A pesar de que quedó instalado definitivamente el invierno y con él las grandes heladas, los ganados están en buena condición corporal para encarar la etapa más compleja del año. Está situación se ve acompañada por los buenos precios para la industria y un clima de negocios tonificado por todas las categorías de la ganadería local.
Las operaciones en el mercado ganadero permanecen firmes a pesar de la entrada del invierno, mientras los precios se consolidan estables y con una flecha hacia arriba. En la misma sintonía positiva se encuentra el estado de los animales, con una abundancia forrajera que sobresale en esta época del año. Si bien las heladas se han hecho sentir en los últimos días, el estado de los animales sigue siendo firme, asentado en varios meses de buen clima y con una situación alimenticia que sobresale de la realidad que presentaron los últimos años.
Consultado el rematador y empresario Aparicio Coito, entiende que el invierno no va a impactar negativamente en el negocio de las haciendas, por un lado, porque la oferta voluminosa ya salió al mercado y, por otra parte, porque los valores de la reposición se mantienen firmes y al alza. En un contexto donde hay escasez en todas las categorías, es lógico que los precios sigan siendo consistentes.
A horas de haber ingresado al séptimo mes del año, la industria frigorífica está firme en su demanda de animales y los productores no dudan en remitirlos apenas estén listos para faenar. En este contexto los precios que maneja el mercado terminan siendo definitorios para que los productores no duden en vender. Con muchas plantas aún faenando con los ritos kosher, el novillo gordo, bueno y especial se comercializa entre US$ 5 y US$ 5,05. En tanto la vaca gorda cotiza entre US$ 4,75 y US$ 4,80 y la vaquillona cierra negocios entre US$ 4,85 y US$ 4,90.
Coito señaló que “los negocios que se concretan con destino a la industria frigorífica no demoran más de una semana”. En este contexto y a pesar que algunos países de la región como es el caso de Paraguay donde los valores de las haciendas cayeron, el empresario floridense no percibe señales que eso se repique en el mercado interno. “Me da la impresión de que estamos llegando a un equilibrio de valores”, pero lejos se está que puedan bajar en lo inmediato y mediano plazo.
En consonancia con un año climáticamente auspicioso para todos los sectores de la agropecuaria, la zafra de terneros del otoño que acaba de cerrarse fue catalogada por todos los actores de la cadena como excelentemente buena. Aprovechando la oportunidad que presentaba un mercado hiperactivo, incluso hubo productores que destetaban al pie del camión. Con ese escenario como contexto los terneros pesados cotizaron entre US$ 550 y US$ 600 y las terneras pesadas entre US$ 450 y US$ 500.
El consignatario no ve una gran oferta de ganado gordo como para que la industria opte por bajar los precios en el futuro. De esta forma avizora muy auspiciosa la oportunidad para que el mercado siga fluyendo con buenos valores. Explicó que entre la segunda quincena de julio y el mes de agosto puede haber un hueco donde falten este tipo de haciendas y por lo tanto prevé un mercado “alegre”.
Ya con las primeras grandes heladas instaladas en los primeros días del invierno, los productores que tomaron la posta y sembraron temprano disponen de buenos verdeos para afrontar los meses más rigurosos. Coito destacó que quienes tomaron esta iniciativa van a disponer de buenas praderas al cierre del invierno y la entrada de la próxima primavera, sobre todo a partir de agosto, cuando los días son más largos. En este sentido destacó el nivel que presentan las avenas y los raigrases.
Guillermo Arrillaga
Para el consignatario floridense Guillermo Arrillaga, el escenario altamente positivo que existe para todos los negocios ganaderos está respaldado por un clima que desde hace cerca de un año está traccionando al sector. En medio de este proceso, tanto las haciendas gordas como los ganados para el campo continúan en una senda de buenos precios empujados por la industria frigorífica que compra todo lo que ofrece el mercado.
Ya con el invierno en curso, el empresario señaló a los temporales y sobre todo al viento como las principales trabas para que las haciendas se sigan desarrollando en buena medida. En ese sentido dijo que con el viento y con el barro los animales no están cómodos y por lo tanto no se desarrollan de buena medida. Sin embargo, es optimista para que el clima siga siendo un socio estratégico que apalanque el ben momento por el que está pasando el negocio.
Sobre el futuro aventuró un período entre agosto y setiembre donde van a escasear las haciendas gordas, provocado por la alta extracción de esta categoría en la industria y la no tan acentuada disponibilidad de forrajes para sostenerla. En la misma línea sostuvo que si en la entrada del invierno ya están escaseando, en esos meses “se va a producir un hueco” de ganados gordos, aunque entiende que es incierto qué pasará con los precios.
Sobre la zafra de terneros que finalizó hace algunas semanas, dijo que fue altamente positiva con precios que sobresalieron. En ese contexto destacó la valorización que hubo de parte de los criadores y el impacto positivo de la exportación de ganado en pie con precios “que hace tiempo no se veían”.
Arrillaga consideró a este contexto como altamente positivo para mejorar las economías de las empresas. Los buenos precios de todas las categorías sirven para pagar cuentas, desarrollar algunas inversiones o reinvertir en otras como maquinarias, producción de alimentos o alambrados enfatizó. “Cuando el productor tiene un plus en el precio y en la materia prima que vende, esto se ve canalizado en todo el desarrollo” finalizó diciendo.
Pablo Balbuena
El rematador Pablo Balbuena, integrante del equipo de trabajo de la firma Waldemar G. Carbajal, resumió el gran momento de la ganadería como “un sueño hecho realidad”. Dijo que el mercado se comporta de muy buena manera desde hace bastante tiempo, lo que desató cierta algarabía entre los distintos operadores del sector que aprovechan este lapso para desarrollar sus negocios. Señaló que, si bien la industria ha intentado ponerle un freno al incremento del precio de los ganados terminados, la escasez de esta categoría ha logrado impedir ese objetivo. En ese contexto los precios del ganado ganan tres o cuatro centavos cada semana y los negocios se cierran fácilmente.
Tras un buen otoño, la disponibilidad de comida sigue vigente y granos como le maíz con precios acordes para el engorde a corral traccionan el funcionamiento del negocio. Algo similar sucede con el engorde de novillos Holando. Mientras en otro contexto se hacía cuesta arriba terminarlos para faena, con abundancia de pasto y buena disponibilidad forrajera, muchos productores se inclinaron por recriarlos. La exportación de ganado en pie sigue siendo una carta interesante que los productores están aprovechando para obtener valores diferenciales.
La firma del departamento de Colonia estuvo al frente de interesantes remates de ganado lechero en los que en esta zafra de otoño vendió más de dos mil vaquillonas desde febrero hasta haces apenas dos semanas. En consonancia con el buen momento por el que está pasando la ganadería en general, los precios para estos animales variaron entre US$ 1200 hasta los US$ 2500 para los ejemplares de reconocidas cabañas y con buen potencial genético. Balbuena señaló que en ninguno de las subastas hubo problemas de colocación, traccionado por el buen animo que los productores están mostrando luego de varios años en que la ganadería sufrió perjuicios sobre todo climáticos. En ese sentido señaló que “en ningún momento tuvimos problemas de colocación”.