El departamento de Maldonado fue sede de un seminario titulado “Los cuidados como factor de prevención y protección de la violencia hacia las personas mayores”, por haberse conmemorado el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez. Entre los disertantes estuvo la licenciada Marianela Larzábal, directora nacional de Inmayores del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), quien en diálogo con La Mañana dio detalles del seminario y la actividad que viene desarrollando su dirección.
¿Qué detalles podemos dar del seminario que se desarrolló en Maldonado?
El seminario que se desarrolló en Maldonado fue en el marco del 15 de junio, día en que se celebra el Día Mundial de Toma de Conciencia contra el Abuso y Maltrato a las Personas Mayores. En ese contexto, Inmayores está realizando tres seminarios temáticos que se van complementando, dirigidos a técnicos profesionales y personas interesadas en la temática, porque es fundamental promover y proteger los derechos de las personas mayores, y para eso es necesario capacitar y sensibilizar sobre sobre este tema. El seminario tuvo como eje los cuidados como políticas de protección y prevención de situaciones de violencia. Lo que pone en foco es cómo las políticas de cuidado dirigidas a las personas mayores son una política que invierte en la dignidad y en la calidad de vida de las personas, mejorando las condiciones y previniendo situaciones de violencia. La importancia de debatir y de reflexionar cómo es una política que genera un ganar-ganar, que impactan positivamente la calidad de vida de las personas, porque las íntegra, porque permite disminuir la sobrecarga de cuidados en las familias, pero sobre todo porque promueve y garantiza los derechos de las personas mayores. Ese es uno de los focos de este seminario del pasado miércoles 18. El viernes 13, en la regional norte de Salto, lo que hicimos fue un seminario sobre las buenas prácticas para una vida libre de violencia en la vejez, en las personas mayores. Y por qué es necesario hablar de las buenas prácticas, porque como sociedad uruguaya tenemos que comprometernos en dar respuestas adecuadas, atender y responder de forma ética y política ante las situaciones de violencia y poder desarrollar respuestas y lamentablemente la sociedad uruguaya es una sociedad que reproduce estereotipos, prejuicios, mitos y discriminaciones negativas a la vejez, es lo que conocemos como viejismo, la discriminación por ser viejo o vieja. También a veces hablamos de edadismo, que es la discriminación por edad, pero en Uruguay además se da el viejismo, que es la discriminación por ser viejo o vieja. Entonces hablar de eso y pensar, cuestionar y reflexionar sobre las buenas prácticas empieza a promover un cambio sociocultural que garantice los derechos de las personas mayores y dejar de reproducir todos los tipos de violencia.
La presencia de la sociedad civil representada por la Redam o, por ejemplo, por el Grupo Motor de Personas Mayores de la Red de Comunidades y Municipios Saludables, ¿esto habla de una conciencia a nivel nacional?
Sí, exactamente. Las organizaciones sociales cumplen un rol fundamental en la promoción de los derechos y fue por eso por lo que cada uno de estos dos seminarios que estamos realizando de forma regional van acompañados en el contrahorario por la mesa de diálogo de organizaciones sociales a nivel nacional. En realidad, en Salto convocamos a todos los departamentos de la zona norte del país y en Maldonado todos los departamentos al sur del país, con la adición de Río Negro. El objetivo es de los cuidados como factor de prevención y protección de la violencia hacia las personas mayores en el seminario del miércoles 18 y en el otro de las buenas prácticas para una vida libre de las personas mayores. ¿Por qué está acompañado por la mesa de diálogo de organizaciones sociales? Porque es necesario que con ellas estemos trabajando toda la participación en la construcción del tercer plan nacional de envejecimiento y vejez. Entonces, al finalizar el seminario, tomando en cuenta todas las situaciones de violencia, se reflexiona qué aportes y qué líneas de trabajo hay que desarrollar en ese tercer plan nacional de envejecimiento y vejez.
Uno de los temas más importante es la técnica sobre tipos de abuso y maltrato en personas mayores con factores de riesgo y desprotección. ¿Cómo se llega a esto y cómo se explica?
Hay varias teorías que explican las situaciones de violencia, como la teoría de la dependencia de la víctima o la sobrecarga y el estrés del cuidador. También los estereotipos sociales que hay hacia la vejez. Otro de los factores que explican las diferentes formas de violencia es una teoría que habla de la cultura y la transmisión intergeneracional. Y también otra teoría es la psicopatología del agresor y la sexta teoría habla de los estilos de gestión de la cultura y la cultura organizacional de las instituciones. Para esas diferentes teorías se habla de estrategias de respuestas para las buenas prácticas, que muchas de estas estrategias que te voy a mencionar, lo que puede ser que pongan el foco en la persona y donde tenemos que poner el foco es en las buenas prácticas sociales que dejen de reproducir las distintas formas de violencia y también la construcción de respuestas adecuadas de forma interinstitucional. Las buenas prácticas que se suelen promover es que las personas mayores puedan tener espacios para estar activos, que tengan redes de apoyo, evitar el aislamiento, tener alguien de confianza en la red para poder trasladar las diferentes situaciones que están viviendo o un médico de cabecera donde puedan contar, que haya actores sociales de referencia, que haya referentes en el barrio donde la persona mayor te pueda identificar y acercarte. También se habla de dedicar tiempo de la persona a sí misma para el cuidado, la salud, para la higiene, el ocio, poder promover que las personas generen su propio proyecto de vida, tener un proyecto personal. En esto también hay que ver siempre que la tendencia es depositar la responsabilidad a la persona y nosotros tenemos que pensar como Estado y como sociedad cómo damos la respuesta colectiva.
Otras estrategias de que se habla es que la persona pueda manejar sus propios bienes y pueda manejar su propio dinero, siempre que pueda. Pero muchas veces se le declara la incapacidad o por dificultad para ir a cobrar el dinero le pasa el poder a un familiar y ahí empiezan los problemas. ¿Cómo se previenen esas situaciones? Las buenas prácticas en ese sentido tienen que ver con estrategias que fomenten la autonomía, la preservación cognitiva para las personas mayores y eso tiene que ver con espacios de convivencia, espacios saludables. Esa es una línea. Ahora, hay que tener cuidado en que estas estrategias de prevención no le tiren todo el fardo a que depende de que si la persona tiene la capacidad o no de ser activa y por qué tendría que ser siempre activa. Entonces ahí es cómo reflexionamos como sociedad para generar un encuentro más amoroso, más hospitalario, donde haya otros códigos en los vínculos que respeten y garanticen la dignidad humana. ¿Cómo trabajamos ese vínculo con el otro y ese otro viejo o vieja donde nosotros generamos un encuentro de respeto y de dignidad de los derechos de esa persona? Y reivindicar la ternura, decía un compañero en el seminario del norte, porque reivindicar la necesidad de las buenas prácticas como sociedad uruguaya es fundamental. Hay una responsabilidad humana a la que debemos hacer eco y dar respuesta ética y política para poder defender, promover y proteger los derechos humanos de las personas. ¿Y qué pasa muchas veces? Las personas mayores, como la situación de violencia se da en un contexto de relación de confianza, que daban por hecho que el otro va a responder de forma adecuada, respetuosa y amorosa, muchas veces les da vergüenza denunciar, hablar del tema, se achacan la culpa, “la culpa es mía”. Porque en general, a veces cuando es intrafamiliar se piensa “yo los crie, ¿qué hice mal?”. Y entonces se tienden a aislar y no se habla del tema. Promover otros espacios de encuentro para dar respuesta y también cuestionar lo que tiene que ver con las microviolencias que se reproducen a nivel intrafamiliar, a veces no con la intencionalidad, sino con una sobreprotección o una sobrecarga que anula. ¿Cuántas veces la persona que sobreprotege al otro está anulándola en la autonomía y anulándola en sus derechos? Entonces hay que pensar que la violencia tiene múltiples factores estructurales, que hay que hacer una mirada más amplia y no depositar todas las respuestas de prevención en la persona, si está integrada o no está integrada, sino que tiene que ver con pensar en esos dispositivos de prevención más amplios también, más sociales. Por eso es necesario esta campaña de sensibilización que estamos promoviendo para poder hablar del tema, para poder cuestionarnos socialmente, revisar cuáles son esas prácticas que a veces sin querer incurrimos y reproducen la violencia, y para instalar el tema de las violencias hacia las personas mayores como un problema grave del cual aún no se habla. Y aún hay muchas voces y muchos gritos que no se escuchan porque las personas mayores no denuncian, a veces ni siquiera son conscientes de las situaciones que viven.