El cierre de año en el año BPS generó polémica por decisiones tomadas por mayoría en el Directorio. El hecho de eliminar la gira de pagos de jubilaciones y pensiones de localidades como Queguay y Lorenzo Geyres, obligando a los beneficiarios a trasladarse a la capital departamental, con los costos que ello implica, generó inmediata reacción de pequeños empresarios, actores políticos locales y del director del BPS por el sector empresarial, José Pereira de Brun, quien fue el único voto negativo. Consultado por La Mañana, el jerarca se refirió a ese y otros temas.
¿Cuál es su opinión respecto de la eliminación de la gira de pagos?
Nosotros fuimos muy críticos de esta decisión, la cual se votó en el directorio por seis votos a uno. Fuimos los únicos que nos opusimos para ver la posibilidad de buscar otra forma, porque tenemos un Estado que cada vez es más caro para todos los uruguayos, y donde hay una voracidad, una necesidad por generar impuestos, pero cada vez menos presente, sobre todo en el interior del país. Es un poco dicotómico plantear una situación en la cual tenemos un Estado cada vez más caro y cada vez menos presente. Un Uruguay descrito como cada vez con mayores necesidades, pero donde el Estado se va retirando a poco, sobre todo con organismos tan importantes, supuestamente, porque es un organismo que quienes promocionan sus virtudes en su totalidad lo describen como aquel que está desde que uno nace hasta que uno se muere junto a los uruguayos. Y resulta que está, supuestamente, desde que uno nace hasta que uno se muere, pero con algunos uruguayos, no con todos, y sobre todo cuantos más urbanos o cercanos a la capital, mejor, y la realidad es que todos pagamos lo mismo.
¿Cuál fue el argumento del Directorio para tomar esta decisión?
El planteamiento que se hace para justificar son nuevas normas de seguridad, que implican aumentar los costos para el organismo. Incluso en los otros días se planteó cambiar una resolución de directorio en algunos lugares para darle orden a esta salida del organismo de diferentes localidades. El tema es que la falta de presencia del organismo está basada justamente en que hay cada vez menos oficinas en el interior del país, tenemos ahí mismo una oficina que ahora se comparte con el Ministerio de Trabajo, por ejemplo, en Vichadero, departamento de Rivera, oficinas que se abren con cierta irregularidad y en las que además no damos todos los servicios. En alguna oportunidad, si vamos funcionarios con conocimientos en el área de prestaciones pero sin conocimientos en el área de empresas, hace todo mucho más burocrático en diferentes lugares. Esos eran los argumentos que para nosotros no es que no bastaran, no nos cerraban, porque el organismo gasta en caso de tener que cumplir, y aumentar los costos en el interior del país, donde estamos ausentes, nos parecía que no era suficiente argumento justamente cuando no damos ningún tipo de servicio y cuando va y hace gira de pagos o cuando tiene presencia en el lugar, da o termina generando otro tipo de servicio, como por ejemplo dudas, relacionamiento con la ciudadanía, etcétera.
Con algunos meses del anuncio de medidas del Ministerio de Economía y Finanzas para tratar de potenciar a las empresas de la frontera norte, ¿se nota algún tipo de resultado?
Creo que hay por lo menos una postura en el cambio de gestión de analizar el tema, y creo que hubo una ausencia de política, por lo menos lo que nosotros vemos, en el Ministerio de Economía anterior. Me parece que eso es un paso que debe reconocerse. Después, la temática y la forma para nosotros es siempre insuficiente, o por lo menos nos queda claro que lo es, porque, como decimos nosotros, en cada departamento los problemas son distintos, pero las soluciones terminan siendo las mismas. Uno de los temas que se proponen, por ejemplo, es bajar el combustible en términos de frontera, una solución que no solamente se puede ver en frontera, sino que son soluciones que se ven en todo el país, y que en frontera se ven a carne viva porque queda claro que la diferencia de un lado de la calle o de la frontera es uno, y del otro lado termina siendo otro. Entonces se ve, pero si uno va a Durazno, a Canelones, en cualquier lugar del país se da cuenta de que también, por el tema de las empresas y de la industria, que genera una falta de competitividad en Uruguay con el resto del mundo. Creo que hay medidas que terminan siendo insuficientes y de alguna manera sí son un comienzo y hay que reconocerlas, pero que nosotros lo veíamos desde el principio. No terminan de analizar o de generar una política de fondo con un país que me parece que la necesita urgentemente, porque en las recorridas que tenemos por todo el país, de forma permanente lo que estamos viendo por lo menos es una ausencia de inversión, de jugar y de credibilidad del futuro del país. Las expectativas del empresario, como se desprendía de tus palabras, y el comerciante, de aquel que lo arriesga y que pone todo para crecer él y ayudar a crecer a la comunidad, son bajas.
Argentina, por ejemplo, piensa reducir los costos de combustible en la frontera con Uruguay. ¿Cuál puede ser el efecto en la economía de la zona?
Todo eso repercute. Nosotros tenemos un problema que es la falta de competitividad general, pero también los problemas de frontera que terminan repercutiendo en el centro del país, o en todo el país, y la gente termina actuando. No solamente es un problema para la empresa, sino para el uruguayo en sí, que por un tema de supervivencia y para bajar sus propios costos, termina tomando decisiones de cruzar muchas veces la frontera. Donde en las dos fronteras estemos con diferencia de costo de vida, va a terminar perjudicando muchísimo el comercio o el comerciar internamente en nuestro país. Ya pasó, se cruzan de un lado hacia el otro, no solamente la frontera se termina cortando. Un día me pasó estar en Cerro Largo en una recorrida y hablar con un comerciante del centro que me decía: “Terminé yo solo atendiendo un comercio que tiene más de 50 años acá en el departamento, porque en realidad antes yo estaba acostumbrado, mi comercio estaba acostumbrado a competir con la frontera de Brasil, pero el tema es que ahora es todos los días la frontera de Brasil, o los fines de semana la frontera de Brasil. Los días de cobro pasó a ser una doble frontera, porque mucha gente empezó a viajar, algo que no era común y se va un fin de semana, en vez de a la frontera cercana, a la frontera un poco más lejana, hace sus compras y regresa. Ese tipo de coyuntura siempre afecta muchísimo, porque se acorta la distancia entre las fronteras y genera poco movimiento interno y poco trabajo.
Desde algunos sectores del Frente Amplio se afirma que, a pesar de la negativa del presidente Orsi y el ministro Oddone de aplicar el 1% de impuesto a los sectores más ricos, ambos deberán alinearse con la Mesa Política. ¿Cuál es el mensaje para el empresario?
Y es muy malo. Para que se entienda: me parece que hay discusiones filosóficas o teóricas que han caducado y han vencido y que me parece que algunos actores de gobierno no lo han entendido. El bueno es el que se mata cuando está trabajando, el malo es el que con el cual su preponderancia es la nada misma, no hacer nada. Si tengo familiares y tengo un problema, una enfermedad de un hijo, lo que sea, yo voy a ir a ver al que más trabaja, al que le está yendo bien, al que puede ayudarme. El que se sacrifica y todos los días se levanta temprano, va a trabajar, ahorra y cuida el capital puede ayudar a los demás. El que vive de la nada mismo y está esperando siempre que le den algo no puede ayudar a nadie, es un inútil. Ese es el problema de lo que no entendemos. Y lo peor de todo es que hemos llenado las bancadas del Parlamento de inútiles, que piden a los demás el esfuerzo y el sacrificio, pero no solamente nunca hicieron nada, no van a hacer nada. Estamos eligiendo gente que no sirve ni para avisar quién viene en nuestras empresas, y eso es un problema.
No entienden la lógica cuál es. El que ayuda es el que hace, el que crea, el que trabaja, el que arriesga, el que guarda para poder dar una mano. Y el tema es que hay algunos que quieren, con lo ajeno, vivir como viven. Vamos a decir las cosas como son. La propia Constanza Moreira, el propio ministro, viven como reyes, de la nada mismo. Los salarios de los gobernantes son altísimos, estamos pagando un costo brutal, el Estado está desapareciendo el servicio de la gente, como empezamos la nota. Eso es lo más peligroso. Tienen que entender que el empresario acumula y puede ayudar, genera un trabajo. Yo lo decía en una nota hace un tiempo, el tema de los jornales solidarios fue una demostración empírica de lo que estamos diciendo. Para 5000 puestos de trabajo, para barrer las calles, se presentaron 160.000 personas. Es brutal. Si lo hace un empresario, es una plaga humana. Como lo hace alguien con dinero de los demás, que no es dinero que generó, porque no genera absolutamente nada, que son los intendentes, porque en realidad administran el dinero de todos para supuestamente hacer el bien. Bueno, si lo hace un empresario que administra su propio capital y paga salarios por debajo del salario mínimo es un mal tipo, debería dar más plata y poner más plata y regalarle más a la gente. Por favor. Estamos en el mundo al revés. Me parece una incoherencia absoluta lo que se está planteando. Y no se entiende lo peligroso de lo que se está haciendo.
Estamos en una economía que de a poquito se va desacelerando. Los números de los últimos días están diciendo esto. Y esto es de a poquito. Uno que recorre y anda está viendo que aquel que tiene la está guardando. No está arriesgando porque no está seguro del futuro que se viene. El sistema político tiene que entender que si no hay quien genere plata, no hay plata para repartir. Y que el exceso de la plata que se reparte, y nos estamos dando cuenta de a poco, va todo a las arcas de los mismos, que son los que supuestamente deberían estar preocupados en repartirla. Y en vez de repartirla bien, se la están quedando.



















































