La exportación de animales en pie a Perú pone a la raza en la mira, pero también a todo el ovino uruguayo, dijo Ruben Echeverría de cabaña La Lucha.
La semana pasada cabaña La Lucha de la familia Echeverría concretó la quinta exportación de ovinos Corriedale a Perú. Ruben Echeverría, integrante de La Lucha Sociedad Ganadera, dijo a La Mañana que en 2013 fue el primer envío con ese destino, luego hubo un paréntesis “por problemas de coordinación sanitaria entre ambos países. Durante ese tiempo Uruguay no podía exportar a Perú, volviéndose a habilitar en 2021. Ese mismo año vendimos el gran campeón del Prado y algunos reproductores, concretándose la segunda exportación, consolidando la confianza que Perú tiene a la genética uruguaya”.
A partir de 2021, las ventas se han continuado prácticamente una vez por año, y el comprador siempre es un cabañero de punta que no solo adquiere genética ovina a la Lucha, este año se compraron ejemplares de cabañas La Estela y Santa Luisa.
“En esta exportación fueron 7 Corriedale, que son 5 de La Lucha, 1 de La Estela y 1 de Santa Luisa; también se enviaron 1 Texel y 1 Hampshire Down. La exportación partió a destino en la madrugada del jueves 18”, precisó.
Sobre la raza Corriedale, Echeverría dijo que “está muy adaptada a las características peruanas” y que “es la que prefieren”, valorando “la rusticidad y la mansedumbre de las ovejas, además de ser muy buena madre y mellicera”. Los productores peruanos “están buscando genética, animales de calidad, de buenas conformaciones y vellones, y saben que en Uruguay encuentran todo eso”, lo que explica el giro que tuvo la cabaña Corriedale peruana.
Hasta hace un tiempo los peruanos “compraban carneros en Australia y Nueva Zelanda, pero pusieron los ojos en Uruguay y vieron que acá se trabaja de forma seria, logrando muy buenos datos de EPD y con carneros que sobresalen”.
Además, en el último congreso mundial que se realizó en Perú en 2024, Uruguay participó con una delegación y con carneros uruguayos, “y el nuestro salió Gran Campeón del Congreso Mundial de Corriedale”, recordó. “Todo eso y ese último logro catapultó a la raza y a la producción de nuestro país”.
Ese respeto por el ovino nuestro es el resultado de un trabajo de las cabañas y de la Sociedad de Criadores, pero también de la investigación que se hace por parte del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria y el Secretariado Uruguayo de la Lana, instituciones que participaron del congreso de 2024 exponiendo y explicando cómo se trabaja el ovino acá, en las diferentes razas. “Es muy importante entender que no es solo una raza, sino que hay instituciones que coordinan e investigan al ovino en general. Eso se ve desde afuera y cuando visitan el Prado o nuestras cabañas toman contacto directo y quieren llevarse esa genética para trabajar y mejorar sus resultados en carne y lana”.
En referencia a la lana, Echeverría señaló que “Uruguay está afinando mucho, y que el mercado haya mejorado los precios agrega mayor optimismo”, a Uruguay como exportador y a Perú como importador.
Lo que Perú busca son “animales carniceros de buen tipo racial, buena pigmentación, buenas cabezas, pero también ir afinando los vellones, tal como vieron que el ovino uruguayo lo está logrando”.
“Corriedale es una raza que se adapta rápidamente a los cambios”, pero esos cambios “no se dan solos, se los da el cabañero que tiene que entender qué es lo que el mundo busca. El cabañero aplica esos cambios y la respuesta de adaptación de la raza es fantástica y rápida. Todo eso lo ven quienes miran hacia Uruguay”, subrayó.
Cuando el sector productor consigue “concretar condiciones adecuadas” a las exigencias del mercado, “es un logro que se traduce en mayor rentabilidad, y eso el Corriedale lo sabe”.
Los desafíos del rubro ovino
En Uruguay el número de ovinos ha caído de forma importante por varias razones. Echeverría señaló que ese fenómeno “no se hadado solo en Uruguay”, también en países donde el ovino es muy importante y referente, como Australia y Nueva Zelanda: “En Australia la raza predominante es el Merino Australiano con su lana característica y de buen valor, sin embargo, la producción cayó de forma importante en un tercio o la mitad. En Nueva Zelanda la raza mayoritaria es la Romney Marsh y bajó de 30 millones a prácticamente 10 millones”.
Por tanto “la merma de los ovinos no solo ha pasado en Uruguay” y se debe “a la competencia de otras producciones como la forestación o la lechería en el caso de Nueva Zelanda. Acá en Uruguay la forestación achicó mucho los campos. Hubo y hay varios factores que inciden para que haya menos ovinos en el mundo”.
Esa reducción tal vez sea lo que está empujando los valores ahora: “Hay una firmeza en el valor de la lana que no veíamos hace algunos años, y en estos días se ha vendido lana Corriedale con finura a US$ 4 cuando hace 6 meses no tenían mercado. Otra razón es que la carne del ovino tiene excelente valor, hoy cualquier cordero pesado está entre US$ 125 y US$ 140. Son cosas que se van dando y esperamos que mejoren”.
Desde el BROU “se han sacado líneas de crédito para retención de ovinos, buscando aumentar el rubro que se trabaja en predios pequeños y grandes, y hay campos en los que el único animal que puede andar bien es el ovino, por eso hay que mantenerlo y tratar de aumentar su presencia con el objetivo de producir más lana y más corderos”.
“En el mundo hay pedidos importantes y la demanda de carne es grande, y solo se puede atender si aumentamos la cantidad de animales que no es solo más dientes, también prolificidad”, eso nos lleva a “producir cada vez mejor y más intensivos”.
La Cabaña del Año
El lunes 15 de diciembre cabaña La Lucha obtuvo el premio Cabaña del Año que entrega la Sociedad de Criadores de Corriedale a la que obtiene el mayor puntaje anual, el que se conforma en base a los logros en las diferentes exposiciones que se realizan en todo el país.
Ruben Echeverría comentó que “es un premio objetivo según los veredictos en cada exposición, y la cabaña que haya logrado más puntos es la ganadora anual”.



















































