Diego Ignacio Cánepa asumió como embajador en Argentina hace menos de dos meses, y en el día de ayer, fue anfitrión en la celebración del Bicentenario de la Declaratoria de Independencia de Uruguay, donde La Mañana estuvo presente. Parafraseando al expresidente Pepe Mujica, se refirió a los presentes de ambos márgenes del Río de la Plata: “somos hijos de la misma placenta.”
De los funcionarios argentinos que estuvieron en las primeras horas del festejo, se contó al jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, y el gobernador de la provincia, Axel Kicillof. En representación del Estado Argentino asistieron el secretario de finanzas Pablo Quirno, el canciller Gerardo Werthein y la ministra de seguridad Patricia Bullrich. Estos dos últimos compartieron el escenario para los discursos. Por fuera del poder ejecutivo, también asistió el senador Francisco Paoltroni, por la provincia de Salta, los diputados Fernando Iglesias y Ricardo López Murphy, y el ex funcionario Federico Pinedo.
Del lado uruguayo, dijeron presente el canciller Mario Lubetkin y los intendentes de Lavalleja y Salto, Daniel Ximénez y Carlos Albisu, respectivamente. También asistió el líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, y el ministro de servicio exterior en la Embajada de Uruguay, Ernesto Tulbovitz, entre otras autoridades, empresarios, miembros del cuerpo diplomático acreditados en Argentina, artistas y amigos de ambos márgenes del Río de la Plata.
Durante su discurso, Cánepa agradeció en primer lugar al canciller Lubetkin por su presencia, al canciller de la República Argentina, Werthein, y a la ministra Bullrich por asistir al evento, y destacó, en particular, la presencia “del general presidente de Cabildo Abierto Guido Manini Ríos, que nos acompaña hoy como expresión de lo que significa para Uruguay la unidad nacional.”
El embajador se refirió a la decisión de Orsi de “iniciar en 2025 lo que va a hacer el quinquenio del bicentenario, porque es un proceso histórico que inició allá en 1810, que ya festejamos lo que nosotros llamamos la Admirable Alarma en 1811, cuando comenzó la rendición en tierra oriental y luego el proceso histórico nos llevó a eso que fue la Liga Federal de Artigas, el proceso de la ocupación, primero portuguesa y brasileña, y luego la lucha con las Provincias Unidas del Río de la Plata y el Imperio de Brasil.”
Mas adelante, reflexionó sobre el devenir histórico y destacó que “en 200 jóvenes años de una república, cuando uno mira hacia atrás, ver qué es lo que hemos construido.” Se propuso transmitir, en los pocos minutos de escenario, “la seña de identidad de –como decimos nosotros–, nuestro “paisito”, enclavada entre dos gigantes como son Brasil y Argentina.” También cito las palabras de Pepe Mujica cuando se refirió a Uruguay y a Argentina como “hijos de la misma placenta. No hay nada que nos identifique más, más parecido cultural, históricamente, en los lazos innumerables que tenemos con la República Argentina.”
Finalizando el discurso, y dirigiéndose a las autoridades argentinas, destacó que “lo más importante de nuestra historia no es lo que hemos hecho, sino los proyectos del futuro en común que tenemos.” Agradeció “porque las relaciones son enormemente fructíferas, consolidadas, no solo de hermanos, sino de acción y de hecho”, y concluyó: “hacia adelante solo nos espera trabajar juntos, trabajar mucho porque nosotros tenemos el mismo destino: lo mejor para nuestros pueblos.”