De manera virtual se reunieron los mandatarios de Estados Unidos, Alemania, Reino Unido y Francia para estrechar una mayor cooperación transatlántica y analizar los principales desafíos que tienen por delante, como las relaciones con China y Rusia, así como las nuevas formas de aumentar la hegemonía occidental.
Cada año, desde 1963, la ciudad bávara de Múnich es sede de este foro sobre políticas de seguridad nacional, donde líderes mundiales, altos mandos militares, intelectuales, empresarios y dirigentes de organizaciones internacionales intercambian ideas sobre el sistema global y sus problemas a solucionar.
En sus inicios, estaba destinada a analizar las estrategias occidentales en un contexto de Guerra Fría, pero luego de la caída del bloque soviético esta conferencia ha ido modificando su enfoque en base a los distintos sucesos internacionales. Este año, el lema fue Beyond Westlessness (Más allá de Occidente), mostrando que es innegable el ascenso a nivel económico, político y militar de otros países y que el mundo unipolar no es una realidad posible.
Haciendo un poco de historia, durante la Conferencia de Múnich de 2007, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, dio un discurso en el que afirmaba que “el PBI combinado de países como India y China ya es mayor que el de Estados Unidos. En un cálculo similar con el PBI de los países BRIC -Brasil, Rusia, India y China- ya supera el PIB acumulado de la UE. Y según los expertos, esta brecha solo aumentará en el futuro. No hay razón para dudar de que el potencial económico de los nuevos centros de crecimiento económico mundial se convertirá, inevitablemente, en influencia política y fortalecerá la multipolaridad”. Lo que quizás, en ese entonces, parecía ser una proyección, hoy es realidad y ha ampliado la manera en que se analizan las relaciones internacionales, dejando atrás el libro El fin de la Historia y el último hombre, de Francis Fukuyama.
La actual conferencia tuvo un formato virtual (debido a que Alemania está en confinamiento hasta marzo) y duró más de 3 horas, en la que primero hablaron el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, el empresario Bill Gates y el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom. Los mencionados disertaron en los módulos “Prioridades para la acción global” y “Enfoque: Lucha contra la pandemia”.
Posteriormente, en el módulo “Una nueva agenda transatlántica”, se comentó sobre los nuevos desafíos mundiales que los mandatarios veían, siendo Rusia, China y la OTAN, actores que se repetían en cada ponencia. El primer mandatario en hablar fue el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien inició su discurso con un claro mensaje: “Estados Unidos está de vuelta. La alianza transatlántica está de vuelta. No estamos mirando hacia atrás, estamos mirando juntos hacia delante”. Este módulo estuvo dividido en tres partes, siendo la primera compartida entre Biden, la canciller de Alemania, Angela Merkel y el presidente de Francia, Emmanuel Macron.
Con un fuerte énfasis en los lazos entre Estados Unidos y Europa, el mandatario norteamericano agregó: “la asociación entre Europa y Estados Unidos es, y debe seguir siendo, la piedra angular de todo lo que esperamos lograr en el siglo XXI, tal como lo hicimos en el siglo XX”. Con un claro mensaje internacionalista donde la cooperación es esencial para disputar la hegemonía económica que está teniendo China, Biden dijo que EE. UU. debe prepararse para una competición estratégica a largo plazo con China. “La competencia con China será dura. Eso es lo que espero, y eso es lo que doy la bienvenida, porque creo en el sistema global que Europa y Estados Unidos, junto con nuestros aliados en el Indo-Pacífico, trabajaron tan duro para construir durante los últimos 70 años”, sostuvo Biden.
A nivel económico, Biden afirmó que todos los países deben seguir las reglas en el plano del sistema económico mundial. Luego, agregó que “enfrentarán la amenaza rusa” y “defenderemos la soberanía e integridad territorial de Ucrania”. A nivel de la pandemia de coronavirus, afirmó que su país invertirá 2000 millones de dólares para el fondo de vacunas COVAX.
Le siguió en la conferencia Merkel, quien destacó la importancia del multilateralismo y la postura en común que deben tener frente a Rusia y China. Sobre Rusia sostuvo que “ha involucrado a estados miembros de la Unión Europea en conflictos híbridos” y sobre China declaró que “es un competidor sistemático y también lo necesitamos para resolver problemas globales, por ejemplo, respecto a biodiversidad o mitigación del cambio climático. “Durante los últimos años, China ha ganado más influencia en el escenario internacional. Nosotros como alianza transatlántica y como democracias del mundo debemos tomar medidas para hacer valer nuestro propio peso”.
A modo de disminuir la caída de la hegemonía occidental en el mundo, Merkel sugirió aumentar el envío de las vacunas a otros países. “Es vital que las vacunas no sean solo suministradas por China y Rusia y nos preguntamos qué podemos hacer a través del COVAX y también qué puede hacer el G7 como comunidad multilateral para fomentar el despliegue de la vacunación en los países en desarrollo, especialmente en África”. También, otras medidas que sugirió fueron potenciar a organismos internacionales como el Banco Mundial, la Organización Mundial de Comercio y el Fondo Monetario Internacional para contrarrestar las estructuras que han surgido en Asia, lideradas por China”.
El tercer mandatario, en la primera parte de este módulo, fue el presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien coincidió con Merkel varias veces respecto a temas como la cooperación en seguridad, la situación de Siria o los conflictos en África. Sobre esto último el mandatario galo apoyó la propuesta de aumentar el envío de vacunas para evitar mayor hegemonía China y Rusia. Además, a nivel de seguridad regional, también destacó la necesidad de tener mayor diálogo con Rusia, quien ha sido partidario de un acercamiento en las charlas sobre asuntos regionales con el gigante euroasiático.
Macron también mencionó la necesidad de buscar mayores soluciones para la lucha contra el extremismo islámico en el Sahel o las tensiones en el mediterráneo oriental y los conflictos en Siria, Libia y en Nagorno Karabaj. Para finalizar, habló de la necesidad de mantener la llamada “libertad de la soberanía”, una idea desarrollada por el ex primer ministro de Australia, Malcom Turnbull, la cual se debe aplicar en internet y en el espacio exterior.
Europa estuvo representada con varias voces a nivel de Estados como Alemania, Francia y Reino Unido, además de altos jerarcas de la Unión Europea (UE) como la presidente de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. Ambos fueron parte de la segunda parte del módulo en que Von der Leyen, además de hablar sobre temas relacionados al cambio climático, mencionó la importancia de regular las empresas tecnológicas y citó como ejemplo lo hecho hasta el momento por Australia.
La dirigente europea explicó lo hecho en la UE en diciembre pasado cuando se lanzó la ley de Servicios Digitales y la ley de Mercados Digitales. “No podemos dejar las decisiones, que tienen un gran impacto en nuestras democracias, en manos de programas informáticos sin supervisión humana o en las salas de juntas de Silicon Valley”, afirmó Von der Leyen.
Quien cerró la tercera y última parte del módulo “Una nueva Agenda Transatlántica” fue el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, que mencionó el nuevo involucramiento que tendrá su país con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) mediante el aumento del presupuesto en defensa de su país por un valor de 24 mil millones de libras en los próximos cuatro años.
De esta manera, estaría logrando tener el mayor presupuesto militar en Europa y el segundo más grande de la alianza atlántica, después de Estados Unidos. Además, Johnson dijo que la inversión será en “las nuevas tecnologías que revolucionarán la guerra: inteligencia artificial, aviones no tripulados, armas de energía dirigida y muchas otras, de modo que estemos junto a nuestros aliados para disuadir a cualquier adversario y preservar la paz”. También anunció que Reino Unido tendrá un nuevo portaaviones, el HMS Queen Elizabeth, el cual su primer viaje será hacia el sudeste asiático.
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