Bajo las luces de uno de los centros de exposiciones más modernos del mundo, Uruguay inicia hoy, 5 de noviembre y se prolongará hasta el sábado 8, una de las misiones comerciales más estratégicas del año en la 8ª edición de la China International Import Expo (CIIE). El Instituto Nacional de Carnes (INAC) lidera una delegación que transformará 250 metros cuadrados en un embajador gourmet de la calidad uruguaya, con especial foco en la introducción de nuevos cortes que responden a las demandas específicas del mercado chino.
La estrategia sensorial: del stand al restaurante privado
El diseño del espacio uruguayo ha sido meticulosamente planificado para ofrecer una experiencia progresiva. En el área principal de degustación, los visitantes podrán apreciar la textura y sabor de cortes clásicos como el lomo y bife ancho vacuno, preparados por chefs especializados. Sin embargo, la verdadera innovación ocurre en el restaurante privado integrado al stand, un espacio reservado para compradores, distribuidores y figuras clave de la gastronomía y la distribución comercial en China, cuyo criterio influye en las tendencias de consumo.
Este año, la carta incluye una revelación estratégica: el mondongo, cuya reciente autorización sanitaria para exportación a China representa una victoria diplomática y comercial. “La inclusión de este corte no es casual; responde a un trabajo de años en armonización de protocolos y comprensión de los patrones culinarios locales”, explica un miembro de la delegación. Junto al asado ovino, completa una oferta que busca diversificar el consumo más allá de los cortes tradicionales.
Una delegación técnica con radicación regional
La comitiva uruguaya refleja la institucionalidad del sector cárnico. Presidida por Gastón Scayola, presidente del INAC, e integrada por los miembros de la Junta Guillermo Pigurina y José Manuel Mesa, la delegación cuenta con un componente distintivo: la presencia de Victoria Cai, gerenta de la oficina de INAC en Asia, cuya experiencia en el terreno resulta crucial para navegar las particularidades del mercado.
El equipo se completa con especialistas en áreas críticas: Christian Shaw en Desarrollo de Acceso a Mercados, Andrés Angulo en estrategia de marca, y las especialistas en Promoción Cecilia Shaw y Luna Wu Xingyue, cuya fluencia cultural y conocimiento de las dinámicas comerciales locales agregan valor a cada interacción. Este despliegue humano se potencia con la participación de 5 empresas co-expositoras y 3 firmas del sector, confirmando un modelo de trabajo público-privado alineado en su objetivo común.
Oportunidades en un ecosistema en expansión
Las cifras del mercado chino justifican holgadamente la inversión uruguaya. Como la segunda economía global y el mayor importador de alimentos en varias categorías, China ha entrado en una “nueva etapa de desarrollo”, caracterizada por un consumidor más informado, que valora la calidad, la seguridad alimentaria y la procedencia.
Las proyecciones del gobierno chino indican que importará bienes y servicios por más de 10 billones de dólares entre 2025 y 2030. La CIIE, organizada conjuntamente por el Ministerio de Comercio de China y el gobierno municipal de Shanghái, es el canal oficial privilegiado para capturar una porción de esta demanda. La edición 2024, que congregó a 3500 expositores de 129 países y recibió 430.000 visitantes profesionales, demostró la capacidad de la feria para generar negocios y alianzas duraderas.
Más que una exportación, una relación complementaria
La participación uruguaya trasciende lo transaccional. Con una presencia ininterrumpida desde la primera edición de la feria, Uruguay ha construido una reputación como proveedor confiable de proteína animal de calidad. La estrategia 2025 da un paso más al presentar una oferta diferenciada y sofisticada, que incluye cortes de alto valor agregado y una variedad que respeta las preferencias locales.
El mensaje es claro: Uruguay no solo vende commodities, sino que ofrece una asociación estratégica basada en trazabilidad, sostenibilidad y adaptación a las demandas del consumidor chino. En el competitivo panorama de la proteína animal global, la consistencia, la calidad y la comprensión cultural siguen siendo ventajas comparativas decisivas.





















































