Durante su primera semana, la feria demostró ser mucho más que un evento ganadero: un ecosistema vibrante donde conviven la innovación de Udelar e INIA, la potencia de Canelones, la experiencia sensorial de Salto y la gestión cercana de Montevideo. Un recorrido por los stands que están definiendo el presente y futuro de Uruguay.
La Expo Prado 2025 no es solo una feria; es el reflejo de un país que sabe equilibrar como nadie la herencia de su pasado con la promesa de su futuro. En su primera semana, este evento ha demostrado ser mucho más que un encuentro ganadero: es un vasto ecosistema donde conviven en armonía la sabiduría ancestral del campo, la audacia de la tecnología, la riqueza cultural de distintas regiones y departamentos del país, y la visión de las instituciones. Esta no es simplemente una feria agropecuaria; es una radiografía viva del Uruguay del siglo XXI, un espacio donde se tejen redes, se forjan alianzas y se proyectan futuros.
El conocimiento como semilla: Udelar e INIA
El stand de la Universidad de la República (Udelar) se erige como faro de rigor científico y compromiso social. Su presencia trasciende lo ornamental para convertirse en un hub de innovación aplicada. Durante toda la semana, investigadores de todas las facultades han desarrollado un programa continuo de charlas especializadas que abarcan desde la genética bovina de última generación hasta los sistemas de economía circular aplicados a la producción agrícola. El espacio funciona como laboratorio abierto donde los productores pueden conversar directamente con los científicos, llevándose soluciones concretas a desafíos reales.
La propuesta de Udelar incluye demostraciones en vivo de tecnología de drones para monitoreo de cultivos, talleres sobre bienestar animal basado en evidencia científica y un espacio dedicado a las energías renovables aplicadas al medio rural. Es particularmente notable el programa de vinculación con jóvenes estudiantes de agronomía y veterinaria, quienes actúan como facilitadores entre el conocimiento académico y la sabiduría práctica de los productores.
A pocos metros, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) despliega el futuro mediante una experiencia sensorial inmersiva. Pantallas táctiles de última generación permiten a los visitantes adentrarse en el mundo de la agricultura de precisión, mientras que estaciones de realidad virtual muestran el impacto concreto de las semillas de mejoramiento genético en los rendimientos productivos. Su stand utiliza imagen y sonido de última generación para crear una narrativa sobre cómo la tecnología está revolucionando el campo uruguayo sin perder de vista la sostenibilidad.
Salto y Canelones: la cultura como identidad
El stand de Salto se ha convertido, sin duda, en uno de los grandes protagonistas de esta primera semana. Como reportaron medios locales como Radio Libertadores y El Pueblo Digital, su propuesta trasciende lo convencional para convertirse en una experiencia multisensorial completa. La gastronomía actúa como eje articulador, con chefs locales preparando en vivo platos que tienen como protagonistas al cordero y el vino de la región. Pero el stand va más allá: artistas plásticos trabajan en vivo creando obras inspiradas en los paisajes salteños, músicos interpretan repertorios tradicionales del litoral y proyecciones audiovisuales transportan a los visitantes a los saltos de agua y termas que dan identidad al departamento.
La estrategia es tan audaz como efectiva: no venden productos, venden experiencias. Los visitantes no solo degustan un vino, sino que comprenden el terruño que lo hace único; no solo prueban el cordero, sino que conocen la historia de los productores que lo criaron. Esta aproximación holística ha demostrado ser extraordinariamente efectiva, creando filas constantes de personas dispuestas a esperar para vivir la experiencia salteña.
Por su parte, Canelones ha optado por una estrategia diferente pero igualmente efectiva. Su pabellón –así lo denominan deliberadamente para destacar su envergadura– funciona como un muestrario de la desbordante diversidad productiva del departamento. El espacio se organiza en sectores claramente delimitados pero perfectamente integrados: la zona vitivinícola ofrece degustaciones guiadas por enólogos que explican las particularidades de cada cepa; el área hortofrutícola muestra la increíble variedad de productos que abastecen a Montevideo; y el espacio de economía social destaca el trabajo de cooperativas y emprendedores locales. Es Canelones en su máxima expresión: diverso, productivo e innovador.
Turismo y producción local se dieron cita en el stand de Maldonado
El departamento de Maldonado tuvo una presencia destacada en la 120ª edición de la Expo Prado, consolidando su papel fundamental en el panorama agroindustrial y turístico nacional. El intendente de Maldonado, Miguel Abella, encabezó la delegación que participó activamente en el evento, enfatizando el compromiso de la administración con el desarrollo productivo local.
El stand de Maldonado se erigió como un escaparate integral de la diversidad departamental, combinando la potentísima oferta turística de Punta del Este y José Ignacio con la pujanza de su producción rural. Productores locales exhibieron una selección de productos gourmet y artesanales que reflejaron la excelencia y la calidad de la tierra, desde quesos y embutidos hasta licores y dulces artesanales. Además, se promocionaron los atractivos naturales del interior departamental, como Sierra de las Ánimas y Pan de Azúcar, buscando diversificar la llegada de visitantes más allá de la costa.
Como todos los años, se llevó a cabo la tradicional presentación de la Paella Gigante de Piriápolis y, en esta oportunidad, fue de la mano del ganador del Campeonato Nacional de Paella, Ian Escobar, que en este mes estará representando al destino en el Campeonato Mundial de Paellas en Valencia.
Montevideo: la gestión cercana
La Intendencia de Montevideo ha optado por un enfoque diferente pero igualmente valioso. Su stand es funcional y de servicio, diseñado específicamente para el encuentro directo entre los funcionarios y la ciudadanía. Aquí no hay fuegos artificiales ni experiencias inmersivas; hay mesas de diálogo, información sobre planes de obra, explicaciones sobre el presupuesto participativo y atención personalizada para trámites y consultas. Representando una visión de gobierno abierto y accesible, que sale de sus oficinas para encontrarse con la gente donde la gente está. Durante esta primera semana, ha demostrado ser extraordinariamente efectivo en generar conversaciones reales sobre los desafíos y oportunidades de la ciudad.
El corazón ganadero: tradición viva
Aunque los stands institucionales y departamentales roban atención, el corazón de la Expo late en los corrales y pistas de juzgamiento. Esta primera semana ha visto coronarse a los campeones de razas emblemáticas como la Hereford y la Angus, donde la excelencia genética se manifiesta en ejemplares que son el resultado de décadas de trabajo cuidadoso y mejoramiento continuo.
Lo notable es cómo esta tradición ganadera convive naturalmente con la innovación. Muchos de los productores que exhiben sus animales utilizan tecnologías presentadas en los stands de INIA y Udelar; muchos participan en las charlas sobre sostenibilidad; muchos después pasan por los stands departamentales para explorar oportunidades de valor agregado. Es este círculo virtuoso entre tradición e innovación lo que hace única a la Expo Prado.
Tejiendo el futuro
La primera semana de la Expo Prado 2025 ha demostrado que Uruguay ha encontrado la fórmula para construir futuro sin renunciar a su esencia. Es en este espacio donde el productor ganadero más tradicional conversa con el investigador de biotecnología más vanguardista; donde el chef estrella redescubre los sabores rurales; donde el intendente escucha directamente al productor familiar.
Cada stand, cada corral, cada charla contribuye a tejer una red más fuerte y resiliente de lo que significa ser Uruguay productivo en el siglo XXI. Los próximos días prometen profundizar estos diálogos, consolidar alianzas y seguir demostrando que la verdadera innovación no está en negar la tradición, sino en reinterpretarla a la luz de los nuevos desafíos y oportunidades.
La Expo Prado 2025 no es el Uruguay de ayer ni el de mañana: es el Uruguay de hoy, en toda su complejidad, su diversidad y su vibrante potencial.