La semana pasada los delegados de la Comisión Mixta Uruguayo-Brasileña para el Desarrollo de la Cuenca de la Laguna Merín participamos en el Primer Foro Fluvial Sudamericano, convocado por el Instituto Regional de Desarrollo (IDR), de Rosario, Argentina, y el Banco de Desarrollo de Latinoamérica y del Caribe (CAF), en la sede de esta institución en Montevideo.
Estuvieron presentes más de 100 participantes de siete países involucrados en las distintas cuencas fluviales de Sudamérica y sus respectivas hidrovías, a saber: Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Perú, y Colombia.
Fue un foro de una intensa actividad, con una sucesión de mesas de trabajo y sus respectivos paneles, conducidos por especialistas en diversos temas inherentes a la hidrografía de la región, el aspecto ambiental, social, económico, de navegación, de puertos y de tantas otras actividades involucradas. Por lo extenso del programa, separaremos este artículo en dos entregas semanales, con esta primera de la síntesis de los conceptos principales vertidos por los organizadores y los que se manejaron en los talleres de trabajo. En la segunda, se citarán las conclusiones arribadas para fijar las bases de elaboración de la Carta de Montevideo, que será un acta de fundación de estos foros fluviales sudamericanos y que abriga la intención de proseguirlos anualmente.
Esta convocatoria cuenta con el antecedente del XVII Encuentro de Transporte Fluvial, realizado en Rosario por el IDR en abril de 2023, donde se analizaron temas claves en materia hidrográfica, que promovieron la realización de este primer foro especializado.
Apertura
Estuvo a cargo de un panel integrado por Antonio Silveira, gerente de Infraestructura e Integración de CAF, Juan José Olaizola, subsecretario del MTOP y Nicolás Rebok director de Coordinación de Cuencas de Argentina, quienes resaltaron la importancia de esta primera oportunidad de concentración de especialistas internacionales de diversos sectores de la navegación, puertos, infraestructura y transporte fluvial y lacustre.
Introducción
Inició la presentación la gerente de infraestructura y gestión del Banco, Carolina Rueda. quien destacó en su exposición las iniciativas de CAF en materia de integración regional. Hay 103 proyectos realizados hasta el momento en el subcontinente, en los cuales, un 42% de lo invertido, que son 13.000 millones de dólares, fue para proyectos específicos de hidrovías.
Rueda citó la especial atención a la integración latinoamericana, que está basada en cuatro pilares estratégicos: la infraestructura integral sostenible; la facilitación del comercio y en consecuencia el desarrollo económico fronterizo; la integración en el área de servicios y la consideración especial de la problemática del cambio climático y la conservación de la biodiversidad.
Prosiguió el analista senior de CAF, Rafael Farromeque, que ilustró con claridad la intención de que esta integración regional, que es apoyada por parte del organismo, tenga una marcada decisión de ser pragmática y ejecutiva, en el sentido de no insumir tiempos excesivos y ejecuciones en plazos desmedidos.
El programa CAF-PPI (inversiones público-privadas), señaló, tiene tres estadios de trabajo: en uno se contempla la aceleración de proyectos de modo de dejarlos lo más elaborados posible en calidad y precisión, para que puedan traducirse en una rápida acción. Un segundo aspecto contempla los corredores logísticos de integración, en los cuales se indica la metodología a aplicar en los proyectos presentados para estos fines, de modo de lograr esa agilidad deseada para su concreción, diseñándose “hojas de ruta” para la implementación de los estudios.
En tercer lugar, se continúa con el Programa de Hidrovías Sudamericanas (Hidrosur), que es un mandato que tiene CAF desde su creación. En ese sentido, hay que recalcar las características importantes del área sudamericana donde se desarrolla esta acción: el 70% de Sudamérica está cubierto por cuencas hidrográficas; hay 86 millones de personas que habitan en zonas ribereñas de cursos de agua; un 47% de los puertos son fluviales o lacustres; el 75% de los recursos hídricos de Sudamérica son compartidos entre dos o más naciones, y existen 110.000 km de vías fluviales (que duplican tanto las de Europa como de Estados Unidos), con un potencial para desarrollar la navegación acuática, que implica un ahorro del 30% frente al ferrocarril y un 70% frente al camión, indicó el jerarca.
Desarrolló también un tema novedoso, como es el de los “corredores verdes”, que ya trascienden los fluviales regionales y abordan la navegación marítima, con tracción de cero emisiones. Eso está aplicándose hoy por muchos países y en corredores intercontinentales como Europa-Asia y Estados Unidos-Corea del Sur, lográndose la mínima emisión de carbono con un transporte que usa combustibles verdes (de hidrógeno, carbono o amoníaco). Son proyectos de ciclo de vida más largo y de un estudio más elaborado, pero es evidentemente lo que va a demandar el mercado en los próximos años.
Documento base: “Lineamientos para el desarrollo de hidrovías sudamericanas”
La presentación de un documento base para el desarrollo del Foro Fluvial Sudamericano estuvo a cargo del consultor especialista en economía marítima Dr. Ricardo Sánchez, al que denominó “Lineamientos para el desarrollo de las hidrovias sudamericanas” y que lo señaló como un nuevo paradigma, en el sentido de que son nuevos vectores los que se aplican en los programas de integración, y específicamente los que se impulsan con las hidrovías sudamericanas, los que hacen falta para dinamizarlas y hacerlas más eficientes y poderosas de lo que actualmente son.
En ese sentido, recalcó cinco características que deben poseer las hidrovías para amalgamar ese resultado deseado. En efecto, señaló que deben ser: inteligentes, verdes, coordinadas, medibles y seguras. Esto se explica –respectivamente– con la inteligencia artificial y la información necesaria y básica hoy en día; el uso de una matemática verde, ambientalista, costosa pero cada vez más condicionante; una coordinación de políticas compartidas por los países en una real integración; medibles en cuánto a sus características físicas y cualitativas con toda la base de datos necesaria en estadísticas e informática y segura en materia ambiental y de convivencia.
Propuso un enfoque renovado que incluya un marco institucional, más dinámico, menos trabado, más sólido que el actual, basado en convenios y tratados entre los países participantes, para garantizar una gobernanza más ágil y eficiente que integre a todos los sectores involucrados, tanto públicos o privados, sean estos de la sociedad civil o del empresariado.
Marcó a su vez la importancia de una adecuada tarifación a la navegación, para mantener su competitividad ante otras opciones de transporte como la ferroviaria o la vial, ya que los costos determinarán el uso de unas u otras.
Concluyendo la exposición anterior, Rafael Farromeque de CAF recalcó la importancia de lo que llamó la “mística” que se impone para una comunidad hidroviaria, con la acción combinada del ámbito público, el privado, la academia y las comunidades, vehiculados e interrelacionados con activos diálogos y consensos entre dichos actores, por lo cual se piensa que foros como este, recurrentes y con la continuidad que les dé fuerza y creatividad.
Una de las observaciones impactantes fue indicar qué poca probabilidad de crecimiento y desarrollo de las hidrovías y de infraestructura portuaria vial, logística y de navegación que ellas conllevan será posible realizar, toda vez que los gobiernos de los países involucrados no se comprometan con hechos y no con palabras en el apoyo y el estímulo a esas realizaciones.
Estos puntos de marco institucional y gobernanza de las cuencas e hidrovías de Sudamérica tratadas en el foro se analizarán en detalle en la próxima entrega de este semanario.
* Ingeniero agrónomo, delegado de Uruguay en la Comisión Mixta Uruguayo-Brasileña para el Desarrollo de la Cuenca de la Laguna Merín.
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