En una actividad que reunió a productores, empresarios, trabajadores, actores políticos, del ámbito social y público en general en el departamento de Rocha, comparecieron los economistas, Milton Ramallo y José Licandro, para realizar un análisis de la situación económica actual.
El referente de la Federación Rural en materia económica, Milton Ramallo, vaticinó de acuerdo con el proyecto de Presupuesto quinquenal del gobierno un atraso cambiario más desalentador para los sectores de la economía. Aunque admitió que se trata de un presupuesto bastante optimista, también señaló que en los próximos cinco años se acentuará aún más el atraso cambiario que ha sido denunciado por amplios sectores de la economía desde hace bastante tiempo.
Para Ramallo, este tipo de actividades en el interior del país les permiten estar más cerca de los productores y llevarles “información que a veces es compleja de entender”. Esos encuentros generan intercambios con el público que facilitan la comprensión de ciertos temas económicos y les permiten conocer de primera mano la situación real por la que pasan los productores uruguayos.
En su exposición, el economista dijo en Lascano que el atraso cambiario está afectando fuertemente en el bolsillo de los productores. Admitió que no se trata es una situación novedosa y que ha sido denunciada en varias oportunidades desde la propia Federación Rural. Permanentemente, desde los sectores agropecuarios se ha insistido en las dificultades que plantea el atraso cambiario a la hora de lograr resultados positivos que incentiven nuevas inversiones.
El dólar tuvo un capítulo aparte. “Es una variable que juega mucho más que en el resultado, en el bolsillo del productor” aseguró Ramallo. Consultado por La Mañana el profesional dijo que a pesar de que los resultados productivos puedan ser muy positivos, a veces “no se traduce en lo que es un buen flujo de caja”. Señaló que este tipo de situaciones generan un contraste que desembocan en graves problemas financieros para el productor, sobre todo aquellos de más pequeña escala.
En su opinión, si el equipo económico plantea una inflación del 4,5% es de suponer que el tipo de cambio “la va a correr de atrás”. Ramallo fue más allá y apuntó que en los próximos años el atraso cambiario “se va a acentuar”, lo que significa que lo que venía sucediendo hasta ahora continuará “incluso por detrás”.
En este sentido el especialista sostuvo que en Uruguay no se puede plantear la contraposición peso-dólar porque “somos una economía bimonetaria”. Agregó que el sector exportador, con mucho peso en la economía del país, se encuentra “condicionado a la situación del dólar”; sin embargo, lo que no se puede es elegir con qué moneda comerciar porque “siempre se van a recibir dólares”.
Entiende que de aquí a un escenario de 5 años se va a estar “en términos de dólares y de inflación 17% abajo”. En la comparación con 2022, cuando se comenzó a utilizar al tipo de cambio como ancla para la inflación, “veníamos con un 25%”, ahora se le suman 16%, lo que da un 40% de sobrecostos en dólares sobre el peso uruguayo. Esto es sumamente grave en términos productivos, aseguró.
Para Ramallo este fenómeno empieza a desalentar al productor en materia de inversión. Hay que tener presente que la producción agropecuaria tiene la particularidad de desarrollarse en ciclos largos y este fenómeno no ayuda para que sea sostenible. “No está fácil seguir invirtiendo y poniendo plata cuando ves que la vas a correr de atrás”. El economista dijo que en esta situación donde las inversiones se plantean de un año hacia otro “es muy difícil alentar la inversión cuando sabes que vas a perder por un tema financiero”, sin contar con otros factores altamente complejos como pueden ser el clima o incluso factores sanitarios.
Las claves para crecer, según el economista José Licandro
“Crecer más rápido y con equidad” fue el tema central de José Licandro, economista con 37 años de experiencia en el Banco Central. En este caso también para el profesional fue “una experiencia reconfortante” en el sentido de poder compartir en una pequeña localidad del interior del país los principales aspectos de la macroeconomía “en un lenguaje lo más accesible para la gente común”.
Licandro dijo estar de acuerdo con el actual ministro de economía, Gabriel Oddone, sobre la necesidad que tiene el país de crecer a mayores tasas de las actuales. Por un lado, “porque es más fácil acomodar las cuentas fiscales” y porque es un escenario auspicioso para asignar recursos a los sectores de mayor relevancia. El economista aseguró que “cuando la economía crece lo hacen los puestos de trabajo, el ingreso y las oportunidades”.
En declaraciones a La Mañana Licandro señaló que Uruguay invierte entre 16 y 17 puntos de su Producto Bruto Interno (PIB) “y con eso en los últimos años hemos crecido un poco más del 1% anual”. Agregó que “es poco en la comparación internacional” y también en lo que refiere al desarrollo como ciudadanos.
El nuevo equipo económico plantea un crecimiento del 22%, lo que representaría entre el 30% y 35% de la inversión. En ese contexto, Licandro se pregunta cómo llegar a esos guarismos.
Para lograr ese crecimiento Licandro habla de varios componentes importantes. En ese sentido, plantea la estabilidad macroeconómica sostenida y con inflación baja.
En segundo término, dijo que es necesario contar con la mayor cantidad de mercados abiertos. “Nuestro horizonte tiene que ser el mundo”, sostuvo. En este capítulo aludió al Mercosur, el cual debería funcionar como un trampolín y no como “un lastre”, como ha venido sucediendo a lo largo del tiempo en varios aspectos.
El profesional entiende que para lograr crecimiento es necesario “que venga más inversión”. Sin embargo, dijo que en el país existe una alta carga tributaria que desalienta las inversiones. “Si queremos que venga más inversión no hay que pensar en incrementar la carga tributaria, sino reducirla y estamos lejos de eso”. Agregó que “de hecho ahora tenemos un Presupuesto que viene con tres impuestos nuevos”.
Otro de los componentes de su pensamiento consiste en la necesidad de desarrollar reformas micro y dejar de pesar en las macro.
Para el profesional con más de tres décadas desarrollando su actividad en el Banco Central, es indispensable para el crecimiento del país que exista competencia de sus empresas públicas. Indicó que entre los monopolios que tiene el país, el de Ancap es el más significativo. “Ahora se aumenta la gasolina y si lo medís con el precio de paridad de importación está $10 arriba” comparado con seis meses atrás. Pero también refirió a los monopolios privados que también le hacen daño al crecimiento del país.
Licandro criticó el manejo de los consejos de salarios que se llevan adelante “como si la economía fuera cerrada” a mitad del siglo pasado. “No importa si la empresa anda mal, si es grande o chica, si está en Montevideo o en el norte del país”. Dijo que eso termina beneficiando a las empresas grandes bien localizadas, “pero a los chicos los matan”.
Para Licandro el conflicto que se desató en el sector de la pesca dejó el mensaje de que las reglas de juego no se cumplen y existe un mal clima de negocios. Dijo que el gobierno actuó poco claro sobre este tema e inclusive fue más explícito al referir que “cuando escuchás al ministro o viceministro parece que no es obligatorio cumplir con los contratos”.
Como lo titula la disertación que brindó José Licandro durante una de las actividades organizadas por Un Solo Uruguay, la equidad está íntimamente relacionada con la educación e igualdad de oportunidades. A su entender, la equidad no significa que “ganemos lo mismo, sino que todos tengamos las mismas oportunidades”. Dijo que durante la campaña electoral se habló mucho del 30% de los niños que nacen en hogares pobres. Para afrontar esta situación el rol del Estado es fundamental con oportunidades educativas que les permitan desarrollarse. De acuerdo con el profesional, el Estado necesita destinar recursos sin necesidad de subir el gasto, sino revisando aquellos que no son prioritarios.