151 niños tuvieron unas fiestas en familia e inclusive ayer se despertaron con los juguetes que les trajeron Melchor, Gaspar y Baltazar en sus nuevos hogares.
El año 2022 cerró con 151 “integraciones” y “es la cifra más alta desde que se llevan registros en el Inau” que fue en 2001 indicó el presidente del organismo Pablo Abdala. Se trata de una cifra 21% superior al año anterior cuando las adopciones fueron 125. Estos resultados “marcan una tendencia” donde se respetan las disposiciones legales disponibles y los plazos que no se extienden más de 18 meses “para valorar a la familia”. Abdala dijo que antes esa tarea insumía tres o cuatro años y “conspiraba contra la eficiencia mínima que los procesos de adopción inexorablemente tienen que tener”.
“De acuerdo a lo que establece el código nosotros trabajamos” en los planos “de la revinculación familiar” biológica “que es lo primero que hay que hacer cuando ese vínculo todavía mantiene vida” y por lo tanto se puede llegar a recuperar “fortalecer y robustecer”. Cuando se rompe definitivamente “la alternativa que queda (…) es la adopción” sentenció Abdala.
Para el jerarca estos resultados se obtuvieron utilizando las modificaciones que se introdujeron en la ley de urgente consideración “y paralelamente los cambios que desarrollamos en el Inau” para cumplir con las pautas que estableció la Luc.
Se refirió además a algunos vaticinios de la oposición que criticó duramente los cambios que se introdujeron en la ley de urgente consideración. En ese sentido indicó que “los hechos confirman que aquellos augurios de la oposición no solo no se dieron, sino que aconteció absolutamente los inverso”. Agregó que todas las integraciones fueron exitosas. “Esos niños hoy están viviendo con sus familias adoptivas ya en régimen de tenencia provisoria” y en el seguimiento de un año que establece la ley. Dentro de este plazo “cuando se confirme que todo marchó bien procederán a hacer el trámite judicial de la adopción definitiva”.
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