Facundo Ponce de León fue presidente de la Agencia del Cine y el Audiovisual de Uruguay (ACAU) desde febrero de 2023 hasta marzo de 2025. Durante su gestión se consolidaron algunas iniciativas que marcaron un momento de gran potencial en el panorama audiovisual uruguayo. Al volver nuevamente a sus actividades profesionales, creímos oportuno entrevistarlo para que nos compartiera su visión de varios temas vinculados a esa actividad tan relevante para el panorama cultural de nuestro país.
Ya culminada tu gestión oficial como presidente de ACAU desde febrero de 2023, ¿te consideras en “transición” o ya te volcaste a tus actividades profesionales, tales como la docencia, el periodismo, la filosofía o las de la Mueca films?
La transición en términos formales terminó con la asunción de Gisella Previtali. Como fue un proceso armonioso y constructivo, la línea entre nosotros está abierta; mientras, yo me he volcado a mis actividades profesionales.
¿El alejarte de la actividad pública te da un respiro, tranquilidad, nostalgia? ¿Qué sentiste durante y ahora al retirarte de ese espacio? ¿Fue una responsabilidad que te restringió tu dedicación a los otros temas que te interesan?
Digamos que sí a todas las preguntas, me dio un respiro retirarnos y la responsabilidad restringió otros temas de mi interés. Dicho esto, lo que sentí fue maravilloso y siento felicidad por haberme dedicado a la gestión pública creando la Agencia del Cine y el Audiovisual de Uruguay.
¿Cómo evalúas tu gestión? ¿Qué te quedó pendiente? ¿Cuáles fueron tus mayores logros? ¿Esperas ver esos resultados en 2027?
La Agencia nació en enero de 2023 y sigue funcionando con un cambio de partido político en el gobierno. Ese es el mayor logro, haber generado la conciencia de que la ACAU es una buena política de Estado. ¿Quedaron cosas pendientes? Sí.
¿Qué aporta el poder disponer de un canal de YouTube para el cine uruguayo? ¿Por qué hubo algunas voces en contra? ¿El visionado aumentó? ¿Les quitó público a las salas? ¿Significa un ingreso anual para los creadores?
Bueno, son muchas preguntas. Trato de ir una por una. El canal de YouTube cumple una función clave que es mejorar el acceso al cine nacional, es una ventana única para llegar a la población.
Hubo voces en contra porque lo vieron como una amenaza a las otras ventanas: las salas, otras plataformas digitales, la televisión. No hay datos sobre si el canal de YouTube de ACAU quitó público en las salas. Lo que sí hay datos en el mundo es que las ventanas se complementan y que si lo ve mucha gente en YouTube también lo ve mucha gente en salas.
El ingreso es el que determina la ACAU año a año por compra de catálogo, o sea que sí hay un ingreso.
¿Qué pasó con la Casa del Cine en la Ciudad Vieja (la ex Ópera de Juan Carlos Gómez y Sarandí)? ¿Por qué hubo voces en contra, especialmente de Cinemateca? ¿Sería un centro de archivo, actividades, etc.?
Hubo voces en contra porque los cambios suelen generar resistencia al principio y porque quizás debimos ser más enfáticos en el valor que tiene para todo el sector esta casa, incluida Cinemateca. Por suerte, con el correr del tiempo y las nuevas autoridades, tengo entendido que quedaron zanjadas las diferencias y se reconoce el inmenso valor de contar con esa Casa del Cine en ese punto estratégico de la ciudad. Ahora hay temas presupuestales para empezar la obra.
En 2012, fundaste Mueca Films junto a tu hermano Juan. Desde su creación ha habido acontecimientos que seguramente han incidido en la planificación. ¿Podrías decir qué cambios debieron llevar adelante como emprendedores de esta industria?
Mueca Films es una productora audiovisual que empezó generando proyectos cinematográficos, pero pensados para la pantalla de TV y que paulatinamente se fue volcando más al cine, o a contenidos que pueden convivir en diferentes ventanas.
¿Cuáles son las fortalezas y las debilidades de la industria cinematográfica en nuestro país? ¿Está en un momento de despegue con 23 estrenos anuales? ¿Sirven las coproducciones? ¿Hay sobreoferta de productos? ¿Puede ser que haya 18 documentales y 5 ficciones al año?
Los datos de producciones audiovisuales los genera el Observatorio ACAU y están disponibles en la web para toda la ciudadanía. Nuestro país está en un gran momento y como todo gran momento tiene desafíos, uno de ellos es hacer convivir la pluralidad de la industria de una manera virtuosa: sí al cine de autor, sí a los servicios, sí a la publicidad, sí a los nuevos formatos, sí a los géneros, sí la postproducción, sí al mayor acceso posible, sí al archivo. El problema es que siempre pensamos que hay que decir que no a alguno de ellos por cuestiones presupuestales y eso no es cierto.
¿Articulaste con Gisella Previtali, actual directora de la ACAU, la reciente creación de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas del Uruguay? Háblanos de esta academia, de cuya necesaria creación ya habías hablado durante tu gestión.
No, esto no así: la Academia es un impluso del sector que nosotros (Gisella ahora y yo antes) apoyamos y apalancamos. En mi gestión se generaron las condiciones para el estudio comparado de todas las academias de América. Lo realizó un estudiante (Pietro Calacce) para su trabajo de fin de carrera en el Claeh y fue un insumo clave que trabajamos junto a Virginia Hinze, actual presidenta de la flamante Academia.
A partir de esta nueva institucionalidad, ¿podrás presentar tu propia obra Hay una puerta ahí? Háblanos de ella. ¿Coincidió este proyecto con el tratamiento de la Ley de Eutanasia? ¿Está a favor o en contra?
Hay una puerta ahí es una obra de cine. No es un panfleto a favor de la eutanasia ni a favor de los paliativos. Por suerte las personas que la miran se dan cuenta de ello y recuperan lo esencial de la historia: dos hombres que se hacen profundamente amigos mientras uno ayuda al otro a morir y los dos se transforman en el camino. Eso es lo que quisimos mostrar con Juan.
Tienes un doctorado en filosofía de la Universidad Carlos III en Madrid y dos licenciaturas, una en filosofía y otra en ciencias de la comunicación en la Universidad de la República de Uruguay. ¿Cómo fue tu etapa como periodista? ¿Qué te interesaba investigar y registrar?
Al inicio pensé que la formación en comunicación-periodismo era mejor para la salida laboral y la filosofía era la vocación. Luego me di cuenta de que las carreras están más unidas de lo que creía y el doctorado terminó de consolidar eso. La vocación filosófica es lo que me mueve y parte de ella es poder comunicarla con el mayor alcance posible.
¿Cuál es el papel de la crítica hoy día? ¿Hay más prosumidores? ¿Qué piensas de la AI, de las redes y de los youtubers? ¿Cualquier joven con un celular puede hacer una creación magistral? ¿Qué le aconsejarías a un joven aficionado al cine?
La crítica sigue siendo necesaria y lo que cambió es que ya no esperamos leerla en el periódico o el semanario, hay blogs, webs, canales de YouTube. Seguimos preocupados por cómo son recibidas las obras y qué dicen de ellas las personas que hacen crítica cinematográfica. Los premios de ACCU en Uruguay son un termómetro de ello.
Respecto a la IA, estamos en un momento de exploración de sus usos y soy optimista sobre que encontraremos formas de colaboración creativa con ella. El que un joven pueda hacer una buena película con su celular es una buena noticia. Crear no tiene que ser caro, lleva tiempo, es desafiante, y eso va más allá de si es 35 mm, Super 8, VHS o 4k
Las personas que quieren estudiar cine hoy tienen un futuro venturoso, la necesidad de buenas historias existirá siempre y el tiempo de ocio viene en aumento, lo que augura mucha gente creando contenidos.
Por último, ¿por qué hay que cuidar todas las facetas de esta actividad/industria más allá de lo que aporta como imagen del país y como fuentes de trabajo?
Porque la única manera de sostenerse en el tiempo es consolidar la pluralidad: solo con cine nacional no podremos generar los recursos para apalancar la industria; solo con servicios o publicidades perderemos voz autoral, que es esencial a la cultura de un país; tenemos que seguir trabajando en unir todos los eslabones de la cadena.
¿Qué has hecho al retirarte de la ACAU?
Luego de una armónica transición con Gisella he vuelto a Mueca con mi hermano Juan y nuestro socio, Andrés. He vuelto a la UCU a desarrollar UCU Sénior, una propuesta universitaria integral para personas a partir de los 60 años y estoy colaborando con Nacional en algunos aspectos estratégicos del club. Por suerte tuve la posibilidad de recomponer rápido la vida laboral, luego de dos años muy intensos tratando de consolidar la ACAU como una política de Estado.
Facundo Ponce de León Reyes (Montevideo, 21 de agosto de 1978) es un filósofo y periodista uruguayo. Es licenciado en Filosofía y en Ciencias de la Comunicación de la Universidad de la República, tiene un doctorado en filosofía de la Universidad Carlos III de Madrid y es exalumno del Colegio Alemán de Montevideo. En 2011 fundó la productora Mueca Films, empresa que ha creado documentales a nivel internacional en Uruguay, Suiza, Canadá, Cuba, Argentina, Brasil, Haití y Rusia.
Condujo el ciclo de entrevistas Vidas (2005-2010) y fue productor del programa El origen (2016-2018). En 2013 condujo el primer encuentro televisado que reunió a los sobrevivientes de Los Andes: El Milagro de Los Andes: la historia contada por sus protagonistas. En setiembre de 2019 condujo De cerca, un ciclo de entrevistas en profundidad a los once candidatos presidenciales nacionales de Uruguay. También se desempeñó como periodista para la prensa en El Observador, El País, Montevideo Portal y Búsqueda. Fue investigador para la compañía Finzi Pasca.
En julio de 2022, Facundo fue elegido para realizar la primera entrevista en el regreso de Luis Suárez al Club Nacional de Fútbol. Dicha entrevista fue replicada en distintos medios deportivos de todo el mundo. Antes de asumir el cargo en la Agencia del Cine y del Audiovisual del Uruguay, dirigió junto a su hermano Juan el documental Hay una puerta ahí, seleccionado en el festival de Málaga, San Sebastián y La Habana. Fue estrenado en Uruguay en el Festival de Cinemateca.
Está casado con Cristina Barbé y tiene tres hijos.