A bordo del buque de investigación Falkor (too), perteneciente al Schmidt Ocean Institute, un equipo de científicos uruguayos se prepara para explorar las profundidades desconocidas del Océano Atlántico en busca de ecosistemas únicos, formaciones geológicas y un nuevo entendimiento de la riqueza marina del país.
Uruguay está a punto de iniciar una nueva era en la exploración de sus aguas profundas con la expedición Uruguay SUB200, que se llevará a cabo del 22 de agosto al 19 de setiembre de 2025. Los detalles de la misión fueron presentados en una conferencia en la Universidad de la República. La misión utilizará un vehículo de operación remota (ROV) de alta tecnología, llamado SuBastian, para sumergirse y revelar los secretos del lecho marino uruguayo en profundidades que van desde los 200 hasta los 3500 metros. El equipo a bordo tiene la capacidad de alcanzar incluso los 4500 metros en ciertas áreas.
El equipo, compuesto por 37 expertos, está liderado por la doctora en Geología Marina Leticia Burone y Álvaro Carranza, profesor adjunto del Departamento de Ecología y Gestión Ambiental del Centro Universitario Regional Este (CURE) de la Universidad de la República. Este grupo multidisciplinario de científicos uruguayos de destacada trayectoria aportará su conocimiento en biología marina, geología, oceanografía y química para garantizar la relevancia local de los estudios e impulsar las capacidades científicas del país.
Un territorio desconocido
El mar uruguayo es un extenso territorio que abarca una Zona Económica Exclusiva (ZEE) de 142.166 kilómetros cuadrados que se extiende hasta las 200 millas náuticas de la costa. Además, el país ha obtenido el reconocimiento sobre una extensión de su plataforma continental de aproximadamente 83.000 kilómetros cuadrados adicionales, lo que le otorga derechos de soberanía sobre el lecho y el subsuelo marino.
Dentro de esta inmensa área, la expedición se centrará en formaciones geológicas de gran interés científico. En el talud continental uruguayo se han identificado al menos 27 elevaciones submarinas, de las cuales 10 son consideradas “montes” por superar los 100 metros de altura, y algunas alcanzan más de 1000 metros desde su base.
Un rasgo distintivo de la geografía submarina del país son sus cañones, que actúan como conductos para el transporte de sedimentos hacia el océano profundo. Se han identificado seis grandes cañones que conforman un sistema. En las cabeceras de estos cañones se producen surgencias de aguas ricas en nutrientes que fomentan una alta producción de fitoplancton y la presencia de arrecifes de corales.
Analizando la biodiversidad
El mar uruguayo es una zona oceanográfica única, ya que es el punto de convergencia subtropical donde se encuentran la cálida Corriente de Brasil, pobre en nutrientes, y la fría Corriente de las Malvinas, rica en ellos. Este choque de masas de agua genera las condiciones ideales para una alta productividad marina y, en consecuencia, una gran biodiversidad.
Ya se ha registrado la presencia de poblaciones de peces, tortugas marinas, tiburones y corales de aguas frías en estas zonas. La expedición Uruguay SUB200 tiene como uno de sus objetivos principales generar conocimiento vital sobre esta biodiversidad, documentando especies y ecosistemas que habitan en las profundidades, muchos de ellos aún desconocidos para la ciencia.
Durante la conferencia de ayer, el rector de la Universidad, Héctor Cancela, destacó los alcances de la misión, señalando que los hallazgos de esta misión no solo ampliarán el conocimiento científico global, sino que también tendrán implicaciones cruciales para Uruguay. Desde el punto de vista ambiental, el estudio del océano profundo es fundamental para comprender los patrones de circulación oceánica, el secuestro de carbono y la respuesta de los ecosistemas marinos al cambio climático.
En el ámbito económico, se señala que este conocimiento es esencial para la gestión sostenible de los recursos marinos, como la pesca, y para el posible desarrollo de nuevas industrias basadas en la bioexploración.
Una oportunidad única
El responsable científico de la expedición, Álvaro Carranza, dialogó con La Mañana sobre la importancia histórica de esta iniciativa.
Carranza explicó: “Esperamos encontrar cosas que ya sabemos que existen pero que nunca pudimos ver, como arrecifes de coral, agua profunda, jardines de esponjas, jardines de coral y, por supuesto, toda una otra cantidad de fauna menor que nunca pudimos ver con nuestros propios ojos”. El equipo espera descubrir nuevas especies, especialmente entre organismos más pequeños como moluscos, calamares, caracoles, cangrejos, esponjas y corales. “Es muy común encontrar especies nuevas no descritas para la ciencia, así que sin duda alguna vamos a encontrar especies nuevas”, afirmó.
La biodiversidad marina de Uruguay es significativa, con más de 1000 especies de invertebrados reportadas y más de 300 especies de peces. Aunque las especies más grandes, como los peces, probablemente ya son conocidas, la expedición espera identificar organismos más pequeños no documentados. Al respecto Carranza dijo “no tenemos claro cuál es el número total de especies que hay en la tierra. Las estimaciones varían de entre 10 millones y 15 millones hasta 6 millones de especies. Mucha de esa diversidad son cosas pequeñas, microscópicas”. Agregó que entre los animales más pequeños, como moluscos, calamares, caracoles, cangrejos, esponjas y coral “no tenemos un inventario detallado”.
La expedición también explorará un sistema de seis cañones submarinos. “Cada uno de ellos es como un valle submarino que a veces tiene cientos de metros, probablemente en algunos casos el cañón sea prácticamente 1000 metros de diferencia de altura”, explicó Carranza, comparándolos con la Sierra de Las Ánimas, que tiene 450 metros de altura, pero destacando que estos cañones submarinos duplican esa magnitud bajo el agua.
El científico explicó que el proyecto surgió de una oportunidad ofrecida por la fundación Schmidt Ocean Institute que abrió expresiones de interés para investigaciones en el Atlántico Sudoccidental en 2025, abarcando Uruguay, Argentina y parte de la Antártida. “Nos enteramos a fines de 2023. Se armó un consorcio de investigadores, se presentó una expresión de interés junto con otras tantas, decenas”, relató el investigador. Después de un proceso de selección, la propuesta de Uruguay Sub200 fue una de las ocho aceptadas para 2025, tras una revisión por pares en marzo de 2024. Otras expediciones en la región incluyen las ya realizadas en las Islas Sándwich, cerca de la Antártida, y otra en el cañón de Mar del Plata, además de una segunda expedición en Uruguay programada para octubre, enfocada en el estudio de biodiversidad procariota, como bacterias.
En cuanto a la biodiversidad marina de Uruguay, Carranza destacó que el país cuenta con una de las zonas más productivas del mundo a nivel pesquero, aunque históricamente las capturas han sido poco diversificadas, enfocándose en especies como merluza, corvina y el variado costero. “Hay muchos recursos potencialmente explotables de los que en general sabemos poco sobre su biología”, afirmó, subrayando la importancia de avanzar hacia un manejo pesquero ecosistémico. Esto requiere conocer no solo la biología de las especies objetivo, sino también los impactos de la pesca en otras especies y el ecosistema. “El desafío actual es cómo avanzar hacia el uso sostenible. Uruguay tiene con qué para desarrollar esta industria pesquera, pero por diferentes motivos no lo ha logrado”, concluyó nuestro entrevistado.
Cómo seguir la expedición
Toda la información actualizada de la campaña se podrá encontrar en la web oficial Uruguay SUB200 y en las redes sociales con el hashtag #UruguaySUB200. Las inmersiones del ROV SuBastian en aguas uruguayas se transmitirán en vivo a través del canal de YouTube del Schmidt Ocean Institute. Asimismo, de lunes a viernes a las 21 horas en el canal de YouTube del Ministerio de Educación y Cultura se realizará un resumen de las imágenes que se tomen en la expedición, comentado por un equipo de científicos.
