El Banco Central del Uruguay (BCU) y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) iniciaron esta semana una nueva ronda de colocación de deuda pública en el mercado doméstico, con el objetivo de captar un total de 17.500 millones de pesos uruguayos (aproximadamente 447 millones de dólares).
Esta operación del BCU y el MEF de colocación de deuda pública se enmarca en el calendario oficial de emisiones, que prevé la continuidad de las licitaciones de Notas del Tesoro en Pesos Nominales. Las tres subastas presentan plazos cortos y medios, reflejando una estrategia de gestión de liquidez y de refinanciamiento de obligaciones de corto plazo. A continuación, se detallan las características de cada una:
| Fecha de licitación | Monto total (en pesos) | Plazo | Fecha de vencimiento | Colocaciones no competitivas |
| Lunes 29 de diciembre, 14:00 h | 6.700 millones (≈171 millones US$) | 28 días | 26 de enero de 2026 | 1340 millones de pesos |
| Martes 30 de diciembre, 14:00 h | 5.800 millones (≈148 millones US$) | 92 días | 1 de abril de 2026 | 1160 millones de pesos |
| Viernes 2 de enero, 14:00 h | 5.000 millones (≈127 millones US$) | 196 días | 17 de julio de 2026 | 1000 millones de pesos |
Según el calendario oficial, el gobierno tiene la intención de llevar a cabo estas emisiones según lo planeado, aunque los montos y fechas pueden estar sujetos a las condiciones del mercado.
Contexto de la estrategia financiera nacional
Estas operaciones de corto plazo son un componente de la estrategia integral de financiamiento del gobierno para 2025. Según el Programa Financiero oficial, las necesidades totales de financiamiento para el año se proyectan en 6041 millones de dólares, destinados a cubrir el déficit fiscal primario, el pago de intereses y las amortizaciones de deuda.
Para cumplir con este programa, una de las fuentes clave es la emisión de títulos públicos en el mercado doméstico. El plan busca mantener una composición equilibrada de la deuda, con el objetivo de que más del 50% esté denominada en moneda nacional al cierre de 2025, una política conocida como “desdolarización” del pasivo.
Esta semana, las colocaciones se realizan exclusivamente en pesos nominales, lo que fortalece esta meta. Recientemente, el gobierno ya había dado una señal fuerte en esta dirección al colocar con éxito un bono global en pesos nominales a 10 años con una tasa fija récord del 8% anual, la más baja en su historia para este tipo de instrumento.
Objetivos de la gestión de deuda
La Unidad de Gestión de Deuda (UGD) del MEF, encargada de estas operaciones, basa su estrategia en varios pilares fundamentales:
- Flexibilidad en el mercado doméstico: ajustar las emisiones según la demanda de los inversores y la dinámica del mercado secundario.
- Reducción del riesgo de refinanciamiento: extender los plazos de vencimiento y suavizar el calendario de pagos mediante operaciones de manejo de pasivos.
- Coordinación con el BCU: una acción conjunta formalizada desde 2016 permite gestionar de manera integrada los activos (como las reservas) y los pasivos (como estas Notas del Tesoro), reduciendo los riesgos financieros.
El mecanismo que permite utilizar Letras de Regulación Monetaria (LRM) del BCU como forma de pago en algunas licitaciones es un ejemplo concreto de esta coordinación, y ofrece mayor flexibilidad a los inversores.
Perspectivas y proyecciones
Los analistas consultados ven estas emisiones de corto plazo como una herramienta ordinaria para la gestión de caja del Tesoro, más que como una señal de nuevas necesidades de financiamiento. El éxito de la reciente emisión internacional a tasa récord ha generado un contexto de credibilidad favorable para el país, lo que probablemente facilita la colocación de estos títulos domésticos.
Sin embargo, el programa financiero prevé desafíos. Se proyecta un incremento de la deuda neta en relación con el PIB impulsado por el déficit fiscal y efectos de valuación cambiaria. En este escenario, la capacidad de colocar deuda en condiciones sostenibles, tanto local como internacionalmente, se vuelve crítica para la estabilidad macroeconómica del país.
La atención del mercado ahora estará puesta en las tasas de rendimiento (yields) que se obtengan en estas licitaciones, las cuales servirán como termómetro de la confianza de los inversores locales en la economía uruguaya en el corto plazo.




















































