Hace más de seis meses que Luisa me contactó para que siguiera la ruta del dinero que había entregado a Sergio Bidegain y Roberto Bonavoglia. El 28 de mayo pasado en este medio publicábamos “Conexión Ganadera: crece la familia”, donde contábamos la operativa de un cuñado de Ana Iewdiukow que utilizaba las instalaciones de Conexión Ganadera para captar capitales y hacer un esquema Ponzi. En estos casi seis meses hemos avanzado, pero seguimos a la espera de la Justicia.
En noviembre del 2016 Luisa había vendido uno de sus dos apartamentos. Se estaba jubilando y necesitaba una renta para complementar sus ingresos. Sergio Bidegain le aconseja invertir con Roberto Bonavoglia, quien era un “tomador, socio y pariente” de Conexión Ganadera. Supuestamente, Bonavoglia recibía montos mayores, pero en este caso haría una excepción por ser Luisa pareja de Bidegain.
Luisa fue a la escribanía donde se hizo la compraventa de su apartamento, recibió un cheque por US$ 300.000 que le dio en ese lugar a Bidegain. Lo pactado era que con ese dinero se compraran animales y se pusieran a engordar en uno de los campos de Hernandarias, empresa de Pablo Carrasco y Ana Iewdiukow, está última cuñada de Bonavoglia. La renta sería de 10,8 % anual con retiros trimestrales. Se hizo el contrato con un número de Dicose a nombre Luisa y su hija el 9 de diciembre del 2016.
En marzo de 2017 comienza a cobrar los intereses, estos se los daba Sergio en efectivo, la excusa era que Luisa no tenía cuenta en dólares. Eran US$ 8100 por trimestre que Sergio Bidegain entregaba en mano a Luisa.
En noviembre del año 2020, Luisa vende el apartamento donde vivía en US$ 240.000, la operativa fue igual, Bidegain la acompañó y se quedó con el cheque de la venta. Luisa se fue a vivir con su hija a su casa, y entre la jubilación y las rentas se puso a buscar un lugar para alquilar. Era tan buen negocio que lo recomendó a su hermana, madre y amigos. Luisa hoy carga con eso como “una cruz”.
Las personas que Luisa recomendaba transferían al Banco Santander a una cuenta a nombre de Sergio Bidegain. En octubre del año 2022 a Luisa le surge una oportunidad de compra una casa y pide a Bidegain primero y a Bonavoglia luego US$ 350.000 de su capital invertido. Le dijeron que si bien en el contrato decía que podía retirar cuando quisiera, no era el mejor momento, que había que malvender ganado y perdería parte del capital. Lo mejor “es alquilar, no atarte a una casa, nosotros alquilamos también, que el capital trabaje para vos”.
Los intereses trimestrales eran a esta altura US$ 21.000, Luisa reinvertía el dinero y seguía vendiendo activos para “invertirlos” con Bidegain y Bonavoglia. A principios del año 2024 Luisa y su hija quisieron ir a ver el ganado que estaba a su nombre en Hernandarias y chequear el Dicose con un amigo ingeniero agrónomo. En ese momento vuelven las excusas, hasta que finalmente en su domicilio en Pocitos Roberto Bonavoglia reconoce que no se compró ganado, que tanto él como los tomadores de Conexión Ganadera invertían el capital de los inversores en distintos activos, como ser bonos del gobierno argentino. En setiembre de ese año se pagan los intereses con retraso, finalmente en diciembre se paga parte hasta completar en marzo de 2025 los US$ 21.000 de intereses.
A las excusas anteriores se sumaba a las excusas la muerte de Gustavo Basso y que este los había engañado. Misma estrategia de la familia Carrasco Iewdiukow, “echarle la culpa al muerto”, quien no puede defenderse.
Encontramos que Sergio Bidegain tenía varios terrenos a su nombre y a partir del año 2023 pasan a una sociedad anónima, su hijo Nicolás tiene una empresa (Bis Estudio) que construye viviendas en esos terrenos.
Audios, contratos, videos, testimonios y una estafa que supera los US$ 800.000 solo en el caso de Luisa. Las obras de la empresa de Nicolás Bidegain hoy están paradas. Uno de los hijos de Roberto Bonavoglia, el que recibía gente en las oficinas de Escritorio Basso y Bonavoglia- Iewdiukow Hnos. está en Madrid con sus primos Carrasco.
Recordemos que en la última audiencia (el miércoles 29 de octubre) se hizo público que Ana Iewdiukow, quien había entregado un apartamento en Madrid en Fiscalía, había comprado un nuevo apartamento en esa ciudad desde su casa donde cumplía prisión domiciliaria. Dificultades con los exhortos enviados por Fiscalía al exterior hizo creer que la familia Carrasco-Iewdiukow tenía cuentas en Vietnam, cosa que no es cierto. Se han encontrado una cuenta en BBVA Madrid y otra cuenta digital en el Grupo Santander en la misma ciudad. Los hijos del matrimonio tienen cuentas en España y se cree que en Suiza también (testigos vieron a Pablo Carrasco usar tarjetas de débito de bancos de ese país en un cajero automático). La esposa de Pablo Carrasco ahora cumple prisión efectiva en una chacra en Florida hasta el 10 de febrero de 2026 mientras se sigue investigando. Esto se debe a que se configuró el delito de lavado de activos y que Iewdiukow viene enlenteciendo la investigación con mentiras. Incluso su abogado, el Dr. Jorge Barrera, puso en duda si seguirá patrocinándola.
En estos meses hemos ampliado la denuncia contra Bidegain y Bonavoglia, no han sido citados aún. De hecho, aún no se ha designado fiscal. No es la única denuncia que tienen por recibir dinero para engorde de un ganado que no existe. Entendemos que aquí hubo lavado de activos, apropiación indebida y estafa. La impunidad campea al tiempo que la angustia de Luisa, su familia y amigos aumenta.





















































