en la generación de alimentos. Queremos promover todo lo que son aquellas líneas de trabajo en inocuidad, todo lo que se viene trabajando en los manejos de plagas, plan de bioinsumos, en las normativas vinculadas a la producción integrada para distintos cultivos. Todo lo que es capacitación y formación dentro del sector vinculado al uso de seguros fitosanitarios y las buenas prácticas agrícolas. Estamos terminando de elaborar el curso de buenas prácticas vinculado a las de faena predial que no estaba vigente hoy en día.
Después, hay un gran bloque vinculado a la generación de información para tomar buenas decisiones dentro del sector. Ahí estamos reflotando el espacio del Observatorio Granjero y el vínculo con la dirección de Diea (Dirección de Estadísticas Agropecuarias), llevando a mejorar la implementación de los registros vinculados a la trazabilidad en miel, trazabilidad hortícola, trazabilidad frutícola. Que tenga un espacio donde realmente los productores vuelquen la información que se les está solicitando y que se retroalimente con la realidad y todo lo que son los monitoreos de campo.
El otro eje tiene que ver con la difusión y la transferencia de esa información al sector para que los productores y productoras puedan tomar decisiones y planificar su estrategia productiva en función de un histórico. Y también para la dirección y para el propio ministerio, para saber hacia dónde van los números que nos van diciendo la realidad de manera de poder actuar preventivamente y no apagando incendios.