¿Por qué Macron disolvió el Parlamento francés y qué pasará ahora?
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, vio cómo su partido caía al segundo puesto en las elecciones al Parlamento Europeo celebradas este domingo, en las que los dos principales partidos de ultraderecha obtuvieron juntos cerca del 40% de los votos.
Cuando Jordan Bardella, líder del partido de ultraderecha Agrupación Nacional, pidió a Macron que disolviera el Parlamento nacional francés el domingo por la noche, parecía una pose política, montado en lo alto de su victoria en las encuestas europeas. “El presidente de la República no puede hacer oídos sordos al mensaje enviado por los franceses esta noche”, dijo a sus partidarios. Macron aceptó el desafío. Con el anuncio de unas elecciones nacionales anticipadas para finales de junio, Macron plantea un enfrentamiento entre sus ideales proeuropeos, centristas y proucranianos y la retórica antiinmigración, populista y de mano dura de la ultraderecha.
“La extrema derecha es a la vez el empobrecimiento de los franceses y la degradación de nuestro país. Así que, al final de este día, no puedo actuar como si no hubiera pasado nada”, dijo al país en un discurso televisado el domingo.
Macron intentará unir a la derecha y a la izquierda, instando a sus partidarios a unirse y votar contra la ultraderecha, pero no se sabe si dará resultado. La primera vuelta de las elecciones tendrá lugar dentro de 20 días, un plazo mínimo para formar una coalición a partir del mosaico de partidos franceses de centro e izquierda. No parece haber muchas ganas de unir fuerzas con Macron en la izquierda, magullada tras años de protestas en gran medida infructuosas contra su programa proempresarial y desgarrada desde dentro por las divisiones en torno a la guerra en Gaza. La última vez que un presidente francés disolvió la Cámara Baja, la Asamblea Nacional, fue en 1997. Jacques Chirac perdió la mayoría y la izquierda llegó al poder.
En una entrevista el lunes por la mañana, el ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Stéphane Séjourné, dijo que el partido Renacimiento de Macron estaba abierto a no presentar candidatos a los escaños de posibles aliados de otros partidos.
Séjourné dijo a Radio France que el partido discutiría tal medida con “personas razonables con las que podamos trabajar”. El domingo por la noche, el popular partido francés de extrema izquierda France Unbowed (LFI) parecía haber descartado ya tal maniobra.
“Ahora está claro que el país quiere dar vuelta la página de la era Macron. Y esta página no debe pasarse con la Agrupación Nacional y la ultraderecha”, dijo a sus seguidores Manon Aubry, líder de la lista europea de LFI, que quedó cuarta en las europeas francesas. Jean-Luc Mélenchon, cabeza de lista de LFI, dijo que no veía ninguna razón para unirse con otros partidos de la izquierda, especialmente con el estrecho margen para formar una coalición.
Esta propuesta del partido de Macron es sin duda un signo de debilidad, muy lejos de la aplastante victoria de Macron en la segunda vuelta de 2017 sobre la candidata presidencial ultraderecha Marine Le Pen, y un signo de los tiempos, con su partido herido por los recuerdos de las protestas de los “chalecos amarillos”, un régimen de covid-19 inflexible y reformas impopulares de las pensiones.
Desde las elecciones parlamentarias celebradas al inicio de su segundo mandato en 2022, Macron gobierna sin mayoría absoluta en el Parlamento, por lo que normalmente no puede aprobar proyectos de ley únicamente con sus legisladores. En cambio, ha invocado varias veces el artículo 49.3 de la Constitución para hacer aprobar leyes sin someterlas a votación.
Esto ha avivado aún más la ira contra Macron y la división en Francia, especialmente dada la naturaleza polémica de su aumento de la edad de jubilación a 64 años.
CNN, 10-6-24
Diputados de ultraderecha y de la izquierda radical boicotean a Zelenski en el Bundestag
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, de visita en Berlín este martes para una conferencia internacional sobre reconstrucción de Ucrania, fue boicoteado por diputados de ultraderecha y de la izquierda radical durante su discurso en el Bundestag (cámara baja del Parlamento), otra de las citas de su viaje a Alemania. Casi toda la bancada del partido ultra Alternativa para Alemania (AfD) se ausentó –solo estaban cuatro diputados de un grupo parlamentario de 77–, y también abandonaron el hemiciclo los diez parlamentarios del partido izquierdista Alianza Sahra Wagenknecht (BSW).
“Nos negamos a escuchar a un orador vestido de camuflaje. El mandato de Zelenski ha expirado. Ahora solo ocupa el cargo como presidente de guerra y de mendicidad. Pero Ucrania no necesita ahora un presidente de guerra; necesita un presidente de paz que esté dispuesto a negociar para que cesen las muertes y el país tenga un futuro”, dijeron en un comunicado los copresidentes de la AFD, Alice Weidel y Tino Chrupalla.
Por su parte, el nuevo partido BSW una escisión del partido izquierdista Die Linke propiciada por una de sus figuras históricas, Sahra Wagenknecht, afirmó en un comunicado que “BSW condena la guerra de Rusia en Ucrania, que viola el Derecho Internacional” y acusó a Zelenski de estar “contribuyendo actualmente a promover una espiral de escalada altamente peligrosa; al hacerlo, acepta el riesgo de un conflicto nuclear”.
Ambos partidos extremistas salieron fortalecidos de las elecciones europeas del domingo, esgrimiendo posturas similares en algunos aspectos: ambos son prorrusos, antiinmigración y eurófobos, y ambos añoran el gas ruso que llegaba a Alemania a través del gasoducto báltico Nord Stream. La AfD se convirtió en segunda fuerza con el 15,9% de votos, y BSW, que se estrenaba en las urnas, el 6,2%.
Antes de hablar en el Bundestag, Zelenski había expresado su inquietud por el éxito electoral de partidos “con consignas radicales prorrusas”, en una rueda de prensa junto al canciller alemán, Olaf Scholz, a quien advirtió de que “esto es peligroso para vuestros países”.
La gira diplomática internacional de Zelenski seguirá el jueves en Italia, anfitriona de la cumbre del G-7, y luego el fin de semana en Suiza, que alberga la conferencia sobre la paz en Ucrania con más de 90 países y organizaciones, conferencia a la que Rusia no ha sido invitada, y a la que China ha decidido no asistir.
La Vanguardia, 11-6-24.
España: ley de amnistía para los independentistas entra en vigor, en medio de dudas de los juristas
La ley de amnistía para los implicados en el proceso independentista de Cataluña, aprobada por el Congreso de los Diputados el pasado 30 de mayo, entró en vigor este martes 11 de junio, en medio de polémica y reticencias. Los jueces tienen ahora dos meses para ponerla en práctica. La norma establece que se suspenderán de forma inmediata las medidas cautelares y las órdenes de detención contra los implicados en el “procés”, algo que la comunidad jurídica se niega a aplicar
La ley de amnistía borra las responsabilidades penal, administrativa y contable de las personas relacionadas con el proceso independentista de los últimos doce años. Además, establece que se suspenderán de forma inmediata las medidas cautelares y las órdenes de detención en vigor,
Pero las discrepancias entre los juristas no son pocas y cuestionan que la ley que perdona estos delitos se pueda aplicar de forma automática. Es decir, la norma tiene recorrido a nivel político, pero no jurídico, y el Tribunal Supremo quiere actuar.
Además, los tribunales, que tienen dos meses para aplicar la ley, pueden plantear una cuestión de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional o una cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia de la UE, y el proceso en el que estén trabajando quedaría en suspenso
La aprobación de una ley de amnistía fue una condición que impusieron los partidos independentistas catalanes para apoyar en el Congreso la elección como presidente del socialista Pedro Sánchez, en 2023, ya que no contaba con mayoría suficiente.
Pero la norma, apoyada por la izquierda y los partidos independentistas y nacionalistas de la Cámara, es rechazada de manera tajante por el conservador Partido Popular (PP) y por el ultraderechista Vox, que la tachan de inconstitucional y han anunciado recurso ante el tribunal de garantías.
Los fiscales han comenzado a movilizarse ante un posible frente común para oponerse a amnistiar el delito de malversación y de terrorismo, algo que la propia norma excluye si “afecta a intereses financieros de la Unión Europea”. La última palabra la tendrá el fiscal general, Álvaro García Ortiz.
El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena ya ha pedido que se mantenga la orden de detención para Carles Puigdemont y pidió opinión a la Fiscalía sobre si le afecta la norma o si la malversación que se le imputa queda fuera del perdón.
El juez, por lo tanto, quiere saber si delitos como la malversación de fondos públicos entrarían en la amnistía o “pueden considerarse excluidos” si afectan a los intereses financieros de la Unión Europea, uno de los preceptos que la ley deja fuera.
La ley establece que el juez debe dejar sin efecto las órdenes de busca y captura, pero Llarena considera contradictorio un artículo, en relación con los informes que se deben pedir a las partes, de modo que da cinco días para que expresen su criterio.
El Partido Popular, principal formación de la oposición, está en pie de guerra contra la amnistía, que considera “inconstitucional” y promete derogar si vuelve al poder.
France24, 11-6-24.
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