Me impresiona cómo se generan ambientes generales de triunfalismo excesivo o derrotismo sin fundamentos. La Copa del Mundo 2026 será de 48 países y viendo el fixture final quedó confirmado que no habrá lo que se da en llamar “grupo de la muerte”.
Para ser “grupo de la muerte” se requiere que los 4 sean parejos. Sea porque son grandes equipos, medianos o flojos, pero la sensación de que cualquiera le puede ganar a cualquier abonaría esa denominación. Con 4 bombos de 12 países cada uno, ordenados por nivel deportivo, esto se hace casi imposible. El desnivel es enorme.
Puede haber en algún grupo alguna duda sobre si el tercero puede ser superado por el más débil ya que al ser tres partidos, una mala jornada podría entreverar todo.
Pero volvamos a lo nuestro.
Arabia Saudita y Cabo Verde nos esperarán en Miami. España nos aguardará en Guadalajara. El partido con España parecería ser por ahora el partido más atrayente ya que es el único entre campeones mundiales en primera fase.
Sobre Arabia Saudita me vienen a la memoria dos partidos claves. En la copa de Rusia 2018 fue el segundo partido del grupo. Uruguay había debutado ganándole a Egipto en la hora con gol de Josema. Contra Arabia fue Luis Suárez quién puso el gol de la victoria a los 23 minutos. Demasiado pronto. Si bien no se pudo liquidar el encuentro con más goles tampoco se puede decir que haya estado en peligro la victoria.
Los dos triunfos por un gol pusieron a los celestes como clasificados a la segunda ronda.
En 2022 el debut de Argentina fue ante Arabia Saudita. A los 10 minutos llegaría el primero de los penales que en cada partido tuvieron los argentinos a su favor. Leo Messi lo convirtió en gol. Pero llegaría la sorprendente reacción saudita, que terminaría derrotando a los que sería campeones por 2 a 1. Tan dura fue esa derrota que Argentina sufriría ante México y Polonia al límite de la eliminación en primera ronda hasta que más penales mediante pudo clasificar. Luego sería campeón mundial, con varios penales más a su favor, pero ese es otro tema.
Lo cierto es que nadie puede decir que tiene ganado un partido ante Arabia Saudita con facilidad. Su fútbol viene progresando, su liga está contratando grandes figuras que van desde Cristiano Ronaldo, en sus últimos cartuchos, pero también Darwin Núñez en su plenitud. Arabia Saudita quiere emular a Qatar en la organización de una Copa del Mundo para 2034 y no quiere ser un simple sparring. Ya no lo fue en el 2018 ni en 2022. Todo indica que no lo será tampoco ahora.
Uruguay, si retoma parte del nivel mostrado hasta la Copa América, inclusive es favorito. Si sigue como luego de la Copa América, la tendrá difícil. A pesar de todo creo que el barco se va a enderezar y veremos un equipo sólido que ganará con autoridad en el debut.
El segundo rival será Cabo Verde. Debut absoluto para una isla de 500 mil habitantes que se independizó de Portugal en 1972. Sus futbolistas, además de jugar en Portugal debido a la estrecha relación y el idioma en común que tienen, juegan en ligas pequeñas como Chipre o en equipos de segunda línea en su mayoría.
Es la primera vez que clasifican a un mundial. Si bien el hecho de que participen 48 países facilita la aparición de selecciones como Curazao, Haití o Jordania, es cierto que Cabo Verde clasificó en el primer lugar de su grupo. Igualmente hay que tener en cuenta que África clasifica a 10 de sus selecciones. Un disparate. Para poder armar los 9 grupos quedaron separadas las potencias africanas de tal manera que a lo sumo tenían un rival de cierto fuste cada una.
Así fue como, para salir primero, Cabo Verde debió superar a países de similar nivel, pero tuvo el gran mérito de eliminar a Camerún. Los cameruneses son de los históricos animadores en mundiales y esta vez quedaron fuera. Sin ánimo de quitarle mérito a Cabo Verde, me temo que fue más una defección de Camerún que un mérito de los isleños.
La segunda fecha nos permitirá sin mucho esfuerzo lograr la clasificación una fecha antes.
Allí llegará el partido contra España en Guadalajara. Tras dos partidos en Miami, lo que significará un gran alivio para quienes vamos a trabajar porque es un lugar que dominamos, conocemos, tenemos vuelos directos y no hay que mudarse después del debut, deberemos viajar a México.
España junto a Francia y Argentina parecen ser de las mejores selecciones del momento. Tiene para armar dos equipos de gran nivel. Todos recordamos el Mundial de Sudáfrica 2010 y su primera y hasta ahora única consagración. Lo que pocos recuerdan es que luego de brillar tuvo partidos flojos, como ante Paraguay, a quien derrotó apenas, y una pálida final contra Holanda que posibilitó que Diego Forlán fuese el Balón de Oro, ya que nadie se destacó.
En 2014 no pasó la primera fase, en 2018 y 2022 cayó en el cuarto partido y su resumen en estos tres mundiales es menor al nuestro. Recordemos en Brasil 2014 eliminamos a Inglaterra e Italia, y en Rusia 2018 ganamos 5 partidos, entre ellos al local y eliminamos al campeón europeo, Portugal, con Cristiano Ronaldo en su apogeo.
España anda volando, tiene una larga racha de partidos invicto, pero los partidos hay que jugarlos. Lo que definirán no es quién sigue en la Copa sino quién juega seguramente contra Argentina, que debería ganar su grupo.
No se podrá especular demasiado ya que Argentina define dos días después, pero Uruguay jugará en las dos primeras fechas con cartas vistas con respecto a lo que haga España en materia de goles.
Hay algo que es muy probable. Uruguay, si sale segundo e incluso saliendo primero pero Argentina segundo, deberá jugar en los primeros 4 partidos con los dos primeros del ranking FIFA, que son España y Argentina.
Es un caso único para esta copa por esas cosas del destino y de los sorteos bastante digitados que protegen a algunas potencias, pero no a nosotros.
La parte buena sería, en caso de ser superados por España, que volveremos a Miami. En ese caso, de los primeros 4 partidos serían 3 en Miami, donde Uruguay estaría afincado desde al menos una semana antes de la Copa. Recordemos que Miami junto a Nueva York y Nueva Jersey poseen las mayores colonias uruguayas. En la Copa América del año pasado en el debut ante Panamá en Miami llegaron más de 25 mil uruguayos y en el partido ante Bolivia en Nueva Jersey se llegó a casi 45 mil uruguayos, siendo la gran mayoría residente en esos estados.
En caso de terminar primeros habría que viajar a Los Ángeles desde Guadalajara. Ahí la chance podría ser jugar ante Argelia o Austria, si es que nuestros hermanos del Río de la Plata no fallan.
Pasando el quinto partido, otra vez Miami nos esperaría.
Las dificultades no parecen estar en el grupo sino en el posible cruce rioplatense tras el desgaste ante España. Además del cruce, las otras dificultades parecen ser nuestras. Lo que sucede en torno a la selección y en especial en la interna será tema para la próxima semana. Por ahora nos quedamos con el respeto con que las potencias del fútbol miran a nuestra selección.
Tenemos historia, tenemos jugadores y tenemos una forma de jugar y de ser que incomoda a los rivales de fuste.
Que así sea.




















































