En lo que va del año, Ancap muestra resultados positivos y está en condiciones de sortear la volatilidad internacional. La integración regional con Argentina cumple un rol fundamental en este contexto, donde se destacan las oportunidades con Vaca Muerta, de acuerdo con la presidenta de la empresa pública, Cecilia San Román. En diálogo con La Mañana, la ingeniera química profundizó en las diversas áreas de trabajo del organismo, remarcando el aporte de los biocombustibles, los avances tecnológicos y las mejoras que se impulsan para lograr mayor eficiencia.
Ancap ha registrado ganancias durante varios años, pero el año pasado volvió a tener pérdidas. En ese sentido, ¿cómo recibió el organismo al asumir y qué balance general hace de la situación actual?
Eso depende de cada año en particular, y por suerte, este año que hemos estado operando a pleno con la refinería venimos teniendo resultados positivos. No quiero aventurar resultados hasta fin de año, pero venimos bien. Estamos con un problema en la boya petrolera que hace que no podamos estar refinando crudo y eso va a tener un impacto negativo en los números, y es por eso por lo que soy cautelosa.
En el escenario internacional se ven precios volátiles, en un contexto marcado por la incertidumbre. ¿Esto preocupa a Ancap o la situación es manejable?
Las proyecciones están indicando una baja del crudo hacia fin de año, eso no quiere decir que el precio de los combustibles ya procesados –gasolina y gasoil– siga la misma tendencia que el crudo, porque son mercados que van alineados, pero algunas veces, por temas de oferta y demanda, hay algún desplazamiento o una disociación entre el precio del derivado y del petróleo. Eso fue lo que sucedió en esta última actualización de precios que hubo a nivel nacional, que bajó levemente la gasolina, pero subió el gasoil. Eso no es una decisión puramente de aquí, sino que refleja lo que está sucediendo a nivel internacional en el mercado de cada uno de esos combustibles. La volatilidad, como tú decís, siempre existe, y lo marco porque en este último año hemos observado todo el tema arancelario impuesto por Estados Unidos y demás, que desestabiliza un poco los mercados. Yo creo que puede haber distorsiones puntuales al momento de implantarse alguna de estas decisiones, pero luego los mercados vuelven a estabilizarse. La pregunta es en cuánto tiempo vuelven a estabilizarse. Sucede lo mismo cuando hay un conflicto bélico. Pero, como decía, lo que se observa es que hay una tendencia a la baja hacia fin de año.
Dada la incertidumbre a la que hacía referencia generada por el proteccionismo de Estados Unidos, si no se cumpliera esa proyección y, por ejemplo, en el corto plazo se disparara el precio del petróleo, ¿Ancap tendría las condiciones para sortear los posibles efectos de esa situación?
Sí, de acuerdo con cómo está hecha la paramétrica o la forma de fijación de los precios nacionales, como acompañan el mercado internacional, hay grandes chances de que Ancap no quede desfasado de lo que sucede a nivel de compra de crudo. Lo que sí podría tener un gran impacto sería una variación brusca o importante en el tipo de cambio, pero no lo que refleja el mercado internacional en términos de dólares, ahí estaríamos bastante cubiertos. De acuerdo con las proyecciones y a lo que está marcando el gobierno en pautas de tipo de cambio, no deberíamos tener ningún sobresalto.
¿Qué rol tiene la integración regional en materia de combustibles para Ancap?
Todo el desarrollo de Vaca Muerta es una muy buena oportunidad para los intereses de Ancap. Nosotros no solo comercializamos petróleo, sino que también hacemos gas natural. Vemos interesante el crudo que se obtiene de Vaca Muerta, que es el medanito, que se adapta muy bien a nuestra refinería. Si bien Argentina lo coloca a precio internacional, tenemos una ventaja competitiva cuando se realizan las licitaciones, por un tema de distancia y de ahorro en flete. Con el gas natural también estamos teniendo una ventaja muy importante porque los precios se han reducido bastante y ya tenemos en Uruguay algunas obras que son infraestructura propia de Ancap y otras en las que participa de gasoductos, de conexión con Argentina, por lo tanto, esta baja de precios que posiblemente aumente la demanda en Uruguay, hace que podamos rentabilizar esas inversiones hechas en el pasado. Es un mercado a desarrollar y que deberá irse ganando la confianza de los consumidores por lo que fue la experiencia anterior con Argentina, que tuvimos ese corte del suministro y un alza importante en los precios del gas natural que hizo que se desestimulara el avance del consumo en Uruguay. Esperemos recuperarlo ahora.
¿Cómo ha sido para Ancap la incorporación de biocombustibles?
Para ponerlo en términos numéricos, el año pasado ingresaron al país 10.000 vehículos eléctricos y ya fue todo un reto. Y este año están ingresando más, cosa que nos alegra porque es parte de la política energética y a eso se está apuntando. Cualquier acción que tome Ancap, por su magnitud, tiene un fuerte impacto en las emisiones; cualquier decisión de descarbonización, como fue el agregado de los biocombustibles, que tuvo un impacto altísimo. Vamos a estar definiendo junto con el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) la nueva política energética hacia el 2050 y va a ser parte de un tratamiento si vamos a seguir aumentando la participación de los biocombustibles, si vamos a apuntar a biocombustibles de nueva generación. Ancap viene trabajando en todo esto y en el desarrollo de una biorrefinería, se vienen haciendo todos los análisis porque consideramos que la sustitución de los combustibles fósiles es un buen aporte al país y a la política energética.
¿Cuándo se espera que se tomen esas definiciones?
Estamos trabajando en eso, comenzamos el mes pasado con la Dirección de Energía del Ministerio, tanto UTE como Ancap, en una primera instancia. Ya hemos sido convocados y estamos compartiendo las planificaciones ideadas por las empresas desde que asumimos. Será un horizonte que para el año que viene ya va a estar terminado y presentado por el MIEM, pero no es resorte nuestro. Nosotros estamos participando con nuestro conocimiento y presentando planes para dar soporte o ir acompañando este proceso que va a estar haciendo la Dirección de Energía.
¿Qué lectura hace sobre el desarrollo del hidrógeno verde, donde hay un proyecto de gran magnitud en el norte del país?
El proyecto HIF de Paysandú, de acuerdo con cómo quedó pautado en la administración anterior, ALUR y Ancap, el grupo, participa simplemente como vendedor del CO2 de nuestra planta de producción de etanol, y no tenemos participación en la decisión del proyecto. Somos meros vendedores de gas de fermentación. Si bien tratamos de ir acompañando y tenemos que avanzar con la empresa en aquello que sí impacta a nuestra planta en lo que refiere a la captura de ese gas, en cuanto al resto, la empresa está haciendo los trámites correspondientes en la autoridad ambiental, en la autoridad departamental, y nosotros estamos trabajando con la parte más técnica de asociación de nuestra infraestructura con la suya.
Lo que sí estamos promoviendo nosotros es un proyecto piloto de hidrógeno vehicular para el transporte de carga, que lo estamos trabajando desde la parte técnica de Ancap, que podrá ir asociado luego por un tema de practicidad o de pertinencia, por las empresas nuestras, ALUR, Ducsa, por lo que compete al transporte, por lo que compete a la parte de integración de hidrógeno. Este proyecto lo estamos haciendo con UTE, por todo lo que significa el manejo de un electrolizador, y con la Dirección de Energía, que es la que está nucleando las dos empresas para el desarrollo de esta iniciativa. También pretendemos vincular a la academia porque consideramos que es parte importante en cualquier desarrollo tecnológico y desarrollo de conocimiento local. Pero este es un proyecto de menor envergadura porque, justamente, es un piloto y lo que pretende es ir generando la curva de aprendizaje para cuando esta tecnología esté madura a nivel internacional y veamos si sus condiciones son de aplicabilidad en nuestro país.
El desarrollo del hidrógeno verde no ha estado exento de críticas, por ejemplo, desde grupos ambientales, incluso por parte de algunos académicos. ¿A qué lo atribuye? ¿Cree que hay desinformación en torno a este tema?
Yo creo que es un tema de maduración del conocimiento y de la tecnología, porque todas las tecnologías tienen algún “pero”, y creo que es interesantísimo estudiarlo, toda su huella de carbono, en todo lo que es su ciclo completo, en toda la cadena de desarrollo de estas nuevas tecnologías. Es similar a lo que sucede con los vehículos eléctricos, también tenemos un tema de qué baterías se van a usar, qué se va a hacer con las baterías que queden en desuso una vez cumplido su ciclo de vida, o sea, ninguna intervención humana está exenta de hacer una valoración ambiental de este tipo. Entonces, bienvenidas sean todas las críticas porque hacen que se haga un estudio en profundidad, porque desafían al conocimiento científico y a las tecnologías.
En relación con el avance tecnológico, hemos visto cómo la inteligencia artificial (IA) ha evolucionado muy rápidamente y está impactando prácticamente en todos los sectores. ¿Cuáles son los efectos posibles sobre el mercado de combustibles?
Eso es algo que me desvela. Una de las primeras reuniones que realicé en Ancap con el equipo gerencial fue justamente pidiendo una evaluación sobre en qué áreas la IA nos puede favorecer a nivel técnico, de seguridad, de seguridad ambiental, de eficiencia en procesos administrativos. Propuse un proyecto a desarrollar en Ancap con este objetivo para ir trabajando. También participamos en Arpel (Asociación Regional de Empresas de Petróleo, Gas y Energía Renovable de América Latina y el Caribe) en junio, estuvimos en Río de Janeiro, donde todas las empresas petroleras presentaron sus avances y sus desafíos en materia de IA. Y está resultando un desafío. Yo tenía la preocupación de que estuviéramos un poco atrasados en Ancap, pero veo que está siendo un desafío para todas las empresas del sector, incluso con mucho más músculo, algunas con mucho desarrollo internacional, estamos todos evaluando cómo podemos trabajar con IA. No somos ajenos a eso y vamos a estar emprendiendo un trabajo de identificación en ese aspecto. Además, como lo planteaba acá internamente, no solo es de aplicación, sino que la base, el contexto para usar IA, tiene que estar preparado. Acá se hizo un ensayo para ver si aquellas licitaciones que son más reiterativas se podían hacer con IA y si se podían generar menos fallos al momento del lanzamiento de los pliegos, de modo que no se recurran, que no haya observaciones, que sean precisos. Pero si nosotros a este sistema lo alimentamos con pliegos existentes que son deficitarios o son fallidos, vamos a tener una IA mala, entonces, también tenemos que preparar al entorno para que esa inteligencia sea realmente inteligente. Es todo un proceso desafiante de no solo ver qué aplicamos, sino cómo desarrollamos el entorno para que sea exitosa la aplicación de la IA.
En otro orden, ¿qué cree que tendría que pasar con el negocio del portland, que viene dando pérdidas desde hace décadas?
Acá hay para mí algo importantísimo, y con esa mirada pretendo presentarlo a las autoridades: nosotros tenemos una ventaja competitiva, tenemos muy buenos yacimientos, o sea, tenemos una muy buena materia prima para la producción de los cementos. Entonces, pretendemos no perder la porción de mercado que tenemos, y para eso tiene que haber una racionalidad industrial que vaya asociada a ese mercado y en base a eso tratar de potenciar el negocio, apalancarlo desde esa mirada. Acá he planteado a la interna y también lo hemos hablado con el sindicato, que tenemos que trabajarlo con una mirada de sensatez económica y de negocio que nos permita robustecerlo. Por lo tanto, en respuesta a tu pregunta, sí, considero que hay espacio para salvar el negocio del cemento.
Mencionaba el diálogo con el sindicato. ¿Cómo ha sido hasta el momento ese vínculo y qué tanto han afectado las medidas sindicales el funcionamiento de la empresa?
Hemos tenido un diálogo muy ameno, muy franco. Yo entiendo que el sindicato viene de un período de cinco años en los que no ha sido escuchado, no ha tenido posibilidad de participar, entonces, entiendo la efervescencia que había al ingresar, pero por suerte hemos mantenido un diálogo con mucha sensatez y sigo apelando a eso, a que siempre haya una razonabilidad en los planteos. Estoy dispuesta a escuchar, mis puertas están abiertas, y así venimos trabajando. En cuanto al impacto, creo que los trabajadores han sido muy razonables y muy comprometidos, porque al momento que se ha solicitado una guardia que realmente requiere atención de alguna actividad que puede implicar un desabastecimiento o un impacto fuerte en el país, ellos han actuado en consecuencia tratando de no afectar a la población. En eso puedo decir que han tenido una actitud muy colaborativa.
¿Hacia dónde espera que se encamine Ancap a futuro? ¿Cuáles son los ejes fundamentales?
Nosotros tenemos una obligación legal que es abastecer de combustible al país, y eso Ancap siempre lo ha cumplido a cabalidad. Nunca ha habido una falta de una gota de combustible en el país, nunca tuvimos un corte de abastecimiento. Eso es muy importante, pero lo queremos hacer con la mayor eficiencia, aplicando la excelencia operativa, y ahí está nuestro desafío. Para eso, además, quiero intentar cambiar la cultura de trabajo, porque así lo requiere el dinamismo del mercado y esto que hablábamos recién del desafío tecnológico. Hoy competimos con un mundo mucho más ágil de lo que somos aquí, desde el punto de vista de todas las restricciones que tiene la Administración Pública. Para lograr ser más eficientes, tener una excelencia, ser más económicos y tener un menor impacto de nuestras actividades en el ambiente, requiere que cambiemos nuestra forma de trabajar. Entonces, estamos trabajando hacia afuera y hacia adentro. Y además de desarrollar nuestra actividad habitual, estamos trabajando fuertemente en muchas estrategias que apuntan a la transición energética hacia energías renovables y que sean autóctonas. Eso es, para nosotros, importantísimo.