El presidente de CAF dijo que hay un importante nivel de conflictividad, a pesar del poco tiempo que lleva el actual gobierno, lo que es preocupante por el daño que se le causa al país.
“El tipo de cambio sigue siendo uno de los principales problemas que tiene el país, que por ser agroexportador impacta directamente en la competitividad respecto a otros países que producen y comercializan lo mismo que nosotros. Ese impacto cada vez se nota más y se agrava aún más porque las proyecciones del Presupuesto son que el tipo de cambio va a seguir bajo, por lo tanto, vamos a seguir con los mismos problemas”, advirtió Pablo Perdomo, presidente de las Cooperativas Agrarias Federadas (CAF), al ser consultado sobre el tema por La Mañana.
El impacto mayor se da “en los pequeños y medianos productores, en aquellos que no tienen escala, que no están cooperativizados, y el riesgo es que desaparezcan. Lamentablemente ese derrotero va a seguir porque la proyección en el Presupuesto no muestra un cambio”, además de que “recientemente, el ministro de Economía, Gabriel Oddone, aclaró que no está interviniendo y no tiene pensado realizar intervenciones, sino que va a dejar que el dólar flote libremente”.
“Si el tipo de cambio estaba flaco hace unos años, hoy lo está aún más”, en perjuicio de quienes “cambiamos los dólares que recibimos para poder pagar salarios, energía, los gastos de los hijos estudiando, poder invertir cuando esas inversiones a veces son en pesos”, describió.
En la actualidad, el problema cambiario “se ve soslayado” gracias a que hay sectores de la producción que gozan de “precios históricos”, como es el caso “del ganado”; o hay una “recomposición como en el rubro lanar”, o una “agricultura que productivamente ha estado muy bien, aunque no en los precios, pero esos buenos rendimientos han ayudado a llegar o estar unos puntos por encima del equilibrio. En el sector lácteo pasa algo similar”.
Por tanto, “hoy no notamos tanto el problema que tenemos con el tipo de cambio gracias a que los precios y el clima están ayudando en ese sentido. Son dos variables que no dependen de Uruguay, pero que si cambian, aunque sea un cambio leve, va a estar complicado”.
Perdomo añadió que en los distintos gobiernos “no se han dado respuestas sobre el tipo de cambio”, a pesar de lo que golpea al sector productivo. Cuando se le pidió una explicación de por qué ocurre eso, respondió: “Lamentablemente, tenemos apenas un 4% de población rural, eso es un 4% de votantes y cuando se presiona para mejorar la atención a la producción, nos deja en clara debilidad. Los gobiernos pasan, el problema sigue, y cada vez somos menos los productores. Y por un tema de escala, el primero que se pierde siempre es el más pequeño”. Este es un negocio de “rentabilidad es baja”, subrayó.
También cuestionó algunos “discursos que nos dan determinados mensajes, pero luego se termina haciendo cosas que van en contra de la población rural. Escuchamos que se quiere radicar familias en el medio rural, pero se dictan normas ambientales, medidas burocráticas o no se corrigen esas normas que están hace muchos años. Quizá sean pequeñas trabas, pero todo va sumando y haciendo difícil que las nuevas generaciones le tomen cariño a la producción”.
Consultado sobre cuál sería el límite, porque no se puede seguir indefinidamente con políticas que ya sea por acción o inacción siempre llevan a que cada vez haya menos productores, el presidente de CAF dijo que “la realidad es como una gota que va cayendo” sin que nadie actúe, y “esa gota va haciendo su trabajo hasta que daña y destruye la roca”.
“Tenemos que sincerarnos”, reclamó. A Uruguay “lo salva”, económicamente, “la producción, el turismo y la exportación de software; nuestro consumo es muy poco y tenemos que exportar. Pero la fiesta la sigue pagando el sector agroexportador”, y para corregir eso “hay que encarar los temas más profundamente”.
Son “muchas las empresas han dado señales de los inconvenientes, deberíamos aprovechar los buenos precios” que presentan algunos rubros “para que la población se mantenga en el medio rural”, y eso significa “poder invertir”, pero eso no está pasando. “Cada productor que se pierde se lleva su cultura, el trabajo, se interna en la ciudad y esa gente no vuelve, no hay forma”.
Conflicto en el puerto
El presidente de CAF entiende que “a pesar del poco tiempo que lleva el gobierno, Uruguay pasa por un importante nivel de conflictividad sindical”, con algunos casos que “deberían encender todas las alarmas, como es el conflicto en el puerto”.
Es un conflicto que se genera “en un problema puntual y que se desarrolla en un lugar puntual, el puerto”, no obstante, “su alcance se traslada a toda la producción y a la generación de riqueza”.
“Estamos muy preocupados”, dijo, pero como CAF “no podemos hacer nada. No nos entra en la cabeza cómo estamos jugando con el futuro y con la imagen que genera el país por no cumplir” con los envíos. “Y nadie se hace cargo de los costos que se generan”.
“Igual pasó con el conflicto de la pesca. Entendemos que las medidas [sindicales] están ajustada a derecho y que está bien reclamar, pero no se puede tener a la producción ni al país de rehén en un conflicto que terminan perjudicando a todo el mundo”.
“Llegará un momento en que se deberán aggionar las normativas porque no se puede estar en una lógica de perder-perder. En las negociaciones lo que se debería hacer es tratar de que las dos partes salgan airosas, pero en los hechos todo esto es muy negativo y opuesto a lo que se dice de salir a buscar inversiones y mercados. La conflictividad es un punto de consideración importante al momento de decidir la llegada de empresas que se instalen para trabajar o contratar personas”, reflexionó.
También es un problema para el emprendedor local que piensa abrir una pyme: “Hoy, el propietario de cualquier pyme trabaja 12 horas, mientras algunos hablan de reducir la jornada a 6 por el mismo salario de 8”.
En varios casos se ve “una oposición por la oposición en sí misma. No he escuchado que el trabajador reclame capacitación” para afrontar el avance de la tecnología, pero sí se reclama “trabajar menos por la misma plata y con más derechos; y de las obligaciones no hablamos”, expresó.
Presupuesto e ideología ambientalista
Sobre cómo CAF analiza el Presupuesto en discusión en el Parlamento, Perdomo expresó que hay preocupación en todas las gremiales por el impuesto a los agroquímicos y la intervención del Ministerio del Ambiente, “cosa que rechazamos”, al considerar que “todos los controles de los fitosanitarios deben continuar en manos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, que es el que debe estar en esos temas por conocer la producción y ser el Ministerio de la producción”.
“No podemos permitir que la ideología ambientalista avance más de la cuenta, porque nosotros necesitamos que, ambiental y responsablemente, produzcamos más de lo que producimos, porque si no, no nos dan los números”.
La idea del articulado sobre el tema es “bajar el uso de algún producto cuando todavía no tenemos la alternativa. Es un camino en medio que busca desestimular un producto, pero hay que ver las alternativas que le damos al productor” para que tenga de dónde escoger, planteó.
El otro tema “es el manejo del fideicomiso” porque “cada ministro que pasa se empodera más de los aportes que hacen los productores y de las decisiones que se toman. En la Comisión de Enfermedades Prevalentes entendemos que no se toca la posibilidad de que las gremiales tomen las decisiones de los recursos que se consiguen a través de la Ley 19.300, pero entendemos que estos fideicomisos dejan la portera abierta para que se tomen decisiones sin la posibilidad de que los productores podamos ser partícipes de las mismas”.
Como aspecto positivo comentó que “es muy bueno” que el campo natural sea “de interés nacional y no de interés general” por los efectos que eso tendría; asimismo objetó la creación de un observatorio porque “ya existe la mesa de ganadería y campo natural con la participación del Ministerio, los institutos y las gremiales”.
Como conclusión, Perdomo dijo que las cooperativas tienen “un inconveniente grave en cuanto a las inversiones”, por ejemplo, en materia ambiental: “Tenemos que llevar adelante cambios e inversiones con algunas plantas [de silo] que están dentro de los pueblos. Se debería legislar mediante una ley de inversiones”, reclamó.
“Tenemos que corregirlo, ubicarnos fuera de las ciudades, pero también debemos tener las condiciones mínimas e igualitarias que el resto, y hoy no las tenemos. Ese es un tema que ya tratamos en el período pasado, pero sin obtener respuestas ni de la entonces ministra de Economía, Azucena Arbeleche, tampoco del subsecretario ni del director general. El Ministerio destinó sus técnicos para intercambiar con los de CAF, pero no se avanzó nada”.
También “se hicieron al ministro Oddone cuando antes de asumir visitó la sede de CAF. Ahí se trataron temas como la Ley de Inversiones para Cooperativas, el acto cooperativo y la tasa diferencial cooperativa, entre otros. Son temas que sabemos que cuentan con voluntad política y tenemos esperanza de que en este período esas cosas puedan madurar y salir adelante”.
Perdomo finalizó diciendo que “estamos en el Año Internacional de las Cooperativas y es el momento de bajar a tierra todos los discursos que se han hecho desde la Organización de las Naciones Unidas para abajo, incluyendo a todos los gobiernos y a todos los representantes políticos”.




















































