Desde el BPS se anuncia que se saldrá a controlar el pago de los laudos acordados, además de buscar implementar un nuevo “gran hermano” para el control de horarios a cumplir por los choferes vinculados al transporte de carga, lo que generó inmediata reacción de numerosos empresarios del sector. En entrevista concedida a La Mañana, el director del BPS por el sector empresarial, José Pereyra de Brun, manifestó su opinión contraria al respecto: “El Estado cada vez trabaja menos, cada vez está menos presente y les pide a los empresarios que paguen los costos de los controles”.
¿Cuál es su opinión en relación con las medidas anunciadas recientemente por el BPS?
Se trató esto en el directorio, en la sesión pasada. El tema, por lo menos cuando nosotros lo recibimos y cuando hablamos en el directorio –venimos hace dos directorios con este tema– es una típica situación, por lo menos de lo que nosotros hemos aprendido y hemos visto en el Estado durante estos tres años como directores. El BPS tiene problemas desde el punto de vista legal para tomar determinadas decisiones. El propio tribunal y los servicios del organismo lo reconocen y buscan un vericueto para de cualquier manera actuar. O sea, para que se entienda, el propio tribunal hasta acá, cómo actuaba el organismo, le decía que era ilegal para aquellos que lograban recurrir la postura del organismo y esto nos plantea un problema hacia adelante. Nosotros en siete votos votamos en contra de la decisión que toma el organismo de ir contra la verdad material. A ver, para que se entienda, lo que se votó en el directorio es que el tribunal durante mucho tiempo decía que la actitud del BPS no se ajustaba a derecho, ¿no es cierto? Y que además se encontraba de forma ilegal o ilegítima. El BPS buscó un vericueto e incluso se planteó, por parte del director de los trabajadores, el tema de que se trabajara, por parte del propio organismo y del BPS, en una ley en el Parlamento para ver si se ajustaba a derechos.
¿Está actuando asesorado por el Estudio Pérez del Castillo?
Sí, nosotros estamos trabajando con ellos en términos de asesoramiento, justamente, por un montón de normas y de coyunturas. Este es un buen ejemplo de lo que pasa, para que se entienda. El BPS encuentra, en este caso, una situación de irregularidad en un acuerdo entre un empresario y un trabajador. Encuentra la irregularidad, toma una posición filosófica y dice: “Bueno, yo considero que esto es así, más allá de las declaraciones y que estén de acuerdo en ambas declaraciones, y la verdad, diga que el hecho es tal y puntual, pero el BPS toma una determinación propia. Cuando vayamos al tribunal, que seguramente haya empresas que tengan un gasto, contraten un abogado, el tribunal dice, bueno, la empresa tiene razón. El BPS hace, a sabiendas de que está haciendo algo mal, lo que quiere. Y pasa un montón de veces donde, de alguna manera, la impunidad del Estado contra el ciudadano se replica con temas de jubilaciones, pensiones por discapacidad, empresarios, trabajadores, etcétera. Una situación más donde el Estado, o en este caso un directorio, toma decisiones por decisión propia, y en realidad la posibilidad de reclamar o recurrir dentro de trámites establecidos, termina siendo inútil porque termina estando mal hecho, porque es el propio directorio el que planteó una regla de juego a sabiendas de que no está bajo la legalidad.
Se plantea la posibilidad de implementar un sistema de control estricto en el transporte de carga. ¿Es correcto que el BPS aumente la exigencia sobre el empresario, al cual no le da ninguna ventaja?
No, nosotros estamos en total desacuerdo, reitero, como lo estuvimos en su momento con la idea del Sitrac. El Estado cada vez trabaja menos, cada vez está menos presente y les pide a los empresarios que paguen los costos de los controles. Para nosotros no corresponde, es tarea del propio Estado adquirir esos mecanismos de gran conveniencia para de alguna manera evitar la competencia desleal. Pero nosotros no estamos para nada de acuerdo, eso lo hemos manifestado más una vez y lo hemos manifestado en la mayoría de los sectores. Acá es la propia frase de Rousseau: “Uno corre en busca de libertad, o corre hacia su propia cadena”. Hay gente que entiendo que a veces sienta bronca de que exista una competencia desleal entre todos, pero el enemigo se está transformando en el enemigo en común. En algún momento se plantearon con el Sitrac dos elementos básicos fundamentales y ahora estamos viendo algunas de las consecuencias en los medios de comunicación. El primero era aumentar el peso del Estado, lo cual genera mayores diferencias entre las empresas y aumentar, que ya es excesivo, y de alguna manera también financiar, sindicatos. Desde el punto de vista lógico para cualquier empresa racional, lo del Sitrac en su momento era un contrato con el diablo.
¿Fue difícil llevar adelante esta gestión?
No, creo que ahora vienen los mejores momentos. Nosotros sufrimos bastante los primeros años porque era difícil romper con un montón de preconceptos que había, y viene un año en que en realidad nosotros, a diferencia de los años anteriores, ahora somos los que estamos en el BPS, tenemos un gobierno que se está acomodando y donde el relacionamiento termina siendo distinto, porque el momento de trabajar es ahora. Cuando llegamos en el gobierno anterior, ya había una visión más allá de las personas y de la forma, nosotros llegamos y había una guía, una forma de trabajo y objetivos planteados que de repente no tenían nada que ver con lo que nosotros planteábamos. Ahora es distinto, nosotros llegamos, tuvimos una reunión de entrada con la nueva presidente previo, tuvimos una reunión posterior en nuestra oficina de trabajo, escuchando funcionarios del BPS que nosotros tenemos, de cómo vemos nosotros el BPS, eso en el período anterior no pasó. Hay proyectos que nosotros presentamos que se están estudiando. Digamos que se abre una puerta distinta a la anterior y creo que estos son los momentos más complejos, de más trabajo para nosotros, creo que esto de estar en el medio de un período de gobierno con otro ayuda al representante social a tener un bagaje y una expertise. Llegar en el tema de contralor los primeros años, como fue para nosotros, intensificar el tema de contralor y estos últimos años son de exigir y concretar muchas de las cosas que todavía nos quedaron por generar. Hemos avanzado muchísimo, nosotros teníamos una reunión sobre el tema de las deudas y de las multas, moras y recargos que tiene el organismo, insistimos mucho. Y este es sobre el tema de las ilegalidades que se cometen en el BPS, que es algo que insistimos mucho, no solamente contra las empresas, sino como decíamos, contra jubilados, contra gente que tiene que cobrar pensiones por discapacidad y contra gente, trabajadores, donde el peso del Estado cae encima del ciudadano y uno se siente menos que una hormiga.