El presidente de la ACG reflexionó y analizó el mercado que con los precios y el nivel de actividad empuja a toda la cadena para que el productor siga produciendo y mejorando.
Otto Fernández Nystrom, presidente de la Asociación de Consignatarios de Ganado (ACG), dijo que el escenario del mercado de ganados “es ideal, como el que seguramente todos queríamos, con muy buen panorama climático, forrajero y de campos, y por otro lado los precios, no solamente de la reposición, también los mercados cárnicos, a lo que se agrega una actividad alta y demandada, con mucha tónica. Todo eso traccionando de forma conjunta y alineada”.
“Esa es la situación que cada tanto se da, generando ese escenario ganadero”, agregó, y subrayó “las subas semanales en el mercado”, lo que ocurre “desde fines del año pasado hasta ahora, tanto en la reposición como en el ganado gordo”.
Entrevistado por La Mañana, Fernández, que también es director del escritorio Otto Fernández, explicó que “el mercado ganadero ya ha tenido otros momentos de subas permanentes durante varios meses”, pero ese año “estamos por cerrar en unos días el primer semestre, con un crecimiento en valores, en faena, en actividad, todo lo cual forma una estructura muy especial e ideal”, porque a diferencia de otros momentos o escenarios similares, actualmente no hay oscilaciones de precios o subas muy rápidas seguidas de caídas pronunciadas. “Hoy estamos en un escenario de estabilidad tanto en la actividad, porque venimos con faenas altas y en subas hace varias semanas, como también en la oferta y en los valores, más allá de que se han registrado subas de uno o dos centavos, o en alguna semana el precio quedó igual a la anterior”.
Así y todo “estamos frente a un valor de novillo y vaca gorda que se mantiene dentro de una línea constante” y eso es “estabilidad”; mientras que “la reposición ha ajustado unos centavos”, pero eso se debe a “temas lógicos de la época, porque de cara al invierno el productor encara la situación de otra manera”, además de que “hubo una zafra grande de terneros que ha tenido muy buena salida y colocación”.
En ese sentido, la combinación de una mayor oferta, más algún retraso de los verdeos en sitios puntuales y la proximidad del invierno, llevó a un ajuste de valores del ternero y la ternera, resumió.
Sostener la estabilidad actual y no generar expectativas
En el último reporte de precios de la ACG (el lunes 19 de mayo) el valor del novillo de punta volvió a subir y se ubicó en US$ 4,70, en tanto que los novillos generales treparon a US$ 4,61.
Consultado Fernández si en el corto plazo el novillo de exportación especial podría llegar a los cinco dólares, dijo que el futurismo no es bueno, pero “la realidad es que estamos en un escenario de buenos valores y no sería descabellado”.
Por otra parte, se está llevando a cabo la feria SIAL China que finaliza este miércoles 21, con una importante delegación uruguaya: “Es un ámbito en el cual se transmiten muchas señales a mediano y largo plazo y nos da pautas de qué es lo que puede pasar con los mercados y los valores. A medida que vayamos recibiendo información vamos a tener un panorama más claro, pero los industriales han dicho que el panorama para lo que resta del año pareciera ser muy positivo”, dijo el presidente de la ACG.
Por otra parte, “climáticamente hablando y observando la demanda interna de ganado que tienen los productores, todo eso delata un buen año por adelante, pero habrá que ver cómo son las señales que finalmente se reciben”, matizó.
Por tanto, ante la pregunta concreta de si el valor del mercado podrá llegar a los US$ 5 en el corto plazo, la respuesta es que “no estamos lejos, pero tampoco lo puedo confirmar ni negar”, porque “los valores de punta están a 30 centavos”. Asimismo, consideró que “más sano que las especulaciones o generar expectativas, es que veamos lo que estamos viviendo, la estabilidad que tenemos”.
“Lo sano es la fuerte actividad por parte de la industria, es la buena oferta que está habiendo por parte de los productores y la inquietud por preparar más ofertas frente a la seguridad del buen panorama para adelante, que es lo que se está viendo y lo que se está dando hoy. Prefiero hablar de la estabilidad, del buen momento y el mercado actual, y que eso se sostenga, que generar expectativas sobre si vamos a tener precios de 20 o 30 centavos más. Me parece que ese no es el norte”, enfatizó.
Un estímulo para que el productor produzca más
Respecto a qué impacto puede tener en el futuro que actualmente haya una mayor oferta de la reposición, Fernández consideró que los altos niveles de faena y de terneros exportados en pie son positivos para la cadena de la carne. “La exportación en pie viene cumpliendo un rol importante en la extracción de terneros y ha fijado el piso de las referencias y en muchos otros casos se han alineado las referencias internas de valores, todo eso permitió que hoy los terneros valgan arriba de los US$ 500, lo cual le deja un margen más positivo al productor, lo que lo entusiasma y estimula a mejorar y producir más”.
Hoy, aun teniendo esta mayor oferta de terneros, “no logramos los objetivos finales respecto a todo lo que se quiere faenar, pero sí es importante ese volumen para poder mejorar los números. Los precios del ganado gordo como del ternero, sea en el mercado interno como para la exportación, son muy estimulantes para que el productor siga apostando fuertemente a la cría y a mejorar todos los números”.
“Este es un año que arroja una mejora importante en el sentido de tener más de tres millones de terneros, que se vendan y que salgan. No es un dato menor que haya mercado para todo eso”, aseguró.
Exportación e importación de carne
Según datos de la Asociación de Distribuidores e Importadores de Carne del Uruguay (Adicu), en el primer trimestre de 2025, Uruguay tuvo un incremento del 32% en la importación de carne para consumo interno.
Sobre el tema, Otto Fernández dijo que al tener “un valor de exportación muy favorable, hay proveedores y abastecedores internos que tienen que echar mano a la importación de carne”, lo que está dentro de la lógica con que se maneja el mercado. “Uruguay es un país netamente exportador y prácticamente muy poco queda en el pequeño mercado interno que tenemos”, por lo cual “la extracción de ganados gordos y de exportación es realmente muy alta y lo delata el nivel de actividad que está teniendo la industria, con faenas arriba de cincuenta y pico de mil reses estas últimas semanas. Ese es un nivel de actividad muy importante empujado por el mercado internacional”.
Ese mercado internacional se da “a pesar de todos los nubarrones causados por todo el tema de los aranceles, o de Estados Unidos con Donald Trump y China. A pesar de todo eso, Uruguay mantiene tanto un nivel de colocaciones como de precios altos, y eso es lo que está sosteniendo toda esta dinámica”.
Agregó que a nuestro país le falta mercado interno, y el que tiene es mínimo más allá de la cantidad de carne que consumimos por habitante y como país. “No movemos la aguja, no somos un país con un mercado interno potente y por eso todo lo que se produce se debe exportar a los destinos que valorizan y que tienen a Uruguay en el mejor concepto de carne de calidad. Ese concepto, esa valoración sobre nuestra carne se paga y sería inviable que el mercado local pueda igualarlo”.
Pero “aquí también tenemos muy buenas carnes, hay un trabajo del abasto interno muy importante con productores que se dedican a eso y para poder cumplir con la demanda interna es que se traen muy buenas carnes argentinas, paraguayas y brasileras”. Uruguay va a seguir “dedicado a producir calidad y exportar, ese es el norte que tenemos como país ganadero y exportador”.
Contrario a los intereses nacionales
En cuanto a los frigoríficos, dijo que “hay más de una línea de análisis”. La primera son “los costos” que tiene nuestro país y que “afectan a todo el sistema de la industria”; costos que se dan “a nivel de producción como de aranceles, más el sindical que también influye fuertemente. Hay que analizar todo eso para ver cuánto incide en el resultado que puedan tener determinadas empresas”.
Otra línea es “el cierre o bajas de distintos frigoríficos que no han logrado cumplir con las obligaciones, quizás asociados a desórdenes económicos con la incidencia del tipo de cambio y los aranceles para llegar a determinados mercados”.
“Por otro lado está el caso de algunas plantas que han cesado parcialmente la actividad o cerrado por el vínculo con el tema de los fondos ganaderos”, añadió.
Otro aspecto para analizar es “el seguro de paro y cómo se usa” para “manejar el tema de la faena y el mercado”.
“Por último, el cambio o venta de alguna planta” y en ese sentido “hoy vuelve a estar en el tintero el tema de Marfrig y Minerva con un acuerdo internacional”, algo que la Comisión de la Competencia ya rechazó, pero hoy se ingresa un nuevo jugador traído por Minerva, sin que se entienda qué rol cumpliría, porque la empresa trae a su competidor a sumarse al negocio. No se entiende ni se sabe dónde se terminan tocando estos grandes grupos”.
“Lo cierto es que una operativa de ese tipo generaría grandes concentraciones”, más de la que ya existe. “Al generar concentración del mercado se va en contra del interés nacional como país ganadero. Uruguay debe asegurar su libertad de tener distintas empresas”, planteó.