El Dr. Marne Osorio, exintendente de Rivera en los períodos 2010-2015 y 2015-2020, fue electo diputado en el período 2020-2025 y reelecto para el 2025-2030. En la actualidad es el vicepresidente de la Cámara de Diputados. En los últimos días presentó un proyecto para reactivar la Ley de Vivienda Promovida, sobre lo que se expresó en nota concedida a La Mañana.
Hoy, en cuanto vicepresidente de la Cámara de Diputados, ¿cómo analiza el inicio de gestión del gobierno?
Por ahora no se entiende con exactitud la agenda que realmente este gobierno va a priorizar y va a llevar adelante. Y esto, no lo digo como de la oposición, lo digo como un servidor público, un actor político que está preocupado con las cosas que empiecen a pasar para el bien de la gente. Entonces, eso es un poco la evaluación que hacemos en este mes de mayo que estamos culminando y con la enorme expectativa de que cuando venga el presupuesto quinquenal esperemos que realmente sea un instrumento para promover cambios positivos para la gente, que los cambios son siempre bienvenidos en la medida que sean para mejor, que sean para bien de la gente.
En el “comenzar a andar”, ¿cuáles son los problemas que más preocupan?
A ver, sí tenemos aspectos de la pobreza que están muy enquistados, muy arraigados en determinados sectores de nuestra comunidad, la pobreza infantil, la pobreza con cara de mujer, lamentablemente todavía no hablan de la pobreza regionalizada, somos muy pocos los que venimos hablando de las inequidades regionales del país, pero está bien. En la medida que se pongan esos temas en la agenda, tenemos para aportar. Recientemente yo hice una exposición vinculada al tema de vivienda.
La Ley 18.795, conocida como Ley de Vivienda Promovida, ha sido importante para dinamizar la inversión privada en el sector habitacional desde su aprobación en 2011. Según los datos de la Agencia Nacional de Vivienda, hasta el segundo cuatrimestre de 2024 se han registrado 20.724 declaraciones juradas de ventas de viviendas promovidas en el país. Sin embargo, al analizar la distribución territorial de estos proyectos, la asimetría es muy marcada: Montevideo concentra el 81,5% de las ventas declaradas, correspondientes a 661 proyectos promovidos. Canelones representa el 8,1%, con 137 proyectos. Maldonado alcanza el 6%, con 48 proyectos. Los restantes 14 departamentos del país apenas concentran el 4,4% de las ventas, en 73 proyectos en total. ¿Su proyecto tendría como fin resolver o, mejor dicho, equilibrar esta situación en el resto del país?
Tengo el proyecto para presentarlo, lo voy a presentar la semana que viene. Tengo reunión con los operadores, los promotores de la construcción, con los productores privados de la construcción, que son los que efectivamente hacen la obra de vivienda y que reciben los beneficios tributarios. O sea, trabajar en la línea de ver cómo nosotros logramos corregir algo, una ley que salió para generar solución habitacional y promover la construcción, cosa que nosotros aplaudimos, por supuesto. Pero luego de 13 años vemos que prácticamente el 96% se implementó en la zona metropolitana, o en Canelones, o en Montevideo, o en Maldonado, o en San José. Y el resto del país, el 40%, fueron viviendas que no tuvieron acceso, ¿por qué? Porque los costos son altísimos y no son accesibles con este modelo. Y son puestos en la industria de la construcción que generan mucho trabajo que no tuvimos. Hablemos de estas cosas.
¿Estamos hablando de la Ley 18.795, la Ley de Vivienda Promovida?
Sí, exactamente. Es una ley que se empezó a implementar en el 2012, que justamente nació para generar una vivienda a bajo costo que le permita al trabajador o a la familia que paga alquiler, a la familia que tiene una cierta capacidad de ahorro, que no necesita un subsidio total porque tiene cierta capacidad de ahorro, poder ir por una vivienda digna. Además, vamos a promover la construcción a través de los productores privados que son los que hacen la inversión, les vamos a reconocer esa inversión haciéndole una quita de impuestos para que la vivienda sea a menor costo y de buena calidad. Ese es un poco el espíritu de esa norma. Solo que esta norma es muy aplicable en un territorio donde el poder adquisitivo es mayor, como es la zona metropolitana. En regiones donde el poder adquisitivo es menor, como en la región de frontera, que tenemos que competir con los costos de construcción que tenemos del otro lado de la línea, la realidad es diferente. Entonces, para que nosotros podamos ser competitivos hay que entender esa realidad y hacer los ajustes, que es un poco lo que nosotros estamos promoviendo en el proyecto de ley, para que tengamos los valores de comercialización para las familias de esos territorios a precios que sean accesibles, financiables y competitivos frente a las alternativas que hay, que en nuestro caso es lo que pasa del otro lado de la frontera. Aquí en Rivera, el metro cuadrado de construcción anda en el orden de los 1000 a 2000 dólares, y del otro lado sale la mitad. Entonces, es una cuestión económica. Son de esas cuestiones que nosotros tenemos que entender, que cuando decimos que vamos a generar herramientas para bajar esos costos, y las herramientas que estamos promoviendo es quitarle el peso a la canasta de materiales, es subsidiar el aporte al Banco de Previsión Social, es bajar los aportes patronales. Eso no es renuncia fiscal, porque yo sé que lo primero que me van a decir es que es renuncia fiscal, pero ¿cómo va a ser renuncia fiscal si hoy no se está recargando absolutamente nada por eso? Y donde además no estamos generando puestos de trabajo y estamos teniendo que atender, a través de políticas asistenciales, a la gente que está sin trabajo.
¿Hubo reacción inmediata después de la exposición o no?
Sí, sin duda. Me llamaron de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto y se quieren reunir conmigo la semana próxima. Me encanta el interés. Ayer estuve en varias conversaciones con la Asociación de Promotores Privados de la Construcción, donde están concentradas todas las empresas que llevan adelante estos emprendimientos, muy interesados en el tema. Porque, en realidad, el proyecto, cuando se lo mira en los números nacionales, ha sido muy exitoso, ha tenido un crecimiento muy importante, ha generado mucha mano de obra. Lo lamentable es que haya sido en forma absolutamente asimétrica. Que haya sido en las zonas, que no digo que no lo necesiten, pero hay zonas que lo necesitan mucho más. Y que tiene que ver todo esto con la condición de pobreza, justamente. Porque la mejor herramienta para combatir la pobreza es la generación de empleo, empleo digno. Entonces, y a esto le sumamos que la vivienda, la precariedad de la vivienda, tiene mucho que ver en esa nueva concepción de pobreza multidimensional, porque la pobreza no es solamente plata en el bolsillo. Es plata en el bolsillo, es vivienda precaria, es falta de educación, es inaccesibilidad a los servicios de salud. O sea, son muchos los aspectos que hacen a la pobreza multidimensional. Entonces, la vivienda genera este tipo de soluciones, genera dos respuestas muy importantes. Le genera empleo bien remunerado, porque la construcción es un empleo bien remunerado, aprovechando las capacidades, porque hay mucha gente que tiene el oficio de la construcción, y, además, tener alternativas de vivienda. Todo esto es un poco lo que nosotros, en el marco de este proyecto, estamos tratando de poner en la agenda. La aspiración es que discutamos esto, y si mi proyecto tiene que ser perfeccionado, lo aplaudo y estoy dispuesto a reformarlo. Yo lo estudié mucho, creo que es una solución buena, pero si hay mejores ideas para mejorarlo y viabilizarlo, vamos arriba, van a contar con mi apoyo, como siempre.