El 18 de octubre de 2021, Walter, un jubilado que había colocado sus ahorros en Conexión Ganadera, llama a una vecina que es ingeniera agrónoma y que conoce desde chica. Le dice: “Alejandra, ¿te animás a revisar esto? No sé qué tengo, no sé dónde están los animales, no es claro Quiroga, me marea”.
Alejandra quiere entrar al SNIG y ver el Dicose de su vecino. El primer obstáculo: la contraseña no la dejaba entrar. Cambia la contraseña y se encuentra que el ganado que debería tener en Florida figura en Salto y que habían comprado 60 vacas y vendido 40 terneros que nunca habían nacido. Luego de ver en el sistema, le escribe por WhatsApp al inversor: “Te aconsejo que agarres las guías, las constancias y las liquidaciones y empieces a revisar. En todos los Dicose pasa que los números no cierran”.
El productor se comunica con Gustavo Basso y este le escribe, también por WhatsApp: “Llamame cuando puedas porque esta información que me pasaste es de 2015. Me parece que tienes algún error de búsqueda. Además, no tienes ningún bono ganadero, actualmente solo tienes inversiones en recría terneros”, y agrega: “Diego Quiroga es quien me informa que esa información es histórica, pero actualmente no tienes ningún ganado en Dicose porque en el único producto que has invertido es recría de terneros, donde los ganados están consignados”.
A esa altura Walter había visto lo que había pasado en su Dicose, de tener a no tener animales. Había hecho confianza en Gustavo Basso y no recordaba haber hecho un cambio de contrato. Entonces, le pregunta: “Pero ¿las guías dónde están? ¿Se vendieron 40 terneros? ¿Tenés las caravanas?, ¿las guías, algo?”. A lo que Basso le responde con el mismo argumento: “Está todo el ganado consignado a Conexión Ganadera irrevocablemente para su venta, permaneciendo en el Dicose de vendedor hasta su venta definitiva”. Con ese criterio, Walter nunca tuvo que haber tenido ganado en su Dicose.
Alejandra analizó los tres Dicose que tenían, hizo un informe donde se veía que ninguno cerraba. Pero Walter creyó más en Gustavo Basso y su discurso serio, blindado, que en los números que le mostró Alejandra. Hoy perdió US$ 350.000 dólares.
Como hemos visto antes, en este tipo de estafa y en todos los esquemas Ponzi, el personaje es muy importante. Una persona exitosa, a la que siempre se la ve positiva y, lo más importante, que tiene lista de espera de gente que quiere invertir en ella, no en Conexión Ganadera: invierten en la persona exitosa a la que le va bien.
Bernie Madoff venía de una familia judía de clase media de Queens. Buscó escalar socialmente, primero casándose con la hija de un contador jubilado muy vinculado y luego integrándose en clubes sociales. Fundó una empresa que llevaba su nombre, Bernard L. Madoff Investment Securities, LLC. El producto para vender era la confianza en un hombre exitoso. Logró burlar las ocho investigaciones por parte de la SEC (Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU.) utilizando su carisma y “la regla Madoff”, que era cumplir cada año con la ley federal que requiere que las fundaciones privadas paguen el 5% de sus fondos cada año.
Volviendo a Uruguay, Walter estaría dispuesto a empezar a recibir parte de lo vendido a medida que el síndico vaya vendiendo los activos de Conexión Ganadera y de las familias Basso y Carrasco. Esperar un año, o año y medio más sin ver un dólar es mucho. El silencio de las autoridades lo enoja y lo deprime. Walter creía en Basso y en las instituciones del Estado, hoy no.
El Dr. Jorge Barrera entregó a Fiscalía los títulos del apartamento comprado en Madrid por sus clientes, va a entregar una suma vía transferencia por la compraventa de una propiedad en Punta del Este del matrimonio Carrasco-Iewdiukow. Se espera mayor cooperación de su parte, incluso para encontrar activos de la familia Basso en el exterior.
Por otro lado, la exsocia de Carrasco y viuda de Gustavo Basso, Daniela Cabral, ha dicho que no tiene para vivir y no ha aportado activos. No quiere dar declaraciones y no hemos logrado que sus abogados propongan una solución.
Otro tema son los tomadores, quienes recibían ganado de Conexión Ganadera para engorde. Hernandarias –empresa que manejaba el matrimonio Carrasco– tenía el número de cabezas que había proporcionado al síndico, Dr. Alfredo Ciavattone.
Ahora falta saber qué sucedió con el resto de los tomadores, a Martín Muttoni le faltan US$ 8 millones de lo que tenía declarado y aún no ha ido a dar explicaciones a Fiscalía. Pasfer puso en garantía ganado de Conexión Ganadera en el BROU y luego lo vendió. Así podríamos seguir. Faltan al menos US$ 220 millones en cabezas de ganado.
Como anécdota, el 29 de junio de 2009 Madoff fue condenado por el juez federal estadounidense Denny Chin a 150 años de prisión, la pena máxima que podía imponer. Aquí la pena máxima por esa estafa sería de 8 años.