Las propuestas incluidas en el Presupuesto a regir en el próximo quinquenio son motivo de análisis por parte de los expertos en materia económica. Se sigue reclamando desde el Pit-Cnt y legisladores oficialistas la aplicación de un impuesto a los sectores más ricos del país. Desde La Mañana se consultó al economista Juan Carlos Protasi, expresidente del Banco Central, quien dio su visión al respecto.
El ministro de Economía, Gabriel Oddone, anunció en sus lineamientos presupuestales modificaciones de naturaleza tributaria. ¿A qué se refiere?
El ministro Oddone anunció que aplicará el impuesto mínimo global a la renta a las empresas multinacionales planteado por la OCDE. Se trata de un impuesto mínimo efectivo del 15% sobre las ganancias de las multinacionales con ingresos anuales superiores a 750 millones de euros. No es obligatoria su aplicación, cada país decide si adopta el impuesto mínimo global y cómo lo implementa. Es un tema de debate, ya que según los entendidos podría afectar la competitividad de regímenes de incentivos fiscales como las zonas francas y su implementación podría afectar a multinacionales con presencia en Uruguay, si operan con tasas impositivas inferiores al 15%. Pero su implementación podría generar mayor recaudación fiscal para Uruguay, lo que no descarto que se esté buscando. Creo que sería mejor consultar a especialistas, yo no lo soy.
Asimismo, señaló que en el Presupuesto se incluirán iniciativas que promuevan inversiones, medidas económicas y desburocratización. Desde su punto de vista, ¿cómo se logran estas iniciativas?
Existen varias regulaciones que afectan la inversión y el crecimiento económico. Como es sabido, la alta carga impositiva reduce incentivos para la inversión. La rigidez laboral ofrece alta protección a los trabajadores, dificultando despidos y aumentando los costos de contratación. Sabemos de sobra que los trámites administrativos son complejos y lentos, esto desincentiva la creación de empresas y el desarrollo de proyectos de inversión, así como los altos costos energéticos y las barreras de entrada en ciertas industrias. Por eso la pregunta que me formula se la debería hacer al ministro, porque lo que se percibe en las altas esferas del oficialismo es una tendencia a proteger cada vez más los puntos señalados. Es un populismo desenfrenado. Pero déjeme decir que bajar la tasa de inflación como hoy se está haciendo con la receta de subir la tasa de interés, haciendo a la expansión monetaria más restrictiva, con un nivel de gasto público inmanejable que exige un endeudamiento permanente y creciente, es una inconsistencia, en mi opinión. Inconsistencia que he señalado como muchos colegas desde hace mucho tiempo pero que se está haciendo cada vez más compleja. La política presupuestal debería orientarse a reducir fuertemente el gasto. Muchos se contentan con decir que tenemos una sociedad cara por un elevado bienestar comparado a otros países de la región y que por eso hay que pagar más impuestos, y por supuesto crecer más. ¿Cómo se puede crecer más con las limitaciones mencionadas? ¿Quién va a atacar de frente este problema? La clase política ni lo piensa, el gobierno atado de pies y manos coloca deuda para pagar el Presupuesto y luego el BCU debe salir a sacar ese dinero de circulación colocando más deuda. Pagamos intereses dos veces. Pero, además, no solo es la estabilidad monetaria y bajando el gasto público que se estabiliza, se debe desregular para tener más competencia en el mercado. Si hay estabilización monetaria, eso hace el ambiente para que las empresas puedan competir más. Porque la realidad es que la moneda no da necesariamente estabilidad de precios. La estabilidad de precios se da solo con competencia. Eso es lo que da la fuerza para bajar los precios y mantenerlos bajos. No es colocando deuda y más deuda. El ministro está bien orientado en cuanto a desregular, pero creo que la filosofía del gobierno ni siquiera pensará un poquito en bajar el gasto y fomentar de verdad la competencia.
¿El endeudamiento del entorno del 60% del PBI es, como se dice, una deuda prudente?
Supongo que se refiere a la deuda pública bruta, que a fin del año fue 74%, o sea se esperaría bajar a 60%. Tengo mis dudas. Observe que la estructura de la deuda es 56% en pesos o UI y 44% en moneda extranjera. La deuda en pesos paga, digamos, 5,5% de inflación, más con suerte 3 de apreciación cambiaria más 3,5% de tasa real, lo que suma por lo menos 12% equivalente en dólares. En moneda extranjera pagamos 5% aproximadamente, lo que da una tasa promedio de 9% en dólares que debe pagar por una deuda de 74%, o sea 6,6% del PBI de intereses. En los últimos dos años la deuda pública total aumentó 10 puntos del PBI y no parece plausible que con este servicio de intereses pueda bajar a 60%, a menos que sobrevenga un shock de precios internacionales o que Argentina nos dé un empujón fuerte.
Tanto El Pit-Cnt como algún sector político piden al gobierno que aplique un gravamen de un 1% para financiar políticas públicas. ¿Es probable? ¿Qué efectos tendría?
Esto fue descartado por el ministro Odonne.