J. E. Rodó: “Pero tú, Don Quijote… aún andas por el mundo, aunque invisible y ubicuo, y aún deshaces agravios, y enderezas entuertos, y tienes guerra con encantadores, y favoreces a los débiles, los necesitados y los humildes, ¡oh sublime Don Quijote, Cristo ejecutivo, Cristo-león, Cristo a la jineta!”