En febrero de 1998, Lorena Cardozo y Andrea de los Santos, fueron las dos primeras mujeres en ingresar a la carrera en el Cuerpo Comando de la Escuela Militar. En América Latina nuestro país fue uno de los pioneros en ingresar mujeres al Cuerpo de Oficiales junto con Ecuador y Bolivia, que ya tiene su primera mujer con grado de General de Cuerpo de Comando. No hay cuotas para el ingreso de mujeres a la Escuela Militar Uruguaya.
Hombres y mujeres en igualdad de condiciones hacen su prueba en el mes de enero de cada año, y entran quienes obtienen las mejores calificaciones. La única diferencia en las pruebas de ingreso está en la parte de Educación Física que responde a estándares a nivel internacional según estudios biológicos de diferencias entre hombres y mujeres. Ante pruebas diferentes, el resultante de la fuerza que tiene que hacer un hombre y el que tiene que hacer una mujer es el mismo.
La relación de mujeres que se presentan de postulantes a la Escuela Militar con respecto a los hombres es muy baja. Al día de hoy, entre las Armas de Infantería, Caballería, Artillería, Ingenieros y Comunicaciones, hay solamente cincuenta y siete egresadas. “Creo que es por una elección de la mujer”, dice Lorena, “que cuando opta profesiones quizás no tiene en cuenta la profesión militar. Tal vez porque les parece muy ruda y porque no es una carrera fácil, basada en la disciplina y donde hay que cumplir órdenes. Siempre en igualdad de condiciones con los varones”.
En diciembre de 2001 Lorena egresó con el grado de Alférez del Arma de Caballería. “Nunca antes me había subido a un caballo, pero me atrajo el sentimiento, arrojo y coraje que da el caballo”, señaló.
El cariño por Don Chelo y las jornadas de patrulla en las fronteras
“El espíritu que históricamente demuestra la Caballería es un sentimiento muy arraigado en mí. Mi primer caballo lo compré en cuotas. Yo no tenía el dinero y saqué un préstamo. A los seis meses se murió y tuve q pagar un año más de cuotas. Entonces la Unidad me prestó un caballo para competir”, relató Cardozo. “Mi caballo ahora se llama Don Chelo, en honor a mi padre, y tiene nueve años. La manutención corre por mi cuenta. Los soldados ayudan en las caballerizas pero es mi responsabilidad cuidarlo y me encanta”, agregó. “Le hablo mientras le cepillo las crines y esos mimos hacen que nos conozcamos. Somos un binomio. Muchas veces me he caído y siento bronca, aunque también muchas veces con su bondad y su nobleza, mi caballo me salva en un salto difícil. En mis horas libres me gusta montar porque me siento en paz. Don Chelo es un hijo más para mí”, confesó.
Dentro de la carrera militar los concursos son iguales para todos y ascienden quienes sacan las mejores calificaciones. “Yo me presenté a concurso de oposición y méritos en todas las jerarquías. En mi último ascenso para Teniente Coronel tuve la cuarta calificación y ascendí. Es un concurso muy transparente porque es con seudónimos y recién el ultimo día se reconocen a quien pertenece cada seudónimo y ahí se arma la calificación final delante de todos los concursantes”, explicó Lorena. “Nunca hubo una preferencia como para mostrar que permiten a las mujeres ascender, y yo tampoco lo permitiría. Por eso los cargos que he ostentado y la jerarquía q tengo actualmente, sé que me la merezco y nadie me la regaló”, añadió.
Actualmente la Teniente Coronel Lorena Cardozo es la Jefe del Regimiento “Patria” de Caballería Blindado N°8 de Melo. Tiene a su cargo diecisiete Oficiales y doscientas cincuenta personas dentro del Personal Subalterno.
“Realizamos patrulla de frontera, patrulla de reconocimiento que es una de las funciones de la Caballería. Vamos en jeep, a caballo y a pie. Cuando era Oficial subalterno a cargo de mis fracciones, iba al mando a caballo o caminando y mis soldados atrás. Los vecinos salían a mirar al principio. Ahora hay más mujeres, pero se sorprenden y se acercan a conversar”, dijo Cardozo.
Cerro Largo es una gran frontera seca con Brasil y los principales problemas transnacionales con que se enfrentan cada día son el abigeato, la trata de personas, el tráfico de armas, el tráfico de estupefacientes y el contrabando. “Debemos realizar patrullas hasta el momento disuasivas. Ante el incremento, por el Decreto de Ley de Frontera, estamos aguardando Directivas del Escalón Superior para actuar. Es una tarea de una enorme responsabilidad y compromiso”, valoró.
La sociedad, el hogar y la patria
Otra de las tareas que se desarrolla en el Regimiento es la Equinoterapia. “Es totalmente gratuita y está integrada por un equipo multi e interdisciplinario. Ver el avance de los pacientes que muchas veces es muy lento, nos hace valorizar más las cosas buenas que tenemos. La alegría de los pacientes nos estimula a seguir trabajando”, señaló Cardozo.
Además de esas tareas, Lorena integra el Comité de Emergencias de Cerro Largo y la Comisión de Violencia de Género ya que por ley debe haber un integrante del Ministerio de Defensa. “Las mujeres estamos en una transición importante. Hay que llamar y denunciar los casos de violencia de género. Necesitamos más educación para no naturalizar estas situaciones.
Estamos trabajando un equipo multidisciplinario y hacemos un seguimiento tanto a los hombres como a las mujeres involucrados en casos de violencia”, dijo.
Lorena está casada desde hace diecisiete años y tiene un hijo de dieciséis. La maternidad siempre fue una prioridad para ella a pesar del intenso trabajo. “No quise perderme nada como mamá, y siempre conté con la invalorable ayuda de mi esposo”, remarcó.
Ser una de las dos primeras mujeres militares sin duda la hace un referente. “No me gusta la idea de ser un ejemplo para el resto de las Oficiales, pero Andrea y yo sabemos que abrimos el camino para las demás”, consideró. “Soy consciente de que voy a formar parte de la historia de este país y tengo que estar a la altura de ese honor. Tengo las ganas, el compromiso y la responsabilidad, he estudiado mucho preparándome para tener las condiciones necesarias para llegar donde quería”, agregó. “Soy militar de vocación y elegí ser militar para defender a mi Patria. Y mi Patria comprende su territorio, el aire y el agua, su gente, su cultura, sus leyes, su constitución, y yo juré defenderla como lo hizo nuestro Prócer, y la voy a defender inclusive perdiendo mi vida si fuera necesario”, subrayó Cardozo.
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