La coordinadora del Área de Coyuntura del Instituto de Economía de la Udelar, Gabriela Mordecki, fue entrevistada por La Mañana y analizó la realidad económica de Uruguay. Según su visión, el país atraviesa una transición tras la finalización de UPM 2 y persiste una incertidumbre global un tanto preocupante, aunque se mantiene su atractivo financiero. En este contexto, indicó que las recientes medidas anunciadas por el gobierno van en el camino correcto, pero son necesarias nuevas inversiones para lograr un mayor crecimiento.
¿Qué lectura hace de la situación económica actual con miras a los Consejos de Salarios y a la discusión presupuestal?
La economía está en un momento especial en el sentido de que hay un gran proyecto que terminó el año pasado, que es UPM 2 y el Ferrocarril Central, y hay algunos sectores como la construcción que ya han tenido números negativos y, por otro lado, el impacto positivo en la actividad de la propia planta, del sector y de las exportaciones. Entonces, la economía está todavía transitando el proceso final de esta gran inversión. Este año hubo una buena zafra de verano y eso potencia. Luego, el clima del comercio internacional no es el mejor por todas las medidas de Trump y la incertidumbre de qué es lo que va a pasar, si va a haber más tarifas o no, pero las exportaciones han seguido creciendo y eso es importante para el país. Sin embargo, hay algunas cosas preocupantes, acaba de salir una encuesta de la Cámara de Industrias sobre la proyección de inversiones en la que aparece una caída importante de lo que los industriales proyectan y, si bien la industria no es un sector tan grande, es una parte importantísima de la economía y la inversión es lo que potencia el crecimiento hacia adelante. En función de esto hay algunas medidas que ya fueron anunciadas por el gobierno de promoción de inversiones, de reorganización institucional de algunos organismos de promoción, de “desempapelamiento” del comercio exterior. El presupuesto queda un poco preso de este momento que estamos viviendo de transición y los Consejos de Salarios van en el mismo sentido, y a eso se le suma la preocupación por mantener la inflación en el rango meta. Parte de la cuestión es qué va a pasar con los incrementos salariales y el gobierno está proponiendo unas pautas acordes a su preocupación. Veremos lo que sucede porque son negociaciones tripartitas y ahí el peso de los sindicatos es muy importante, y también cómo se posicionan las empresas, pero el gobierno está en una posición de ofrecer algo más acotado.
Nombraba el caso de UPM 2. ¿Preocupa que no se vean otras inversiones de ese porte en el horizonte?
No sé si “preocupa” es la palabra porque son cosas excepcionales que aparecen, tampoco hay tantas, tal vez haya algunas otras, pero todavía están lejos de consolidarse, está lo del hidrógeno que es una inversión importante, pero el proyecto está en trámite y va a llevar su tiempo, lo mismo con el proyecto sobre el agua. Estamos en un momento, como decía, de mucha incertidumbre con el gobierno de Trump, y hay que ver dónde pueden aparecer oportunidades para Uruguay en medio de este nuevo orden mundial un poco más convulsionado.
¿Es viable que Uruguay alcance un mayor crecimiento en este escenario que describe? Eso es lo que viene planteando el ministro de Economía, Gabriel Oddone, así como distintos economistas.
Todo va de la mano, para lograr mayor crecimiento se precisa más inversión y eso es lo que se está tratando de obtener con estas medidas que se anunciaron. Creo que sí, que es alcanzable, pero se necesita trabajar para ello. Podemos tener un año bueno por cuestiones climáticas o porque los precios internacionales mejoran, pero lo importante es tener nuevos proyectos y nuevas oportunidades para que la economía se diversifique, para poder agregar más valor a nuestras propias materias primas y en eso está trabajando el gobierno. Hay que esperar un poco para tener resultados, eso no es algo que suceda automáticamente.
¿Las medidas van en el camino correcto?
Uruguay tiene mucho que ofrecer. Si uno mira algunos indicadores como el riesgo país, está en sus niveles históricamente más bajos, por lo menos desde que hay registro. Eso quiere decir que los mercados nos miran como un lugar seguro con un gobierno serio que paga sus cuentas. Las empresas miran el grado inversor y estamos muy bien catalogados en algunas consultoras, tenemos potencial. Yo creo que las medidas están en el camino correcto, el tema es que las oportunidades se concreten y que eso se traduzca luego en más empleo y más crecimiento económico. El mercado de trabajo está relativamente bien, no aparecen grandes problemas. Se sigue estudiando para poder tener más medidas. Estos no son anuncios de gran porte que impresionen, pero hay pequeños cambios que realmente ayudan a que los negocios se puedan concretar.
El llamado “impuesto Temu”, que generó algunas controversias, ¿puede mejorar la situación del comercio uruguayo haciendo que la gente termine comprando acá y no tanto en el exterior?
Sinceramente, pienso que no. Las diferencias de precios entre lo que Temu ofrece y lo que uno compra localmente son bastante más del 22%. Tal vez en algún rubro, si la diferencia es menor, podría ser, pero Uruguay no puede luchar contra la oferta de China, eso va a seguir y el comercio se tendrá que reorganizar. Estas compras en el exterior también mueven parte de la economía local, hay una cantidad de empresas que se dedican a traer estos productos y todo genera actividad. Veremos qué pasa, por ahora es un anuncio, yo no creo que resuelva ningún tema, pero le da un poco más de equidad a los productos que se venden en Uruguay. También está la propuesta para la frontera en el mismo sentido, no va a solucionar el problema, pero en parte va a mejorar la situación; esos diferenciales de precios tan grandes son muy difíciles de resolver con medidas fiscales.
¿Los lineamientos salariales son acordes a la situación que estamos viviendo?
Son acordes a lo que el gobierno está pensando en su planificación. Estamos en un momento con un déficit fiscal elevado. Las pautas salariales después tienen impacto en el ajuste de las jubilaciones y eso es una cuenta que el Estado tiene que pagar, entonces, pensando en estas cosas y en mantener la inflación, el gobierno está proponiendo una pauta salarial bastante acotada que está en línea con la proyección de bajar el déficit, como ha adelantado el ministro Oddone, paulatinamente. No se va a bajar de golpe, pero si nosotros incrementamos las cargas que hay que pagar tanto por salarios como por jubilaciones, eso se va a hacer más complejo. Cuando uno analiza lo que el gobierno propone, es coherente con lo que dijo que iba a hacer el ministro de Economía.
¿En qué áreas debería ponerse el foco para la asignación presupuestal?
La niñez es un tema que aparece entre los primeros en la lista y eso incluye la parte de ayudas sociales, pero también está la enseñanza, el apoyo a la salud, los cuidados. Eso habrá que ver cómo lo reparten, pero serían los sectores que ya se ha anunciado que van a ser los prioritarios. Luego hay una infinidad de sectores que también son importantes como la innovación, ciencia y tecnología. Se creó la agencia Uruguay Innova y por ahí se espera que haya recursos para pensar en el Uruguay más tecnológico, en el futuro, hacia dónde hay que crecer. Es mucho lo que se precisa, pero yo creo que educación, salud y cuidados son los sectores que tienen prioridad, todo vinculado a la niñez, a que puedan salir adelante una cantidad de niños que están bajo la línea de pobreza.