El sector tecnológico uruguayo en 2023 facturó US$ 3381 millones, con un incremento del 19% impulsado por las exportaciones y el mercado interno, destacó la secretaria general de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI), Ana Inés Echavarren.
En entrevista con La Mañana, Echavarren señaló que el sector representa el 4,4% del PIB, consolidándose como motor económico, aunque enfrenta desafíos como la escasez de talento y la disminución de la participación femenina. Estados Unidos sigue siendo el principal destino de exportaciones, pero surgen nuevas oportunidades en mercados emergentes.
¿Cuáles son los factores principales que impulsaron el crecimiento de la facturación del sector tecnológico en 2023?
El sector tecnológico alcanzó en 2023 una facturación total de US$ 3381 millones, lo que representó un crecimiento del 19% respecto al año anterior. Este desempeño estuvo impulsado tanto por un incremento de las exportaciones como por un fortalecimiento del mercado interno. Las ventas al resto del mundo, que incluyen exportaciones y operaciones de filiales en el exterior, sumaron US$ 2168 millones, consolidándose como el principal motor de ingresos del sector, con un aumento del 19% en comparación con 2022. Crecer a un ritmo de 19% es un destaque muy importante, muestra la calidad del trabajo de nuestras empresas y de todos los colaboradores del sector en su conjunto.
En el mercado interno, las ventas alcanzaron los US$ 1213 millones, lo que representó un crecimiento del 19%. Este aumento fue impulsado principalmente por una mayor demanda de soluciones tecnológicas en infraestructura TI y un incremento en el segmento vertical (software diseñado para un sector o uso específico), que duplicó su facturación respecto al año anterior.
¿Cómo analiza el impacto de este desempeño en la economía uruguaya?
El sector tecnológico en Uruguay ha demostrado ser un motor importante para la economía nacional, con una contribución equivalente al 4,4% del Producto Interno Bruto (PIB). Este dato refleja no solo la relevancia del sector en términos de generación de ingresos, sino también su capacidad de contribuir al crecimiento económico mediante la creación de empleo, el aumento de las exportaciones y la consolidación de un ecosistema competitivo.
El impacto del sector se evidencia en su capacidad para generar ingresos a partir de la venta de servicios y productos de alto valor agregado, tanto en el mercado local como en el internacional. Además, su dinamismo permite atraer inversiones extranjeras y posicionar a Uruguay como un hub tecnológico competitivo en la región. En un año marcado por un crecimiento económico general moderado del 0,4% en Uruguay, el sector TI destacó como un área de crecimiento constante, contribuyendo al desarrollo de capacidades y al fortalecimiento de la economía nacional.
Estados Unidos sigue siendo el principal destino de las exportaciones del sector, representando más del 80%. ¿Qué estrategias están utilizando las empresas para consolidar y diversificar mercados fuera de Uruguay?
Estados Unidos se mantuvo como el principal destino de las exportaciones de servicios TI, lo que refleja una estrategia consolidada del sector para ofrecer servicios y productos adaptados a las necesidades de un mercado exigente y altamente competitivo. Muchas empresas han establecido filiales o socios estratégicos en ese país, lo que les permite mantener una presencia directa y fortalecer su posicionamiento. En 2023, países como España, Francia y México ingresaron al top 10 de destinos de exportación. Entre las estrategias de las empresas para llegar a más mercados se incluyen la búsqueda de alianzas estratégicas, la participación en eventos internacionales y la oferta de soluciones tecnológicas especializadas que responden a demandas específicas de cada mercado.
El mercado interno, por su parte, creció un 19% en 2023. ¿Qué cambios están observando en la demanda a nivel local?
El crecimiento del mercado interno del sector TI, que alcanzó los US$ 1213 millones en 2023, refleja una mayor adopción de tecnologías avanzadas por parte de las empresas y organismos públicos uruguayos. La demanda en el ámbito privado sigue siendo predominante, con el 76% de las ventas locales dirigidas a este segmento, incluyendo instituciones financieras, que continúan invirtiendo en soluciones tecnológicas para optimizar sus operaciones. Dentro del sector privado, las grandes empresas concentraron la mayoría de las ventas, aunque también se registró un aumento de la demanda por parte de pequeñas y medianas empresas.
En el sector público, las ventas representaron el 25% del mercado interno, lo que destaca un crecimiento en la inversión en tecnología por parte de organismos gubernamentales. Este aumento se traduce en una apuesta por la modernización de servicios públicos y en la incorporación de soluciones tecnológicas que permiten mejorar la eficiencia operativa y la interacción con los ciudadanos.
El empleo en el sector alcanzó un récord con 20.375 puestos de trabajo, pero la participación femenina disminuyó del 35% al 33%. ¿Qué lectura hace de estos indicadores?
La disminución de la participación femenina evidencia que persisten desafíos relacionados con la equidad de género en el sector. Si bien desde la cámara se vienen impulsando diversas acciones que buscan reducir la brecha, como las jornadas “Techy por el día”, que acercan a niñas y adolescentes a las empresas TI; o dando visibilidad a las mujeres que ya integran el sector, es una realidad que hay que seguir trabajando en la temática, tanto dentro de las empresas, con políticas de equidad, como desde los centros educativos y de formación.
¿Percibe que la escasez global de talento tecnológico está impactando en la capacidad de las empresas locales para crecer y competir internacionalmente?
La escasez de talento TI es un desafío para las empresas a nivel global, no solo para las locales, sobre todo en áreas muy especializadas como puede ser la ciberseguridad, donde la demanda de profesionales calificados supera la oferta disponible. En respuesta a esta problemática, muchas empresas han implementado estrategias como la capacitación de su personal y la contratación de talento extranjero, que en 2023 representó el 18% de la fuerza laboral del sector. En ese sentido, leyes como la 20.191, que facilita la atracción de talentos para el sector TI, son herramientas que ayudan a mitigar la falta de profesionales, mientras se sigue trabajando en políticas de largo plazo apalancadas en la formación del talento local.
¿Cuáles son las principales oportunidades para el sector tecnológico uruguayo a futuro?
Nuestra industria no tiene techo y tiene espacio para seguir creciendo, el futuro nos permite ser muy optimistas, y la inteligencia artificial juega un rol de acelerador de los procesos. A nivel internacional, la expansión hacia nuevos mercados y la consolidación de relaciones estratégicas con clientes y socios globales son áreas clave para explorar, pero el crecimiento dependerá de las condiciones de competitividad que podamos alcanzar como industria y como país. En el mercado interno, la digitalización de servicios públicos y la adopción de tecnologías avanzadas por parte de empresas privadas siguen siendo áreas de gran potencial. Además, la industria tecnológica uruguaya tiene la oportunidad de fortalecer su rol como exportador de servicios de alto valor agregado, consolidando a Uruguay como un hub tecnológico en la región.
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