¿Su pasión?
Crear. Sacar ideas del papel, dar forma a proyectos y transformar la inspiración en algo real. Más que eso: poder trabajar con lo que amamos.
¿Cómo surge su emprendimiento?
Desde niñas, siempre pasábamos las vacaciones en Uruguay y, con el tiempo, creamos una conexión muy fuerte con el estilo de vida y la cultura del país. Ya llevábamos una identidad personal que combinaba mucho con esa forma de vivir simple, auténtica y descomplicada. Sentíamos que esa esencia hacía falta en Brasil, y fue así como nació Crum: una marca brasileña con alma uruguaya. Creamos Crum con el deseo de llevar un poco de ese estilo de vida único de Uruguay a Brasil, traduciendo en ropa y actitudes todo lo que nos inspiraba por ahí.
Una sugerencia para alguien que está empezando.
Creer en tu producto y tener amor por lo que estás construyendo es el punto de partida, y quizás lo más importante. Porque van a surgir dificultades (muchas), cambios de rumbo, momentos de duda… y es esa conexión con la esencia del proyecto lo que te mantiene firme.
La moda es un mercado que cambia rápido. Por eso, es esencial estar abierta a aprender todo el tiempo, escuchar al mercado, probar, ajustar. Pero sin perder nunca la identidad de la marca. Encontrar ese equilibrio entre adaptarse y mantener la autenticidad es el secreto.
Conoce a tu cliente, entiende tu nicho, invierte en la calidad del producto. No hay manera de crecer sin escuchar a quien está consumiendo y sin tener claridad sobre a quién quieres alcanzar.
Ah, y nunca subestimes el poder de los intercambios. Hablar con personas de diferentes áreas, hacer conexiones sinceras, compartir dudas y aprendizajes… todo eso puede abrir caminos increíbles. Solemos decir que emprender es estar en un barco en medio de una tormenta: sí, es arriesgado, pero también es ahí donde surgen las mayores oportunidades.
Al final, se trata de propósito, coraje y constancia. Y de recordar, todos los días, por qué empezaste.
¿Cuáles son los desafíos que han tenido que sortear?
Tratar con la imprevisibilidad. Estar en constante movimiento: el mercado cambia, el comportamiento del cliente cambia, los costos cambian. Nada es estático, así que necesitas estar preparado para adaptarte todo el tiempo, sin perder tu esencia.
¿Qué las inspira?
Lo que más nos inspira es el estilo de vida que dio origen a Crum, esa forma simple, auténtica y sin pretensiones de vivir que encontramos en Uruguay y que traducimos en cada detalle de la marca. Creemos en la belleza de lo esencial, y saber que estamos creando algo con identidad propia, que no existía en Brasil, es lo que nos impulsa.
Y lo que más nos motiva es ver a las personas conectarse de verdad con eso. Cuando alguien se pone una prenda de Crum y se siente representado, cuando recibimos mensajes de cariño o cuando grandes referentes de la moda reconocen nuestro trabajo, sentimos que vamos por el camino correcto. Cada comentario es una confirmación de que estamos creando algo con alma, y eso lo vale todo.
¿Su lugar en el mundo?
Sin duda, Punta del Este. Pasamos todos nuestros veranos allí, vivimos etapas memorables de la vida y, hoy en día, también se ha convertido en el escenario de nuestro trabajo. Es donde recargamos energías, creamos y nos sentimos en casa. Más que un destino, es nuestro segundo hogar y el lugar que mejor representa quiénes somos.
¿Un referente en sus vidas?
Nuestra familia, sin duda. Somos primas y crecimos muy unidas, pero con Crum ese vínculo se profundizó aún más. La idea de crear la marca solo cobró fuerza porque tuvimos un apoyo real, especialmente de nuestros padres. Ellos creyeron en nosotras incluso antes de que la idea se convirtiera en producto. Nuestras madres estuvieron (y siguen estando) a nuestro lado en cada elección, cada desafío, cada logro. Son nuestro pilar y la prueba de que construir algo con amor le da aún más sentido a todo.
¿Un proyecto a realizar?
Es difícil elegir solo uno, porque somos dos soñadoras natas y siempre estamos abiertas a nuevas posibilidades. Pero, si tuviéramos que señalar nuestro próximo gran paso, sería abrir nuestro primer espacio físico, un lugar que represente todo en lo que creemos y que nos conecte aún más con las personas.
Además, queremos expandir nuestra producción y llevar Crum más allá de Brasil y Uruguay. No solo como marca, sino como una forma de mostrarle al mundo el valor de lo hecho a mano, con alma y propósito. Compartir este estilo de vida ligero, auténtico y atemporal con otras culturas y mostrar que hay belleza en lo simple, lo natural, lo esencial.
¿Qué valores fundamentales buscan transmitir?
Autenticidad, sencillez y propósito. Creemos en hacer menos, pero mejor. En crear con intención, respetando el tiempo de las cosas, a las personas involucradas y el valor de lo hecho a mano.
Queremos que Crum sea más que ropa, que represente un estilo de vida ligero, natural y verdadero. Un respiro en medio del exceso.
¿Qué es la felicidad?
Felicidad es poder trabajar con lo que amamos y en lo que creemos. Crear con propósito y ver cómo eso toma forma en el mundo. Pero, sobre todo, la felicidad es estar rodeada de las personas que más amamos, como grandes impulsoras de nuestro camino.
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