La situación de los liceos en Uruguay es crítica en materia de inasistencia de estudiantes (ausentismo crónico), superándose el 50%. El ausentismo crónico se define como la no asistencia al 10% o más de los días lectivos.
En una reciente entrevista con La Mañana, el presidente de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Pablo Caggiani, hacía referencia al ausentismo tanto escolar como liceal, detectándose que más de 5000 niños y adolescentes no estaban inscriptos en el sistema educativo. Se logró que 2000 volvieran.
Este tema fue analizado en un trabajo titulado Hacia una predicción temprana del ausentismo crónico en secundaria, realizado por Gimena Castelao y Vivian Couto para el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed). La idea central es que mediante la creación de un sistema de alerta temprana se podrían evitar las faltas de los alumnos a clases. Además, como veremos más adelante, Secundaria comenzará un plan piloto de reconocimiento facial de estudiantes para obtener datos más precisos sobre el ausentismo.
El período examinado en el informe comprende desde 2016 hasta 2023 y se realizó con base en registros administrativos de la ANEP. Se entiende que un ausentismo superior al 10% durante el año puede llevar al abandono liceal. A esto se suma la deserción total: de cada 10 jóvenes que ingresan al liceo, solo 6 lo terminan; 4 (o un 49%) quedan por el camino. Además, se ha comprobado que el ausentismo crónico es el primer paso hacia el abandono total.
El informe de Ineed se basa en los valores de “inasistencia ficta”, un puntaje que surge al sumar las faltas injustificadas y la mitad de las faltas justificadas de un estudiante. Se observa “una tendencia creciente en el ausentismo”, en un contexto donde solo el 51,6% de los jóvenes entre 21 y 23 años ha culminado la educación media superior. El ausentismo crónico ha alcanzado al 57,3% de los alumnos, es decir, poco más de 188 mil.
El informe indica que, entre 2016 y 2019, la proporción de estudiantes crónicamente ausentes presentó ciertas fluctuaciones: si bien disminuyó del 45,3% en 2016 al 39,7% en 2017, luego se incrementó al 47,3% en 2018 y alcanzó el 52,4% en 2019. Otro dato relevante es que los estudiantes que finalizan el año con ausentismo crónico alcanzan dicha condición cerca de un mes después de haber comenzado las clases y, a partir de entonces, exhiben una tendencia al alza muy significativa, superando el 20% de ausentismo hacia fin de año. Por su parte, los estudiantes sin ausentismo crónico muestran un comportamiento sustancialmente diferente: su ausentismo acumulado promedio permanece siempre por debajo del 10% y se estabiliza alrededor del 5% durante la segunda mitad del año.
También se analizan las causas de las faltas. En este sentido, se indica que el quintil socioeconómico del centro educativo es un factor clave, dado que los centros ubicados en los quintiles más bajos registran una mayor proporción de estudiantes con ausentismo crónico. Esto refuerza la influencia del contexto socioeconómico del entorno escolar en la asistencia. Asimismo, el turno afecta significativamente: los estudiantes del turno vespertino presentan mayores tasas de ausentismo crónico en comparación con los de los turnos matutino y nocturno. Esto podría explicarse por responsabilidades familiares adicionales o diferencias en la motivación y el perfil de los estudiantes en estos turnos, según se indica.
Otro punto destacado es la condición socioeconómica, ya que los estudiantes más desfavorecidos enfrentan mayores dificultades para mantener una asistencia regular. A esto se suma la condición de extraedad en primaria, que se relaciona con una mayor incidencia de ausentismo crónico, al igual que aquellos que ya habían presentado ausentismo crónico en años anteriores o los estudiantes con bajo rendimiento en el año anterior.
Por otra parte, las faltas mensuales acumuladas a lo largo de marzo, abril y mayo reflejan un patrón sostenido de inasistencia, lo que refuerza la idea de que las dificultades para asistir regularmente están profundamente arraigadas en algunos estudiantes. Asimismo, se detectó que la inasistencia es mayor en los grupos que incluyen estudiantes ausentes crónicos, y a nivel del país, el litoral norte muestra mayores tasas de ausentismo crónico.
Cambios de criterio
Los cambios implementados por la llamada “transformación educativa” modificaron los criterios de promoción de grado. El informe señala que, a partir de 2023, los estudiantes que acumulan más de 30 inasistencias fictas durante el año lectivo y tengan hasta tres unidades curriculares con escaso o mínimo nivel de avance quedarán con un fallo de acreditación total o parcial. Es decir, teniendo en cuenta que cada falta justificada pesa 0,5, un alumno podría faltar 60 días de forma justificada y aun así promover. A este respecto, se indica que, “además de ser un límite excesivamente elevado, la flexibilidad que introduce este cambio con respecto a las inasistencias genera preocupación por la calidad de los registros de las faltas en el futuro. Concretamente, si los docentes y centros educativos no priorizan el monitoreo de la asistencia debido a estos esquemas de promoción más flexibles que habilita la transformación educativa, la fiabilidad de esta variable podría disminuir”.
Reconocimiento facial
Una de las medidas que implementará la ANEP para el control de faltas y obtener un panorama más claro sobre los niveles de ausentismo es la incorporación de reconocimiento facial. Se informó que el plan piloto estará en funcionamiento desde el 1º de setiembre en el Liceo José Luis Invernizzi de Piriápolis. Se señaló que “el proyecto piloto de Asistencia Estudiantil busca probar soluciones tecnológicas para controlar la asistencia de los estudiantes en un liceo”. Este proyecto incluye un control de ingreso a través de cámaras. Desde la ANEP se indica que “la meta es encontrar una forma ágil, rápida y segura de registrar quién va a clase, para que las autoridades tengan información precisa y en tiempo real sobre el ausentismo”.
Dentro de las metas del Codicen para este período está el ausentismo escolar, y las cámaras se justifican indicando que, “al tener información precisa sobre la asistencia en tiempo real, las autoridades podrán tomar mejores decisiones para ayudar a los estudiantes que faltan a clase”.
El monitoreo será en vivo y se usará un tablero para supervisar la asistencia y los eventos en tiempo real. Se explica que “el sistema de reconocimiento facial convierte las características únicas del rostro de cada estudiante, como la distancia entre los ojos o la forma de la mandíbula, en un código matemático único”. Sobre la protección de datos, se señala que ese código “es lo que se guarda y se usa para la identificación, sin almacenar las fotos originales. Al viajar por internet, solo se transmite este código, lo que garantiza la privacidad del alumno al eliminar el riesgo de filtración de imágenes o el uso indebido”.
Sin embargo, desde la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes) ya han surgido cuestionamientos. “Desde Fenapes estamos siguiendo con profunda sorpresa esta noticia, que no fue informada en ningún ámbito bipartito y a la cual accedimos por trascendidos de prensa”, se indicó en un comunicado. A esto se agrega que “entendemos, a partir de lo informado de manera oficial, que esta iniciativa vulnera la privacidad y las libertades individuales y afecta la soberanía de datos. El Estado cede este sensible terreno a empresas privadas”.
Asimismo, señalan que “la asistencia, objetivo al que obedece el plan, no es un dato técnico, sino un elemento de profundidad social: pobreza, trabajo adolescente, transporte, salud, pertenencia. Es la paradoja del control: se mide la ausencia con precisión, pero no se atienden sus causas”, dice el gremio de profesores. Además, señalan que “en plena discusión presupuestal, entendemos que es necesario debatir la orientación de los recursos: se invierte en cámaras y software en lugar de cargos, transporte, alimentación, becas y equipos multidisciplinarios. En definitiva, el dilema de fondo es entre una educación pública que vigila o una educación pública que emancipa”. A su vez, anuncian que el Comité Ejecutivo de Fenapes tratará este asunto.