Algunos cortes de luz registrados en enero revelaron importantes fallos en la distribución y en la seguridad de infraestructuras de energía eléctrica, que requieren de urgente inversión. Así lo ve el director de UTE, Enrique Pees Boz, quien conversó con La Mañana sobre el esfuerzo por mantener las exportaciones, renegociar contratos PPA, revisar tarifas y mejorar la eficiencia en la gestión. El economista reflexionó además sobre los desafíos a futuro de la empresa.
¿Cómo ve la coyuntura económica mundial, marcada por los efectos de la pandemia?
Hace dos años cuando recién había explotado la pandemia me jugué a que las perspectivas para Uruguay eran mejores que ahora. Nuestro país productor de alimentos tenía la oportunidad en ese momento de la exportación que luego se dio a precios convenientes porque el mundo estaba parado. Ahora cambia el escenario en la medida que las economías van buscando su punto de equilibrio.
Las piezas básicas para entender la economía de Uruguay son la dependencia energética fósil por un lado y la dependencia de la exportación básicamente de productos del agro. Los precios de los alimentos venían a favor nuestro y los de la energía también. Pero se revierte la situación, otros países empezaron a producir alimentos y sobre todo bienes industriales que requieren del petróleo, que sube en el mes de enero un 18%. Esto pega muy duro a nuestro país.
En lo referente al mercado de la energía eléctrica, ¿cómo es la relación con Argentina y Brasil?
Argentina nunca nos compró a precios aceptables. Siempre pongo yo el ejemplo de que producíamos fotovoltaica a US$ 126/MW y le vendíamos a no más de 28. En cambio con Brasil, dadas las consecuencias del clima durante el semestre hicimos un negoción. El futuro del 3,5% que marcamos en las tarifas depende de nosotros mismos, si logramos que en este primer semestre logremos volver a exportar, quizás no a esos niveles, pero a precios razonables. Y por otro lado que logremos el segundo objetivo que es bajar los costos sobre todo de esos US$ 500 millones que hay que pagar por los PPA firmados a los privados.
¿Por qué a pesar de los cambios en la matriz energética en los últimos años, el costo de la energía sigue siendo alto?
Es una buena pregunta. Para empezar hay una serie de subsidios cruzados que no se había detectado hasta que se analiza el tarifario de UTE, que es enorme. Dentro de esas tarifas está la TCB (tarifa de consumo básica) que permite un pago muy bajito siempre que no te pases de determinado consumo. Eso era correcto cuando se tomó la decisión por el año 2010, porque no había energía. Poco menos que se pagaba para que la gente no consumiera. Pero ahora es al revés y tenemos excedentes que se pagan. Y tenemos otros instrumentos para realmente beneficiar al que lo necesita que es el bono social. Con la TCB se beneficiaba gente que tenía la capacidad económica y no requería ese subsidio. Lo otro que estamos estudiando, como dijo la señora presidente, es la TRS (tarifa residencial simple). Tiene una seria de escalones y de vuelta pasa lo mismo. Se castiga fuertemente al que consume mucho. Hoy necesitamos vender energía. ¿Qué hicimos? Salimos por el lado de la exportación.
Recientemente se informó que UTE exportó energía por casi US$ 600 millones, siendo la principal empresa exportadora en 2021. ¿Estaba previsto alcanzar ese nivel?
Lo que pasó yo lo califiqué como un cisne negro. Nos sorprendió. US$ 130 millones era nuestro presupuesto de exportaciones y terminamos en 600. Hasta noviembre exportamos maravillosamente fruto de las condiciones climáticas, sobre todo pluviales, en Brasil, con la sequía. Ahora necesitamos retomar eso, aunque sean niveles menores. Argentina solo nos compra para intermediar con Brasil. Tenemos tres representantes autorizados que son los que comercializan en los distintos estados para UTE.
Mirando hacia junio necesitamos por lo menos duplicar las exportaciones de US$ 130 millones y ser capaces de negociar bien con los privados por los US$ 500 millones. Negociar bien significa no quebrantar la imagen del país respecto a respetar los contratos, pero los PPA son contratos con cláusulas leoninas. Si no lo hacemos, estamos enfrentados a un gran problema, porque no van a alcanzar los ingresos aumentados 3,5% para bancar los egresos. Y lo que cae, cuando pasa eso, es la disponibilidad. Depende de nosotros.
En febrero el gobierno estará realizando algunas rondas de negociación con Brasil para establecer un acuerdo energético. ¿Va en ese sentido?
Esa es la idea. El Ministerio de Industria está tratando de que el cisne negro sea algo permanente aunque sea más pequeño. Así como tenemos una venta bastante estabilizada en el mercado doméstico, se trata de saber que Brasil va a ser un comprador dentro de determinados límites, sin pegar saltos.
El presidente de la República ha mencionado que hay “espalda” para no realizar mayores ajustes en el precio de combustibles, siendo que hasta ahora se aprovecharon los ingresos extraordinarios de UTE. ¿También piensa que hay espalda?
Lo de la espalda que dice el presidente, que es muy respetable, en realidad sería un refuerzo de la columna con algo de metal. Frente a una compra prevista de combustible a Ancap que rondaba los US$ 100 millones para todo el año 2021, superamos los 300 millones largos. Eso le sirvió a ANCAP para no aumentar los combustibles. UTE no le puede asegurar a ANCAP una compra en firme de combustible durante el año 2022 si antes no confirma la compra en firme de Brasil.
En enero se dieron algunos cortes de luz, ¿cuál es su análisis sobre las causas?
Me pregunta a mí, a uno de los directores, no al directorio. El 19 de enero explota un transformador de medición, sobre las 10 y pico de la noche mientras se jugaba un partido de fútbol en Colonia. El hecho tuvo repercusión a nivel nacional y se identificó con una guiñada y un corte efectivo para una gran región en Montevideo-Canelones. Lo que pasó todavía no lo sabemos y quizás no lo sepamos nunca. En las subestaciones que están encapsuladas en edificios robustos, si pasa algo a lo sumo afecta a 300 personas. Pero en las estaciones de transmisión si pasa algo, como pasó, afecta a toda una región.
¿Hay un fallo de seguridad?
Hay un enorme fallo de seguridad. Fui al lugar, lo recorrí, tomé notas gráficas, pregunté y llegué a la conclusión que el nivel de seguridad es muy bajo. Y podemos quedar proclives a vandalismos y a atentados. El aparato que explotó es de cerámica y la distancia a un camino público es de ochenta metros y un tejido de dos metros de altura. Las primeras informaciones técnicas indican que una pérdida de aceite puede provocar una explosión. No sé qué habrá pasado, pero la lección es que no puede repetirse. Durante décadas lo único que se hizo fue instalaciones sin la debida seguridad. En escenarios internacionales y domésticos como los que tenemos, ¿se puede seguir con esa seguridad mínima? En Punta del Este hace poco fuimos a inaugurar una estación de transmisión y distribución y es un local absolutamente cerrado.
El 20 y 21 de enero se produce todo un ramillete de cortes, no simultáneos sino perlados, que abarca prácticamente todos los barrios de Montevideo y Canelones. Si hay un conflicto en una parte del sistema pasa como la llave térmica en una casa, se cae, acá se abre el circuito. Todavía no tenemos los informes detallados que pedimos. La explicación técnica es que las lluvias abundantes habían filtrado la tierra seca y llegado a los cables subterráneos. Y acá viene la segunda enseñanza. Hoy la oposición critica la falta de inversión en distribución, pero durante quince años ¿qué se hizo? Cuando se habilitó los PPA, se despilfarró el dinero en Gas Sayago, ¿no pensaron en distribución? Claro que es un derecho del usuario y vamos a hacer esas inversiones, pero no se pensó antes.
¿Qué perspectivas hay sobre el costo de la energía para el sector productivo?
A mí me gusta mucho la prospectiva e hicimos un estudio al respecto. Hay que empezar por la tendencia y luego después podemos hablar de eventos, de propósitos, etc. Esa tendencia tiene una inercia que abarca el presente y el futuro. También se habla desde la oposición que las tarifas debieron bajarse porque hubo resultados. Pero los resultados ya se distribuyeron durante el mismo periodo en que se generaban. En el año 2021, pandemia mediante, vía directa a través de bonificaciones a varios sectores productivos y también a usuarios residenciales. El resultado va a estar en los US$ 350 millones seguramente, pero con esas bonificaciones ya estábamos distribuyendo. También transferencias a rentas generales que en definitiva terminan apoyando en temas de pandemia, etc. En lugar de US$ 60 millones a rentas generales le pasamos US$ 180 millones. Y buena parte terminaron en ANCAP, y desde ahí beneficiaron al usuario. Entonces no hay derecho a hacer afirmaciones respecto a cifras de julio de 2021, como se manifestó, hay que hablar al 31 de diciembre que ya estaban distribuidas.
¿Cuál es su valoración de las políticas de UTE respecto a las Pymes en pandemia?
No tuve suerte. Es la mejor respuesta que puedo dar. Además de los estudios de prospectiva sobre a dónde va la economía, antes de eso propusimos algo que nos parecía importante. Era no subsidiar sino premiar el esfuerzo propio. Nuestro proyecto era premiar a aquel que a pesar de las carencias logró salir adelante, pero no se aprobó en directorio. Creíamos que era algo que iba a sentar una política distinta. Nos dijeron que no era el momento. Pero creo que debería ser a futuro una manera de promover la actividad económica de las pymes y también por qué no de las grandes empresas, a los que no se resignan a caer. Lamentablemente se bonificaron sectores y al hacerlo se hace por promedios, y en los promedios se ahogan los enanos. No es que no comparta la política, porque la apoyé. Pero me parece que nos quedamos cortos.
¿Qué desafíos vislumbra en la gestión?
Muchas de las cosas que digo tienen su raíz en el pasado. La distribución que hoy tiene carencias debió hacerse en el pasado. La seguridad también. ¿Eso nos quita la obligación de pensar en el futuro? No. Hablo por mí, no por el directorio, que debemos invertir en esto. Hay que aggiornarse. ¿De qué vale tener una mejora en Baygorria o pagar US$ 500 millones aunque no lo uses si después no llega la energía a tu casa?
El otro tema que pienso, quizás por deformación profesional, es el sistema de costos ABC, que primero toma en cuenta los costos directos. Pero hay una serie de costos indirectos, desde la cobranza o técnicos y muchos otros, que hay que distribuir. Este sistema es el primer paso para medir la eficiencia. El segundo paso es ver por ejemplo lo que produce Baygorria, para ver qué produzco y a qué costos. Eso no está suficientemente desarrollado y es una de nuestras intenciones profundizar en el análisis.
Una vez que se detecta el rendimiento de un centro de costos, automáticamente empezás a abrir el análisis y llegás a ver de todos los componentes de ese centro, cuáles son eficientes y cuáles no. Haciendo este tipo de estudios vas a saber si las tarifas son consecuencia de los 500 millones o son consecuencia de niveles de ineficiencia. Espero tener buenos datos en el correr del 2022.
¿Cómo imagina a UTE en 2050 y su rol para la economía uruguaya?
Hace un rato me vino a consultar un estudiante por el tema del hidrógeno verde. Yo diría que todo ese tema está en pañales. Se va a hacer un proyecto piloto que abastezca a diez camiones, a través de un proyecto público-privado. ANCAP pone el terreno, UTE pone una energía subsidiada. Y los elementos para producirlo es privado. Es una prueba de capacidad productiva, más que de mercado. Por otro lado hay otro evento que una delegación viajó a Europa a verificar la verosimilitud de ese mercado enorme que parecería que vía Amsterdam existe para el hidrógeno. Pero hay una cantidad todavía de factores a investigar. Por ejemplo, para hacer una producción masiva de hidrógeno, ¿es suficiente la energía eléctrica excedente que tenemos? Y esto hay que transportarlo en barco, ¿es suficiente para llegar a los mercados en este contexto? Hay muchas interrogantes enormes.
En segundo lugar, yo creo que la energía eléctrica se utilice para lo que hoy se utiliza o para producir hidrógeno, la energía eléctrica será esencial. Pero la producción de ella, ¿va a seguir la misma que ahora? Hoy tenemos autogeneradores bastante abundantes. La presión de los sectores privados en ADME (Administración del Mercado Eléctrico de Uruguay) es importante y UTE allí tiene un representante. Es un foro decisor. Cada vez crece más ese sector privado que va poniendo sus propios molinos, por ejemplo. Lo que fue en un principio el cambio de la matriz, que fue la incorporación sobreabundante de eólica y fotovoltaica, con el correr del tiempo va dando lugar a que haya autogeneradores. Una suerte de privatización voluntaria. Pero se necesita el respaldo de UTE. Habrá una importancia de ADME y de URSEA en la definición del futuro de la matriz eléctrica. Este es un temón. Y el país no lo ha discutido suficientemente.
De Jacinto Vera a Harvard
Nació en Montevideo, en el barrio Jacinto Vera. Realizó toda su formación hasta la universidad en la enseñanza pública. Luego en Estados Unidos realizó un máster en Administración Pública en Harvard y en España el doctorado en Economía. “Cuando tenía 17 años yo trabajaba con un tío político en el frigorífico Nirea que después pasó a llamarse San Jacinto. Él era el tenedor de libro y yo aprendiendo contabilidad. Un día pasa un señor al que le debo creo que mucho de mi vida posterior, el señor Barrios Tassano, que era uno de los dos directores permanentes y me llama a su oficina. En ese momento él me sugirió que sacrifique ciertos ingresos y estudie. En el año 1966 entré a la Facultad y le debo la vida”, recordó Pees Boz.
Después que se jubiló como gerente general del Banco Hipotecario estudió en Sevilla y un compañero de Harvard, que era vicepresidente de la consultora financiera Evensen Dodge, lo convoca a trabajar como economista senior. “Estuvimos once años hasta que entré en UTE en junio de 2020. Recorriendo el mundo desde países como exóticos como Vietnam, Sudáfrica, Turquía. Ese fue un valor agregado, conocer el mundo trabajando”, señaló. “Diariamente sigo la prensa internacional. No podés encapsularte en tu propio país por más que lo quieras mucho. Faroppa en sus clases decía algo muy importante para mí que ‘en Uruguay podemos discutir de todo, lo único que no se puede discutir es nuestra dependencia del exterior’. Eso me quedó siempre en la mente”, sostuvo.
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