Existe una tendencia creciente sobre la interdependencia entre China y América Latina y el Caribe (ALC) en los ámbitos de la salvaguarda de la seguridad económica, el fomento de la cooperación política y la respuesta a situaciones de emergencia mundial.
En el ámbito económico, la interdependencia es más notable. Para muchos países de ALC, China es un importante socio comercial y una fuente mayor de inversión directa y préstamos extranjeros. Se ha convertido en uno de los dos principales mercados de exportación para 10 países de la región, la mayoría de ellos sudamericanos.
En el período de tres años 2020-2022, absorbió en promedio entre el 30% y el 37% del total de las exportaciones de bienes de Brasil, Chile y Perú, tasas que se encuentran entre las más altas del mundo (CEPAL, 2023, p. 97). Al mismo tiempo, es el principal proveedor de muchos países de ALC. A pesar de ser la segunda mayor economía del mundo, China está dependiendo cada vez más de la región para salvaguardar la seguridad energética, el acceso a minerales críticos y la seguridad alimentaria.
Un número creciente de empresas chinas han entrado en ALC, convirtiéndola en el segundo destino más grande de la inversión china en el exterior. En 2020, la inversión china en los países de ALC representó alrededor del 10% de la IED (Inversión Extranjera Directa) total en la región (Xinhua, 2021).
ALC han emergido como un importante proveedor de productos energéticos y minerales para China. Como el mayor importador mundial de petróleo crudo, China ha realizado un gran esfuerzo en las últimas tres décadas, impulsando la cooperación petrolera con la región para diversificar las fuentes de importación de crudo. Entre los países de la región, Brasil, Colombia y Ecuador son los principales proveedores de petróleo de China. En 2022, Brasil exportó 24,93 millones de toneladas de crudo a China y se situó como el noveno mayor proveedor de petróleo de China; Colombia exportó 8,65 millones de toneladas de crudo a China y se situó como el décimo mayor proveedor de petróleo de China.
La seguridad alimentaria es una de las principales prioridades de China, que alberga una quinta parte de la población mundial, pero solo tiene el 7% de la tierra cultivable del mundo (CGTN, 2018). Ya desde 2004 se convirtió en importador neto de alimentos. Por lo tanto, busca tener un mayor acceso al mercado de ALC para las importaciones de productos agrícolas y alimentarios. Con sus vastos recursos naturales e hídricos, la región tiene las ventajas comparativas para suministrar a China alimentos nutritivos, seguros y de alta calidad. Entre 2010 y 2022, representó en promedio casi un tercio de las importaciones de alimentos del país. En el período, Brasil por sí solo proporcionó un promedio del 21% de las importaciones de alimentos de China (Cepal, 2023, p. 93).
En 2023, Brasil exportó US$ 58.620 millones de dólares de productos agrícolas a China, estableciendo un nuevo récord y representando el 24,85% del total de las importaciones agrícolas de China, seguido de EE. UU. con una participación del 13,96% (Global Times, 2024). A principios de 2024 se ha observado una fuerte demanda de productos agrícolas brasileños por parte de China. En enero de 2024, las exportaciones de soja de Brasil sumaron 2,3 millones de toneladas y China adquirió el 75% de ellas, lo que equivale a 1,7 millones de toneladas. En el mismo mes, las exportaciones de maíz de Brasil sumaron 3,4 millones de toneladas y China absorbió el 29% del volumen total, lo que equivale a 1 millón de toneladas (Macao Trade and Investment Promotion Institute, 2024).
En marzo de 2024, China aprobó la incorporación de 38 plantas frigoríficas brasileñas para exportar carne, lo que supone un aumento del número total de plantas brasileñas de 106 a 144 (Gob.br, 2024). La autorización supondrá un aumento de US$ 1946 millones de dólares en la balanza comercial de Brasil en los próximos 12 meses (Xinhua, 2024).
Debido a la interdependencia, China atribuye gran importancia a la creación de una asociación estratégica con ALC. Desde la perspectiva china, tanto China como los países de ALC son países en desarrollo, que comparten etapas de desarrollo similares y asumen las mismas tareas de desarrollo.
Wang Peng, director del Departamento de Estudios Interdisciplinarios y Coordinador del Centro de Estudios sobre Centroamérica y el Caribe, Ilas-Cass. Fragmento de su artículo “China y América Latina y el Caribe: Asimetría, Interdependencia y Asociación estratégica”, publicado en 2024.