La UTU fue el instrumento educativo para descubrir un mundo nuevo y de utilidad para la naturaleza y la humanidad.
Las buenas experiencias educativas suelen marcar a los jóvenes que las viven, quienes las recuerdan a lo largo de su vida y reviven por el valor sentimental, humano y pedagógico que entrañan.
Seguramente muchos de nosotros guardamos en lo mejor de nuestra memoria el recuerdo de una maestra o algún profesor, y estos saben que no hay mejor recompensa que ser parte de la memoria y el feliz recuerdo de tantos, muchos alumnos, niños, adolescentes y jóvenes.
También se recuerdan con cariño los centros de estudio donde pasamos jornadas enteras, forjando y fortaleciendo amistades, aprendiendo, descubriendo el mundo.
Jeremíhas Altez sabe de todo eso. Con apenas 17 años ya expresa ese sentimiento de agradecimiento que lo acompañará toda la vida. Así lo expresó en una frase sencilla como de profundo contenido: “La escuela agraria de UTU me ha dejado mucha enseñanza práctica”.
Adolescente montevideano y de gran conciencia medioambiental, ya tiene decidida su continuidad educativa en el área agraria de UTU.
Su historia fue difundida por la UTU luego de egresar de la Educación Media Tecnológica de la Escuela Agraria de Montevideo.
En 2024 Jeremíhas estudiará el Curso Técnico Terciario de Producción Agropecuaria Familiar, tecnicatura que se encarga de “asesorar, gestionar y fabricar para una producción orgánica familiar, hortícola y frutícola”.
“La escuela agraria de UTU me ha dejado mucha enseñanza práctica; conocimientos que antes no tenía porque yo no tengo campo, vivo en Flor de Maroñas; es una zona que está cerrada a esas posibilidades”, explicó.
Además, tiene un gran interés por generar un cambio en la agricultura a través de la “cultura regenerativa, que involucra más mano de obra que maquinaria”, manifestó en declaraciones que fueron publicadas en la web de UTU.
Su pasión por las plantas y la naturaleza se descubre con solo escucharlo hablar. Defiende con convicción la agricultura manual frente a la “producción innovadora que hace daño” a los suelos: “Me llama la atención porque lo veo como una posible ayuda, no para mí, sino para poder dar al medioambiente una regeneración y también un futuro para el resto de los organismos”, concluyó.
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