Los mercados agrícolas han escrito una rica historia de mejora productiva, desarrollo tecnológico, incorporación de variedades productivas y riquezas arquitectónicas.
La historia de los mercados agrícolas montevideanos se remonta a la Plaza de Frutos, aquel lugar de encuentro y comercialización de los productos de granja ubicado donde ahora está el Palacio Legislativo, y llega hasta la moderna y actual Unidad Agroalimentaria Metropolitana (UAM). Podría decirse que esa evolución y la propia UAM es el resultado necesario e inevitable de una ciudad que crece, un mundo que evoluciona y una cadena granjera que acompaña con incorporación de tecnologías para garantizar la seguridad alimentaria de todo el país.
En esa historia se encuentra el Mercado Agrícola (hoy MAM), emplazado en la Aguada, y que por el tipo arquitectónico que representa es una verdadera joya del pasado en el corazón de la ciudad.
Construido en 1906, el Mercado Agrícola recibió a los granjeros y comerciantes de granja, siendo el referente del mercado mayorista durante años, hasta que algunas décadas después no fue suficiente para la comercialización creciente y en 1937 fue sustituido por el Mercado Modelo –otro tesoro de la arquitectura–, entonces ubicado en las afueras de la ciudad, pero esta rápidamente lo alcanzó.
La ubicación y la infraestructura hizo notar a los más visionarios que el Modelo había dejado de ser el lugar adecuado y ya no podía cumplir la función para la que fue creado. Por si había dudas, el golpe final lo dio el incendio ocurrido en diciembre de 1995, después del cual continuó funcionando, pero en condiciones cada vez peores.
En febrero de 2021, en una ubicación estratégica, en las afuera de la ciudad y próxima a rutas nacionales que permiten la salida y llegada con mayor facilidad, fue inaugurada la UAM y el Mercado Modelo fue convertido en un novedoso parque techado, denominado Espacio Modelo.
La UAM fue creada como una persona de derecho público no estatal el 28 de octubre de 2011. Su principal objetivo es desarrollar un espacio de comercialización mayorista de alimentos, frutas y hortalizas, con otros rubros alimentarios y servicios complementarios, además de facilitar y desarrollar el comercio y la distribución de alimentos a nivel nacional y departamental.
También incorpora tecnología y actividades complementarias todo para lograr un eficiente sistema de abastecimiento y distribución, con menores costos logísticos y pérdidas, agregando valor a la producción nacional gracias a la calidad, sanidad e inocuidad.