En el taller que se organiza desde hace 21 año al cierre de la cosecha de arroz, participaron unos 140 productores e industriales en forma presencial, mientras que unos 80 lo siguieron en forma remota. el buen desempeño genético que INIA Treinta y Tres fue clave para el salto que ha tenido el sector. El arroz ocupa a unos 400 productores.
La cadena del arroz sigue dando muestras de estar bien aceitada desde la chacra hasta el producto final. Los 9400 kilos por hectárea de promedio de la zafra 2025 son una muestra del crecimiento que ha experimentado el sector. De acuerdo con los datos relevados por los científicos en INIA Treinta y Tres el arroz está creciendo a razón de 100 kilos por hectárea. Estas son algunas de las conclusiones a las cuales accedió La Mañana tras la entrevista que le realizara al Ing. Federico Molina, uno de los encargados de organizar el tradicional taller que concentra a productores, representantes de las empresas molineras y público en general.
La actividad está enmarcada sobre una puesta a punto luego de la finalización de cada zafra de cosecha de arroz, donde se dan a conocer los detalles más relevantes con la información aportada por los molinos arroceros y los productores. En esta oportunidad, se recogieron datos de 151 mil hectáreas (83%) de las 182 mil hectáreas (25 mil hectáreas más que el año anterior) que totalizaron la producción del cereal, lo que arroja datos altamente confiables sobre el escenario real del sector.
A pesar de que la mayor porción del área total se sembró en octubre, un momento óptimo para este tipo de producciones, las dudas surgieron con las noches frías de diciembre-enero, algo que “no le gusta” a las plantas. De todos modos, las condiciones de calor de febrero y marzo lograron corregir el desarrollo de las plantas, sobre todo en el momento del llenado del grano.
El especialista señaló que con un aumento importante del área como sucedió este año, no se redujo el rendimiento, algo que podía ser factible, teniendo presente que todas las situaciones no responden de la misma manera. Destacó al buen clima, el alto nivel de tecnología que se usa en el sector y la experiencia acumulada de los productores que saben cuándo sembrar, en qué momento aplicar los herbicidas de forma adecuada y el manejo y cantidad de agua necesaria. Todo lo que resulta en un buen desempeño con estos estos rendimientos.
El arroz uruguayo es reconocido en el mundo
Molina aseguró que el arroz uruguayo es reconocido a nivel mundial por su excelente calidad. En esta zafra, el yeso, como se le denomina en la jerga del sector a los granos de color tiza, fue un poco más alto de lo normal. Se trata de una característica no deseada provocada por noches calientes en febrero y marzo. Sin embargo, no tiene un impacto importante en el rendimiento, aunque sí en el precio final (pago por calidad).
El 30 de junio se conocerá el denominado precio provisorio. El precio convenio del arroz se forma con la media de los precios de exportación menos el costo de industrialización. Actualmente los precios no son tan altos como los de la zafra pasada, aunque los costos de producción superaron a los del 2024. Molina enfatizó que “la única defensa que tiene hoy el productor es producir más”.
Las variedades más sembradas en Uruguay son INIA Merín, de ciclo largo y desarrollada por la institución, que ocupa el 40% del área. Sin dudas es la más productiva en el momento. En menor porcentaje le siguen Guri INTA CL, una variedad argentina que contiene un gen resistente a un tipo de herbicida y que permite manejar mejor las malezas y las tradicionales INIA Tacuarí e INIA Olimar.
En la actividad participaron representantes de las principales empresas molineras del país. Saman, Adecoagro, Damboriarena Escosteguy SRL, Coopar SA, Casarone Agroindustrial y Arrozal Treinta y Tres que representan entre el 83% de la producción del país.