En declaraciones al semanario La Mañana, el senador frenteamplista Daniel Caggiani valoró un año de “buena producción legislativa” y avances clave como la reforma de la Caja de Profesionales y el Presupuesto con apoyo multipartidario. En cambio, desde la oposición Guido Manini Ríos (Cabildo Abierto), Sebastián Andújar (Partido Nacional) y Conrado Rodríguez (Partido Colorado) criticaron la escasa iniciativa del Ejecutivo, la falta de rumbo y medidas que consideran un ajuste fiscal encubierto.
Manini Ríos (Cabildo Abierto): “Un año con gusto a poco”
El líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, señaló que el 2025 que culmina fue “un año con gusto a poco”, marcado por la ausencia de avances sustanciales en los grandes problemas sociales del Uruguay. Señaló que el gobierno enfrentó dificultades previsibles por la falta de mayorías parlamentarias propias y contratiempos iniciales con algunos jerarcas, “lo que generó ruido político”. Sin embargo, enfatizó que los desafíos estructurales persisten, como ser la pobreza extrema, “hay gente rebuscando en contenedores”, dijo, asentamientos irregulares con 200 mil personas en condiciones indignas, víctimas de usura, injusticias familiares por la Ley de Violencia de Género, presos por testimonios falsos y, sobre todo, una seguridad pública en deterioro.
Un punto central en su crítica fue el problema demográfico. Manini indicó que la baja natalidad es “tal vez el problema más grande” para el futuro del país, siendo “ignorado por la dirigencia política de gobierno y oposición”. “Sobre eso no se ha hecho absolutamente nada”, afirmó, llamando a instaurar un debate serio.
Respecto a la actuación de Cabildo Abierto en el Parlamento, donde ahora cuenta con dos diputados, Manini dijo que se trata de una oposición con “seriedad, responsabilidad y coherencia”. Destacó el apoyo a iniciativas positivas para la gente, independientemente de su origen, como votos clave en artículos polémicos del Presupuesto. Argumentó que negar el Presupuesto al gobierno le habría permitido victimizarse y culpar a la oposición, un discurso “cantado” del Frente Amplio. No obstante, aclaró que Cabildo rechazó dentro del Presupuesto medidas como el levantamiento del secreto bancario sin intervención judicial por parte de la DGI, pero priorizó la estabilidad institucional y evitó sumarse a una oposición “radicalizada basada en insultos”.
Mirando al 2026, Manini expresó optimismo en temas prioritarios para su partido. Espera que en los primeros meses se apruebe una ley contra la usura (“Deuda Justa”), aunque no tan amplia como la propuesta original de Cabildo, donde no se incluirían deudas con el Estado. “Tenemos en cierta forma el compromiso del gobierno de tratar ese tema y vamos a insistir en que se cumpla con eso, porque cada día que pasa es más complicado para la gente”, señaló.
Otros ejes planteados por Cabildo Abierto a nivel legislativo son el modificar artículos inconstitucionales de la Ley de Género; límites a la forestación en tierras productivas (proyecto vetado en el pasado, ahora con posibles mayorías de Cabildo y el Frente Amplio); estimular nacimientos vía incentivos tributarios para revertir la crisis demográfica y un mayor control parlamentario desde el Senado en grandes concesiones estatales.
En seguridad pública, donde Uruguay enfrenta desafíos persistentes pese al diálogo nacional iniciado en 2025, Cabildo presentó propuestas como comisarías de alto impacto y trabajo obligatorio para presos. Manini confía en que algunas se incorporen al documento final, aunque otras sustantivas podrían quedar fuera. Se espera que sean incluidas la de comisarías de alto impacto en zonas vulnerables del área metropolitana y hacer coincidir las zonas policiales con los municipios.
Daniel Caggiani (Frente Amplio): “Hay varias oposiciones”
El senador del Frente Amplio y coordinador de la bancada oficialista en el Senado, Daniel Caggiani, realizó un balance del año legislativo 2025, que calificó como “muy intenso”. Destacó una “buena producción legislativa” pese a que el gobierno de Yamandú Orsi no cuenta con mayorías propias en la Cámara de Diputados, lo que obligó a una “adecuación a la nueva realidad” tras el 15 de febrero.
Esta fecha marcó la instalación de un “nuevo tiempo político”, dejando atrás un gobierno anterior que, según Caggiani, “dejó gusto a poco”, incluso para sus partidarios, y fue “bastante regresivo” para la población.
Entre las leyes aprobadas, resaltó la Rendición de Cuentas, el “salvataje” de instituciones de asistencia médica privada (Casmu) y especialmente la reforma de la Caja de Profesionales, “una medida pendiente hace más de 20 años que Uruguay necesitaba urgentemente”.
También destacó que obtuvo media sanción la descentralización de los defensores públicos como órgano desconcentrado de la Suprema Corte de Justicia.
Para Caggiani otro avance clave fue la ley marco para el ingreso a las intendencias departamentales por sorteo o concurso de oposición y méritos. “De Canelones hacia afuera existía una realidad diferente”, explicó, donde los intendentes del interior “tenían gran discrecionalidad”. El legislador dijo que esta norma, aprobada tras casi 110 años de la Ley Orgánica Municipal, “reduce significativamente esa discrecionalidad y establece reglas uniformes en todo el país”.
Finalmente, como aspecto a resaltar mencionó que el Presupuesto Quinquenal se aprobó con “importante adhesión de otros partidos”, brindando previsibilidad y estabilidad en las cuentas públicas en un mundo “cada vez más complejo e incierto”. “Esto permite financiar iniciativas del Ejecutivo con el respaldo adecuado y ejercer los controles necesarios por parte de la oposición” acotó.
Sobre las interpelaciones ministeriales, calificadas desde el Frente Amplio como la mayor cantidad en un primer año de gobierno en las últimas dos décadas, Caggiani diferenció oposiciones. Hay “varias oposiciones” a su entender. Algunas son constructivas, que “señalan desacuerdos pero tienden puentes para el diálogo”, y “otras más preocupadas por las próximas elecciones que por el desarrollo del país”. Criticó el uso “desmedido” del mecanismo de interpelación por algunas fuerzas, como interpelar a un ministro “por cumplir la Ley de Colonización”. Y a su vez contrastó esto “con el diálogo promovido por el actual gobierno”, frente a lo que calificó como un estilo “casi personalista o de partido único” del anterior, que tuvo “muy poco de coalición” y más bien un aire “monárquico”.
Para 2026, con el Presupuesto en plena ejecución (el primer año real de su implementación), anticipa un conjunto de iniciativas del Poder Ejecutivo y de la bancada oficialista, incluyendo modificaciones presupuestales en temas de transparencia, asuntos laborales e institucionales.
Insistió en la necesidad de “echar luz” sobre decisiones del gobierno anterior con “nefastos impactos” en la ciudadanía, como en compras públicas, en el Ministerio de Defensa y en ASSE. Mencionó específicamente el caso Cardama, que significó la compra directa de dos patrulleras oceánicas por casi 82 millones de dólares “a un astillero sin autorización para construcción naval ni experiencia en patrulleras, lo que trajo cancelaciones, retrasos, falta de garantías reales y múltiples dudas sin aclarar”.
También dijo sobre la existencia de irregularidades en la gestión de ASSE, “con favoritismos a ciertas instituciones privadas que generaron gastos injustificados para el Estado”.
Caggiani rechazó que desde el Frente Amplio se dé un “afán persecutorio” o “show mediático”. Sin embargo, basándose en auditorías ya cursadas y resultados conocidos, manifiesta que podrían promoverse acciones parlamentarias o incluso judiciales si corresponde.
Dentro de los temas parlamentarios a tratar este año está la refinanciación de deudas de personas físicas, con proyectos ya existentes del Frente Amplio y Cabildo Abierto.
En lo productivo, enfatizó que Uruguay necesita crecer a tasas más altas, impulsando la producción agropecuaria con incentivos a pequeños y medianos productores. Caggiani propondrá una mayor dotación presupuestal al Instituto Nacional de Colonización y financiamiento propio para el Instituto Nacional de la Leche (creado en 2007), sector clave donde Uruguay ocupa el noveno lugar mundial en producción.
Sobre la Rendición de Cuentas 2026, la ve como una etapa de “ajuste, mejora y recalibración” en lo que calificó como la vida en “un mundo imprevisible”, marcado por cambios semanales en flujos comerciales por decisiones externas.
Finalmente, llamó a acuerdos multipartidarios en políticas estructurales como ser la seguridad pública, educación, energía, integración de organismos de control y designación del Fiscal de Corte. “Estos entendimientos son esenciales para mantener la competitividad regional, atraer inversión internacional y nacional, generar empleo y mejorar los ingresos de las familias uruguayas, que es la principal preocupación del gobierno”, dijo el legislador.
Sebastián Andújar (Partido Nacional): Un año “más político que jurídico”
En un balance de fin de año, el diputado nacionalista Sebastián Andújar, realizó una dura evaluación de la actividad legislativa durante 2025, el primer año completo del gobierno del presidente Orsi.
Para Andújar, el período se caracterizó por una notable ausencia de iniciativas relevantes provenientes del Poder Ejecutivo, contrastando fuertemente con el arranque dinámico del anterior gobierno de coalición multicolor (2020-2025).
“La política es comparativa, ¿no?”, comenzó la entrevista Andújar. “Y si lo comparamos con el primer año del gobierno anterior, este fue mucho más liviano, menos exigente, porque las iniciativas del Poder Ejecutivo en este nuevo gobierno han sido casi nulas”. El legislador recordó que, al asumir la coalición en 2020, el Parlamento enfrentó inmediatamente desafíos mayores. Se trató de la Ley de Urgente Consideración (LUC), con más de 600 artículos, y un Presupuesto Nacional acompañado de leyes que superaron los 1200 artículos en total. “Eso generó un trabajo intenso en el Parlamento y debates profundos sobre el futuro de nuestro país”, enfatizó.
En cambio, en 2025 el Presupuesto Nacional no tuvo mayores planteos, ya que era casi una copia del anterior. Andújar lamentó que no hubiera “una carga de ideas nuevas” que requirieran tratamiento legislativo, algo que esperaba de un gobierno que llegaba con un cambio de signo político. “No hubo una exigencia en esa materia”, resumió, destacando que el Parlamento fue activo, pero por motivos distintos como ser fiscalizaciones en varios ministerios y controversias políticas.
Cuando se le pregunta sobre si la actuación parlamentaria no fue más política que legislativa responde: “Sí, por supuesto. Fue mucho más de corte de discrepancias políticas sobre alguna acción que tomó el Poder Ejecutivo”, explicó. Como ejemplo citó la compra de la estancia María Dolores, interpelaciones ministeriales, comparecencias en comisiones y decisiones relacionadas con el agua potable, como el proyecto de Casupá. Estas acciones generaron movimiento en el Parlamento, pero no avances sustantivos en materia de leyes.
El año parlamentario “tuvo que ver con las comparecencias de los ministros a las comisiones y a las interpelaciones, pero no como iniciativas ni como cumplimientos de campaña que pensamos que se podían realizar en el primer año y no se están realizando”, criticó Andújar. Dijo que solo el Presupuesto Nacional incluyó algunas medidas, pero sin grandes transformaciones. En su visión, faltaron leyes que generaran “efectos de progreso para el desarrollo del Uruguay”.
Mirando hacia adelante, Andújar no es optimista. “Si el parámetro fue el 2025, el 2026 no va a ser muy distinto, sobre todo ya que lo único que sabemos que ahí existe es el tratamiento de la Rendición de Cuentas”, sintetizó.
No ve al gobierno preparando iniciativas legislativas significativas. “No vemos un gobierno que esté preparando iniciativas que tengan que ser discutidas y aprobadas en el Parlamento por ahora”, afirmó.
Por otra parte, en los últimos días de 2025 surgió una controversia adicional que es el incremento los aportes al Fondo Nacional de Salud (Fonasa) para ciertos trabajadores y reduce devoluciones por excedentes. “Lamentablemente, la iniciativa que hubo fue otro ajuste fiscal con respecto al salario de los trabajadores. Lo están haciendo por decreto y nosotros entendemos que se tiene que hacer por el Parlamento”, cuestionó Andújar. “Son cambios legales sustentados en una ley madre que requiere aprobación legislativa. Si genera una modificación legal, no es lógico que no se haga a través del Poder Legislativo; ya sería una cuestión inconstitucional”.
La oposición planea debatir esto en la Comisión Permanente, con comparecencias del Ministerio de Economía programadas después del 15 de enero. Además, Andújar mencionó la espera por un plan de seguridad prometido en campaña, que el ministro del Interior aún prepara. Sobre este tema indica que “resulta un poco como una improvisación llegar al gobierno y no poder ejecutar su propio plan. Parece que estábamos haciendo muy bien las cosas nosotros en nuestro gobierno, que nada se quiso cambiar o no estaban preparados”.
Andújar visualiza un 2026 con “quietud preocupante” por la “baja cantidad de propuestas que han surgido del Poder Ejecutivo”.
Consultado sobre las razones de esta inactividad, sostiene que, por un lado, está un posible “miedo” a que cambios radicales, reclamados incluso por sectores más izquierdistas del Frente Amplio, no prosperen en un Parlamento fragmentado, donde el oficialismo no tiene mayorías absolutas en ambas cámaras. Por otro, “falta de creatividad o de acción” para implementar compromisos electorales.
Ejemplificó que el Presupuesto 2025-2029 “no modificó el gasto del presupuesto anterior; como que todo lo que se estaba haciendo se estaba haciendo bien. Se mantuvo el mismo gasto en las mismas áreas políticas”. Los incrementos fueron “tímidos”, como en la lucha contra la pobreza infantil, sin grandes reasignaciones de recursos.
Más allá de todo esto, Andújar evaluó positivamente la actuación opositora de su partido: “Creo que el Partido Nacional viene actuando bien. Representó a sus representados, sobre todo en hacer hincapié en las cosas que no corresponden”. Relacionó la baja aprobación del gobierno en encuestas recientes con la efectividad de las críticas opositoras. “Si baja la aprobación del gobierno, es porque la oposición está haciendo notar todas las falencias”, argumentó.
Sin embargo, indicó que “no solamente alcanza con protesta, sino que hay que generar propuestas. La oposición tiene que ser mucho más activa en cuanto a cambios que se tienen que realizar, cosas que no pudimos realizar nosotros por los tiempos o las crisis”.
En lo personal, impulsó proyectos como reformas al transporte metropolitano y regulaciones a la importación de frutas y verduras para controlar precios altos fuera de temporada. Pero para Andújar “viene todo muy lento. Somos minoría y tenemos que convencer al Frente Amplio en las comisiones”, explicó. Lamentó que en 2025 pocas propuestas opositoras prosperaran debido al “activismo” limitado de la mayoría oficialista.
Finalmente, sobre el estado interno del Partido Nacional tras la derrota electoral de 2024, Andújar fue optimista: “Es un partido político con mucha salud, histórico, que sabe recomponerse de las derrotas, creo que es el que más ha tenido en la historia de nuestro país”. Destacó la autocrítica realizada por el Directorio, con recorridas por el interior y la necesidad de renovación constante.
“Siempre estás haciendo política electoral; no hay pausa”, reconoció y dijo que el partido mantiene actividad diaria a través de legisladores, intendentes, alcaldes y concejales. “Hay que planificar el futuro, generar propuestas a nivel legislativo y en los gobiernos departamentales”, concluyó.
Conrado Rodríguez (Partido Colorado): “Al gobierno de Orsi le falta rumbo”
El diputado del Partido Colorado por el sector Vamos Uruguay Conrado Rodríguez ofreció una evaluación crítica del año legislativo 2025 y del primer año de gobierno del presidente Yamandú Orsi. En sus declaraciones, resaltó “la ausencia de dirección clara, oportunidades perdidas en reformas estructurales y señales negativas para la inversión y el empleo”.
Rodríguez calificó 2025 como un año de “muy pocas concreciones” para el gobierno, marcado por la “falta de rumbo”. Centró su crítica en el Presupuesto Nacional, que describió como una continuidad de lo ejecutado por la administración anterior, con incrementos puntuales pero sin objetivos claros. Mencionó medidas como el aumento del bono crianza y la creación del bono escolar, pero cuestionó su efectividad para combatir la pobreza infantil ya que “no hay una política integral para sacar a las familias de la pobreza”.
El diputado lamentó la oportunidad perdida para reformas estructurales, como abatir gastos superfluos del Estado y reordenar el gasto público para impulsar el desarrollo. En cambio, señaló un “paquete impositivo de 600 millones de dólares”, equivalente a un ajuste fiscal, seguido de nuevas señales de que llegan nuevos impuestos. Particularmente criticó la incorporación del impuesto mínimo global (Impuesto Mínimo Complementario Doméstico), que posicionó a Uruguay como el segundo país en Latinoamérica en adoptarlo, después de Brasil. Según Rodríguez, esto perfora el régimen de zonas francas, el cual tiene “muy buenos resultados” desde hace décadas, al cambiar reglas de juego y afectar la seguridad jurídica, retrayendo inversiones y empleo.
“Las medidas tomadas son contraproducentes y van en sentido contrario a generar condiciones para el crecimiento económico”, afirmó, contrastando con los enunciados del ministro de Economía, Gabriel Oddone y apuntó que el último trimestre mostró decrecimiento y señales preocupantes en empresas.
Desde la oposición, Rodríguez destacó la actividad de su sector, Vamos Uruguay. Indicó que desde el 15 de febrero presentaron cerca de 50 proyectos de ley. En la reforma de la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Profesionales Universitarios, impulsaron modificaciones para ensanchar la base de aportantes, reimplantar jubilaciones por edad avanzada con menos años de aporte y facilitar refinanciación de adeudos y reincorporaciones. Algunas ideas quedaron plasmadas en la ley final.
En el Presupuesto, agregaron artículos sobre control, como pedidos de informes a la Presidencia, que se reincorporaron en el Senado.
Mirando al futuro, Rodríguez expresó preocupación por el empleo y las condiciones económicas. Dijo que su sector trabaja en leyes para promoverlo, junto a proyectos de reorganización estatal. “Vamos a trabajar intensamente en 2026, demostrando que podemos ser opción de gobierno: parando lo que haga daño al país y promoviendo políticas proactivas”.
Sobre el gobierno de Orsi, lo describió como “flojo”, con 63 prioridades iniciales “pero sin hoja de ruta clara ni liderazgo”. Ejemplificó con el caso de las lanchas patrulleras con el astillero Cardama calificando las medidas tomadas como una actuación “intempestiva” con acusaciones de estafa que generaron repercusiones, incluyendo un juicio contra el Estado uruguayo, “sin sopesar consecuencias”.
Criticó la “voracidad fiscal” ya que “pese a los compromisos de no subir impuestos, se incrementaron”, y cambios propuestos en Fonasa que implican devolver menos o retener más aportes de trabajadores. “El Estado hace caja con dinero que no es propio”, dijo, cuestionando la legalidad de los cambios anunciados si se hace por decreto. Vinculó esto a proyecciones optimistas en el Presupuesto “que no se cumplieron, llevando a recaudar más sobre trabajadores”. Finalmente, dijo que le sorprendió la frase de Oddone en la Comisión de Presupuesto de no ajustar gasto porque “no era de izquierda”: “¿Qué quiere decir? Si se gasta mal, ¿no se ajusta por ideología?”.
