La convocatoria va dirigida a los ganaderos y lecheros; y se anunció que la Dirección General de la Granja hará una convocatoria similar en febrero.
Fue presentada, en la sede del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) la convocatoria “Agua para la producción familiar”, una iniciativa desarrollada en el marco del proyecto SARU (Sistemas Agroecológicos y Resilientes en Uruguay), con financiación del Banco Mundial, y el apoyo del Ministerio de Ganadería y el Instituto Nacional de Carnes (INAC). El objetivo es apoyar la producción familiar ganadera y lechera que no cuenta con acceso a agua para la producción.
Durante la presentación, Valeria di Fiori, representante del Banco Mundial, dijo que el agua es un tema que “atraviesa todo el país y que Uruguay conoce muy bien” debido a los últimos episodios de sequía que “entre 2020 y el 2023 causaron pérdidas agropecuarias que ascienden a más de US$ 2100 millones”. Este es un número que “mide el impacto”, pero “detrás hay familias que debieron tomar decisiones muy difíciles”.
Agua para la producción familiar es “buscar y dar soluciones” de manera concreta, añadió, y subrayó que “invertir en agua es invertir en resiliencia, en continuidad productiva, pero sobre todo en empleo, en la dignidad y el bienestar de las personas que viven del campo”.
Leonardo Bove, vicepresidente de INAC, explicó que esa institución está involucrada en el programa porque le interesa e importa todo lo que significa aumentar la producción, y el apoyo se hace de la misma manera que INAC respalda programas como Procría, o el combate a la garrapata, entre otros.
La presentación fue cerrada por el ministro Alfredo Fratti, quien resaltó el valor social y también humano que tiene el aportar acceso al agua. “No vamos a llegar a todos los que precisan, pero sí a un contingente importante, a través de un subsidio que también será importante”.
Enfatizó que “no hay que tener miedo a decir” que “el subsidio será importante, porque cuando pedimos que en nuestra mesa estén los productos que da el campo también tenemos que llegar con un mínimo de confort a esos ciudadanos que están desparramados por todo el interior, que no aparecen en los titulares de los diarios ni vienen a protestar a la Torre Ejecutiva. Nosotros tenemos la obligación de hacerlos visibles”.
No se descarta a ningún productor familiar
La presentación contó con un segmento técnico a cargo de Marcelo Pizzanelli de la Dirección de Desarrollo Rural, quien hizo referencia a los puntos más destacados de la convocatoria.
La primera acción, que contó con el trabajo de técnicos de varias instituciones, fue definir las zonas vulnerables que resultan en la priorización. Para llegar a esas zonas del país se buscaron datos objetivos y medibles para lo cual se cruzaron diferentes variables con información histórica de INIA Gras, la Dirección Nacional de Aguas (Dinagua) del Ministerio de Ambiente y las declaraciones de emergencia hídrica del MGAP. Esos datos “permitieron identificar dónde están los productores que más necesitan” mejorar el acceso al agua con fines productivos.
El objetivo general es “contribuir a la adaptabilidad de la producción familiar como base del desarrollo de las unidades ganaderas y lecheras, asegurando la sostenibilidad económica, social y ambiental”, y la forma de hacerlo es que las unidades familiares en suelos superficiales “tengan mejores condiciones de infraestructura” para enfrentar adversidades ambientales.
La población objetivo son “los productores familiares, ganaderos y lecheros de hasta 100 hectáreas Coneat 100”, pero no se descartan las unidades familiares con más de 100 hectáreas con Coneat inferior a 100, a las que Pizzanelli animó a presentarse y poder ser parte.
El llamado es excluyente para las unidades productivas que hayan participado y recibido apoyo en el último llamado sobre agua en el programa Más agua para el desarrollo rural; y los deudores del Fondo Agropecuario de Emergencia (FAE).
El apoyo financiero es hasta US$ 10.000 por unidades productivas, no reembolsable hasta el 80%, que se pueden utilizar de diversas formas: “Construcción y reparación de pozos, tomas, tanques excavados y tajamares; limpieza y cercado de pozos, brocales o tajamares; calzados de vertientes; instalación de tendido eléctrico y servicios asociados; instalación de depósitos y sistemas de distribución de agua para consumo animal; costos de asistencia técnica especializada; costos de trámite por la solicitud de derecho de uso de agua”.
La prioridad la tendrán las zonas más afectadas por el déficit hídrico y de mayor vulnerabilidad a los cambios y eventos climáticos problemáticos; las unidades productivas que no cuentan con fuente de agua o que se seca en algún momento de año, las unidades productivas lideradas por jóvenes o mujeres; productores que implementen prácticas de transición agroecológica; y las unidades productivas en la cuenca Santa Lucía o río Negro”.
Una instancia clave es la evaluación técnica de todos los interesados, que permitirá aprobar los casos que cumplen con los requisitos.
Desarrollo rural tendrá un rol clave en el suministro de asistencia técnica, gestión y administración, además de la difusión. Respecto a la asistencia técnica, explicó que “hay hasta 10 jornadas técnicas que incluyen diagnóstico, formulación, seguimiento y cierre del proyecto”.
Los técnicos privados que quieran participar deberán estar inscriptos en el registro de la Dirección de Desarrollo Rural del MGAP; la habilitación implicará capacitaciones previas y específicas para la convocatoria.
Toda la información complementaria se encuentra en la web del MGAP en “Agua para la producción familiar”. Las propuestas serán recibidas hasta las 12.00 horas del día 30 de abril de 2026.



















































