El sábado pasado fue vandalizado el frente de la sede del Partido Colorado con consignas contra el general Rivera, nuestro primer presidente constitucional.
Los vándalos, ya se puede colegir, son grupitos minúsculos que quieren imponer el falso relato del charruísmo y del inexistente indigenismo en nuestro país en donde, para bien o para mal, no existe ninguna comunidad indígena desde mediados –o antes– de la mitad del siglo XIX. Por otra parte, si existe alguna o algunas poquísimas personas con resabios de sangre indígena lo más probable es que sea de origen guaraní y no charrúa ya que estos últimos jamás se integraron socialmente.
Pero hablando de don Frutos, que es lo que interesa, véase someramente algo de lo mucho de él:
1. Triunfador en Guayabos contra la hegemonía porteña.
2. Gracias a él la invasión portuguesa con Lecor al frente no arrasó con la tradición oriental.
3. Gracias a él se les sustrajeron a los brasileños sus imprescindibles caballadas en el combate del Rincón.
4. Gracias a él y a su conquista de las Misiones se comenzó a pensar en la paz entre el Imperio del Brasil y las Provincias Unidas del Río de la Plata, no en la forma pensada en 1825 pero sin que el gran caudillo pudiera hacer nada al respecto, fueron otros los factores que se impusieron, entre ellos y no menor, la pusilanimidad del gobierno de Buenos Aires.
5. Gracias a él el actual departamento de Artigas es territorio de nuestro país pues los imperiales –siempre con sus manejos turbios– pretendían que el límite Norte fuera el río Arapey y no el río Cuareim.
Y así en muchas más ocasiones. Sin el menor deseo de menoscabar a otras grandes figuras de nuestras luchas y reivindicaciones, puede decirse como lo ha señalado el historiador duraznense Óscar Padrón Favre que Fructuoso Rivera fue el “artiguismo posible” y por tanto el mayorcaudillo oriental después de José Artigas.
¡Viva don Frutos!