La adolescencia no puede entenderse sin su dimensión digital y la inteligencia artificial (IA) ya aparece en consultas psicológicas. Así lo explicó a La Mañana el psicólogo clínico y educacional Juan Pablo Cibils, quien se ha dedicado a estudiar las oportunidades y los riesgos de la era digital y su vínculo con los adolescentes. El especialista alertó que, si bien las herramientas tecnológicas como la IA pueden potenciar ciertas habilidades, también son capaces de afectar la interacción social y generar dependencia.
Por su experiencia con los adolescentes en el ámbito educativo, ¿qué tan frecuente es en esa franja etaria el uso de herramientas tecnológicas, sobre todo de IA?
Entender a la adolescencia sin entender su dimensión digital sería perdernos de algo clave. Hay que entender a la adolescencia desde esta dimensión digital, desde todo lo que pasa en el adolescente cuando está en línea, cuando se conecta, cómo usa la tecnología, para qué la usa. Todo lo que el adolescente vive en lo digital se da en un mundo real, eso está pasando para el cerebro de ese adolescente. Y en específico sobre tu pregunta de las herramientas como la IA, sí, se ve en el consultorio, muchos pacientes traen situaciones que tienen que ver con cosas que se dieron a raíz de conversaciones que han tenido con ChatGPT o el uso de IA en sus distintas versiones.
¿Cómo afecta dicho uso en el desarrollo cognitivo y emocional de los adolescentes?
Si bien entiendo que la tecnología y especialmente la IA tienen efectos que son espectaculares para el desarrollo de muchas funciones, de muchas habilidades, tienen también su parte de riesgo dado que fácilmente se pueden convertir en algo que genere daño y una amenaza mayor. En ese sentido, uno de los riesgos que podemos correr cuando hablamos del desarrollo cognitivo y emocional del adolescente lo asocio directamente con poder reflexionar, poder pausar, poder hacer silencios, manejar un ritmo que tiene que ver con una velocidad y con un contexto que genera más ansiedad. El adolescente es intenso por definición, entonces, cuando uno habla de tecnología, del uso de IA, sin duda se ve especialmente afectada esta capacidad de poder pausar, de poder reflexionar, de tener ciertos criterios, de poder discernir, hay un montón de estas habilidades que entran en juego cuando estamos conectados a otra cosa.
¿Cuáles son los mayores riesgos asociados al uso de IA por parte de niños y jóvenes?
Algo que hay que trabajar muchísimo con ellos es esta noción de que son usuarios, en este tiempo digital tienen que comenzar a desarrollar esta mirada crítica sobre cómo es su uso, qué cosas atender, cómo cuidarse cuando están en la red, de qué tienen que protegerse. Todo esto es bien importante. Un riesgo claro es caer en noticias falsas, hay que tener una postura crítica frente a lo que uno consume, ver si lo que estoy leyendo realmente pasó o no, de dónde viene la información.
¿Considera que el mayor uso de la tecnología por parte de adolescentes puede terminar afectando la interacción social?
Sí. El tema de la interacción social es sin duda lo más importante cuando hablamos de tecnología y de adolescencia. ¿Por qué? Porque para los seres humanos es importante socializar, interactuar con el otro, vivimos en sociedad, somos seres sociales, eso es así, pero para el adolescente esta es la etapa donde más necesita estar con pares, socializar, ser aceptado, tener un grupo de pertenencia. Muchas veces este tipo de mecanismos se dan en lo digital, cuando son parte de un grupo de WhatsApp, cuando reciben un feedback en una aplicación, cuando le dan un like a un posteo, cuando reenvían una foto. Sobre la pregunta de si esto puede terminar afectando, sin duda, porque si el adolescente no logra integrar esto que se da en el encuentro cara a cara, estando presente, teniendo una noción del tiempo, de los ritmos de una conversación, de las pausas, todo esto puede perderse si yo solo rijo mi estilo de comunicación de forma virtual.
¿Qué tan necesario es que tanto los padres como los educadores ejerzan un mayor control sobre el uso de estas herramientas?
Yo estoy muy en la línea de que hay que tener un control, hay que tener un límite, hay que pasar de un límite a una supervisión y de una supervisión a un acompañamiento. Esos son los tres pasos que deberíamos dar como adultos cuando acompañamos a nuestros niños o adolescentes que están cerca de la tecnología. El que comienza a hacer sus primeras armas en lo digital necesita un entorno con límites claros, necesita un control parental, necesita saber cuánto tiempo usar la pantalla. Cuando va creciendo es importante que no esté solo, que uno pueda supervisar, acompañar y estar cerca. En Uruguay, uno de cada tres adolescentes declara vivir situaciones que son desagradables cuando están en la red, de los cuales la mitad no se lo cuenta a ningún adulto, no logran contarlo, no logran pedir ayuda. Entonces, si vos ves que tu hijo o el adolescente que tenés a cargo logró vivir alguna de estas situaciones y las resolvió, estás en un buen punto para soltar un poco más y pasar de supervisar a acompañar, y en el fondo vas a estar logrando empoderar, que es la clave en muchos ámbitos de la educación y lo digital no queda por fuera.
¿Cómo influye la IA en la capacidad de aprendizaje de los adolescentes? ¿Hay riesgos de que se genere una dependencia en la resolución de problemas, por ejemplo?
Hoy yo hablaba de las oportunidades, que son muchas, y de los riesgos. Y esto es un riesgo, sin duda, pero tenemos que ver a la IA, a la tecnología en general, como algo que es parte de este tiempo, que hay que saber usar y con lo que hay que aprender a convivir, pero no hay que tenerle miedo. Lo peor que podemos hacer es querer negar esta situación, es no conocer. Tenemos que informar, tenemos que saber qué es lo que pasa, y parte de estos riesgos que pueden convertirse en algo más peligroso tienen que ver con tu pregunta de que se genere una dependencia a la hora de la resolución de problemas. Pero no es solo por la IA, vuelvo a lo que hablaba antes, del tiempo en el que vivimos, la velocidad con la que nos movemos, eso puede terminar generando en el adolescente esta idea de que todo lo tiene al alcance de la mano. Eso incide claramente en los procesos de búsqueda de información, de reflexión, de poder hacer un proceso, porque todo esto requiere tiempo, y el tiempo es lo que uno puede pensar que está ganando cuando usa estos caminos que parecen ser atajos. Uno puede usar la IA para muchas cosas espectaculares, para orientar, para preguntar, pero no para saltearse procesos.
Por otro lado, ¿cree que la IA brinda oportunidades a nivel educativo?
Hay un desarrollo que se hizo desde Ceibal orientado a lo educativo que tiene una cantidad de funciones que pueden ser muy positivas. El gran riesgo que tenemos que asumir es que los avances son tan rápidos, tan importantes y tan transformadores de la realidad… fijate que estamos hablando de IA, algo impensado hace muy pocos años, parece que estamos hablando de ciencia ficción cuando en realidad no lo es. Entonces, no nos da el tiempo muchas veces para analizar y para estudiar las consecuencias de este tipo de usos. Si estamos a nivel educativo usando la IA, ¿qué consecuencias tenemos?, ¿cómo podemos analizarlo?, ¿podemos medir este impacto? En esto veo que todavía vamos un poco más lento de lo que la propia tecnología nos ofrece. En definitiva, la IA hay que saber usarla para entender cómo nos puede potenciar, reconociendo, como te mencioné, que tiene su lado de riesgo y que puede afectar la resolución de problemas o anestesiar nuestra capacidad para poder discernir, para poder ser crítico frente a algo. Ahí está parte del riesgo, pero no veo que el camino sea dejar de usarla, sino que el desafío es justamente ser más conscientes del uso que le damos, saber manejar nuestra creatividad, nuestra intuición. La IA es una herramienta muy poderosa, pero la intención de cómo queremos usarla es nuestra.